Investigan muerte de dos ballenas jorobadas en áreas protegidas
Investigan muerte de dos ballenas jorobadas en áreas protegidas "Son como una suerte de agricultoras del mar" lamenta Rodrigo Hucke-Gaete, miembro del Centro Ballena Azul. Azul.
Fueron halladas en el Glaciar Seno y en el Parque Nacional Laguna San Rafael Investigan muerte de dos ballenas jorobadas en áreas protegidas Ignacio MOLINA Ignacio MOLINA (MMA) presentó dos denuncias ante la Fiscalía para investigar la muerte de dos ballenas jorobadas halladas en áreas protegidas. La primera ballena fue encontrada en el Glaciar Seno, en la Reserva Nacional Kawésgar; y la segunda en el Parque Nacional Laguna San Rafael. El MMA indicó que las acciones buscan esclarecer si hay un delito asociado, ya sea bajo la Ley de Pesca o por otras infracciones, para determinar las responsabilidades correspondientes.
E Ministerio del Medio Ambiente Sembrando en el mar Rodrigo Hucke-Gaete, biólogo marino mención Sistemática y Ecología, y miembro del Centro Ballena Azul, explica el papel crucial que desempeñan las ballenas en el equilibrio del ecosistema: "Son grandes almacenadoras de carbono, producto de la gran biomasa que tienen y también -pero más importantemente porque comen a cierta profundidad muchos alimentos y luego defecan en la suEl Ministerio del Medio Ambiente interpuso dos denuncias en la perficie.
Esas heces son altamente ricas en nutrientes que habitualmente son poco accesibles, justo donde llega la luz y donde se desarrolla el fitoplancton", dice el especialista, doctor en Ciencias e investigador de la Fundación Patagonia Azul. El fitoplancton -explica Hucke-Gaete es como el pasto del mar, equivalente a las plantas en tierra. Estas diminutas plantas marinas producen una gran parte del oxígeno que respiramos.
Por eso, cada vez que inhalamos, mucho del oxígeno proviene del océano, además de las plantas en tierra. "Se ha postulado que nosotros mismos, sin saber de este proceso tan importante que se desarrollaba en el mar, redujimos la productividad de los océanos, producto de que también disminuimos, muy importantemente, las poblaciones de ballenas. Ellas son como una suerte de agricultoras del mar", explica. Señala también que las ballenas Jorobadas son animales migratorios.
Después de reproducirse en aguas tropicales, viajan hacia el sur en busca de sus zonas de alimentación. "La Patagonia es considerada un área de alimentación importantísima, no solo para ballenas jorobadas, sino también para las ballenas sel y, la más grande del mundo, la ballena azul", cuenta el investigador.
Enfatiza que la muerte de estos animales, de estar asociada a actividades humanas, sería algo "delicado", ya que estas poblaciones están en recuperación luego de la captura ballenera industrial que se desarroIló durante la primera mitad del siglo XX. "Cualquier muerte asociada al humano es, por supuesto, negativa", comenta Hucke-Gaete. "Las áreas protegidas son justamente un descanso, un paraíso para toda la biodiversidad.
Fueron declaradas como áreas protegidas para resguardar los procesos ecológicos que se desarrollan ahí", explica. "En la Patagonia Norte ha habido numerosos casos de mortalidad asociados a humanos, desde choques con embarcaciones hasta enmallamiento". Planes de manejo Por su parte, Greenpeace ha expresado su preocupación. Silvana Espinosa, geógrafa y portavoz de Greenpeace, comenta: "Frente a la reciente muerte de dos ballenas jorobadas en áreas protegidas, estamos evaluando nuevas estrategias para contribuir al esclarecimiento de estos casos.
Esto incluye la posibilidad de presentar antecedentes legales adicionales que documenten el impacto ambiental de estas empresas". Espinosa hizo un llamado a la acción: "Es urgente implementar planes de manejo en áreas protegidas, como la Reserva Nacional Kawésgar, donde recientemente se encontró una de las ballenas sin vida.
A seis años de su incorporación al Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Estado (SNASPE), esta área sigue sin contar con un plan de manejo, una herramienta fundamental para la conservación efectiva de los ecosistemas marinos y su biodiversidad", comenta la vocera de Greenpeace. Hucke-Gaete y Espinosa coinciden en que esta situación destaca el impacto de la actividad humana en la conservación de la biodiversidad marina. Ambos esperan que la investigación sea clave para determinar responsabilidades en este caso y para implementar medidas de protección en estos ecosistemas vulnerables. REDES SOCIALES.