El desafío de la inversión
E acuerdo con las Cuentas Nacionales del Banco Central para el tercer trimestre de este año, la inversión o formación bruta de capital fijo (FBCE) anotó una variación de -0,2% interanual; marcada por una caída de la edificación que fue compensada sólo parcialmente por un incremento de la inversión en maquinarias y equipos. Aunque la baja de la inversión se ha moderado, se mantiene en terreno negativo por quinto trimestre consecutivo; los economistas esperan que en el lapso octubre-diciembre la cifra vuelva a ser positiva.
En el tercer trimestre, la economía se expandió 2,3% en comparación con similar periodo de 2023, y 0,7% en la medición dealizada, apoyada en la minería y, en general, el sector externo; el anterior trimestre había registrado un PIB de solo 1,6%. A juicio del ministro de Hacienda, Mario Marcel, el ha retomado “la senda de crecimiento”; a septiembre, el PIB acumulado asciende a 2,1%. El ministro de Hacienda afirmó que en el tercer trimestre hubo un “alza importante” en la formación bruta de capital fijo que, en conjunto con cifras anteriores, “mues- “Ampliar la inversión, y con ello consolidar el crecimiento de largo plazo, exige un nuevo ámbito de colaboración política entre Gobierno y oposición”. Tran una recuperación importante de la inversión”, la que debería consolidarse en 2025, En su más reciente informe trimestral la Corporación de Bienes de Capital (CBC) anticipó un desarrollo significativo de la inversión en grandes proyectos el año próximo. Debido a su efecto de largo plazo en el crecimiento de la economía, la trayectoria de la inversión ha sido objeto constante de debate en los últimos meses.
En este contexto, junto con precisar que los números de la inversión son mejores que los previstos, pero más débiles que los proyectados a comienzos de 2024, la economista principal de Bci, Francisca Pérez, ha planteado que se aprecia una “divergencia importan1 de los ciclos sectoriales y la demanda externa.
Diversos expertos han advertido que, más allá de la caída en los trimestres recientes, la prolongada fase de estancamiento de la inversión refleja un problema estructural de la economía; el coordinador macroeconómico de Clapes UC, Hermann González, ha sostenido que en el último decenio la inversión creció a una velocidad inferior al 1% anual en promedio.
Los objetivos de crecimiento e inversión requieren de un conjunto de condiciones: confianza y seguridad jurídica, estabilidad de las reglas, modernización del Estado, racionalización del sistema de autorizaciones legales y ambientales, aumentos de productividad, mejoría del capital humano y desarrollar capacidades, tanto en el sector público como privado. Desde luego, ampliarla inversión también exige un nuevo ámbito de colaboración política entre Gobierno y oposición; la responsabilidad de ambos es esencial para consolidar la reactivación y anticipar el escenario que enfrentará la futura administración. Distintos analistas han alertado que la disfuncionalidad institucional no ofrece las certezas que requieren las inversiones de largo plazo; por lo mismo, favorecerla inversión obliga a un examen político transversal del escenario económico.