Autor: JEAN PALOU EGOAGUIRRE
El desafío del próximo secretario general de la OEA para recuperar la relevancia del organismo
El desafío del próximo secretario general de la OEA para recuperar la relevancia del organismo La fragmentación política de la región y el retroceso del multilateralismo en la era de Trump asoman como sus urgencias.
Originario de un país con apenas 600.000 habitantes, el ministro de RR.EE. de Surinam, Albert Ramdin, fue elegido ayer como el primer miembro de la comunidad del Caribe que asumirá el cargo de secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), un bloque de cooperación hemisférica fundado en 1948 que vive momentos bajos por la alta fragmentación política de la región y el retroceso del multilateralismo como mecanismo de resolución de conflictos.
Ramdin, quien sucederá a partir del 25 de mayo al uruguayo Luis Almagro y ejercerá por el período 2025-2030, fue elegido por aclamación de los 34 miembros con derecho a voto de la OEA durante una asamblea extraordinaria del organismo celebrada en Washington.
No enfrentó rivales, luego que el ministro de RR.EE. de Paraguay, Rubén Ramírez Lezcano, retirara el miércoles su candidatura después de que varios países sudamericanos que antes le habían comprometido su apoyo entre ellos Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, México y Uruguay, todos con gobierno de centroizquierda o izquierda anunciaran en bloque su respaldo al surinamés, quien ya contaba con el voto sin fisuras de los 14 países de la Comunidad del Caribe (Caricom). El próximo líder de la OEA es un diplomático de carrera de 67 años, con estudios de Geografía Social en Países Bajos, que conoce bien los entresijos del organismo.
En 1997 llegó a Washington como embajador y se incorporó a la OEA como asesor del entonces secretario general, el colombiano César Gaviria, hasta convertirse en secretario general adjunto (2005-2015) bajo el liderazgo del chileno José Miguel Insulza.
“Ramdin es un diplomático bastante cauto en su estilo, y su elección como primer secretario general proveniente de un país de la Caricom representa una oportunidad para resaltar la importancia y las prioridades de los 14 miembros caribeños de la institución”, resaltó Michael Shifter, analista de Interamerican Dialogue. El ministro de RR.EE. de Surinam, Albert Ramdin, sucederá al uruguayo Luis Almagro:complejo en las Américas”, comentó Shifter. “Nadie duda que la OEA ha perdida relevancia en los últimos años; el hecho que no está actuando en crisis tan graves como Venezuela ilustra el problema.
Ramdin reconoce los obstáculos para poder recuperar la credibilidad y legitimidad de la OEA, pero la pregunta clave es si será capaz de revertir una tendencia de deterioro en la institución, que refleja una fragmentación política sin precedentes en la región”, añadió.
Su rol también se evaluará a la luz del contraste con Almagro, quien estuvo a cargo del organismo en la última década, enfrentando tanto loas como críticas por sus posiciones firmes ante los casos de Venezuela y Nicaragua, “La OEA bajo Almagro desempeñó un papel importante en la denuncia sobre el desmantelamiento de los Estados de Derecho y la violación a los DD.HH. en varios países de la región, sobre todo Cuba, Venezuela y Nicaragua. También ha tenido un destacado papel en dar cuenta del fraude electoral en la Bolivia de Evo Morales”, comentó Leandro Querido, fundador de Transparencia Electoral. “Demostró un apego a la Carta Democrática, aunque también evidenció un déficit en materia de instrumentos efectivos para enfrentar a gobiernos de marcado corte autoritario. Almagro se va y las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua siguen allí”, agregó. Según Querido, se pueden esperar cambios en este aspecto con Ramdin. “Podemos inferir que en su agenda no estará presente la continuidad de esta política de fortalecimiento de la integridad de los procesos electorales de la región que caracterizó a la secretaría general anterior. Muchos países que apoyan a Ramdin ven a la Observación Electoral como un instrumento de injerencia externa, un pretexto para hacer de sus procesos electorales más opacos y discrecionales.
Por lo tanto, hay en el horizonte de América Latina una recesión democrática aún más aguda que la que tenemos hoy”. ESSERPECNARF“Un mediador no puede tomar partido”En su campaña para llegar al cargo fue clave su posicionamiento frente a Donald Trump.
Mientras que el paraguayo Ramírez Lezcano era considerado muy afín al Presidente estadounidense a la gestión de Almagro también se le criticaba su cercanía con Washington Ramdin (centroizquierda) se mantuvo neutral y abogó por una nueva etapa de “diálogo” y “multilateralismo”: “No hay ningún país, sin importar su poder, que pueda abordar todos sus desafíos de manera integral por sí solo”, dijo al presentar su candidatura.
“La OEA tiene que desempeñar un papel significativo, relevante y útil” en las crisis que sacuden elcontinente en términos de elecciones, seguridad, migración o cambio climático, señaló recientemente Ramdin en un foro del think tank Atlantic Council. “No queremos (... ) enredarnos en una situación geopolítica global”, sino asegurarnos de que el hemisferio “permanezca pacífico, libre de guerras, libre de conflictos”, afirmó. “Un mediador honorable no puede tomar partido y no queremos estar en esa posición”, enfatizó. Esto implica una posición mucho más flexible en relación al régimen autoritario de Nicolás Maduro en Venezuela.
“La única forma” de tratar la crisis venezolana es mediante un “diálogo” con el gobierno, ha planteado Ramdin, quien el mes pasado recibió a su homólogo venezolano, Yván Gil, para “estrechar lazos”. Tambiénha sido apuntado por su afinidad con China, miembro observador de la OEA. “Todos los países deben tener la misma oportunidad de poder hablar, influir y contribuir” en la organización, ha dicho. Pese a estas posturas, Washington ha negado que la elección de Ramdin sea un retroceso para sus intereses. “Son dos candidatos proestadounidenses que se postulan para secretario general de la OEA y quien gane será un aliado de EE.UU. ”, dijo antes de la elección el enviado Especial para América Latina de Trump, Mauricio Claver-Carone. “No es una carrera entre un aliado de EE.UU. y un aliado de China. Esa es una narrativa falsa”, aseguró.
De todos modos, las posturas críticas de Trump sobre los organismos multilaterales, junto con lavirtual irrelevancia de la OEA para tener algún rol de mediación en las crisis políticas que se han registrado en la región como los retrocesos democráticos en Venezuela y Nicaragua o la debacle multisectorial de Haití, asoman como algunos de los principales retos del nuevo secretario general. Un terreno complejo en las Américas“Ramdin esta consciente de los enormes desafíos que enfrenta la OEA, que se encuentra debilitada en este momento. Hay serios problemas financieros y políticos en la organización, que serán muy difíciles para superar. Está por verse si Ramdin tendrá la capacidad y habilidad política para navegar un terreno político muy.
El ministro de RR.EE. de Surinam, Albert Ramdin, sucederá al uruguayo Luis Almagro: ha dicho que la OEA tiene que “desempeñar un rol” que, sin ser el de “espectador”, tampoco sea “una fuerza que tome partido” en las crisis.