CARAS Y CARÁTULAS
CARAS Y CARÁTULAS CARAS Y CARÁTULAS_ Por_ Antonio Voland Nino García Últimos autorretratos J aularecords En el Teatro Aula Magna Usach y sin partitura al frente, la pianista alemana radicada en Chile, Beatrice Berthold, acometió acometió con toda determinación sobre una obra para piano de marcado dramatismo. Se trataba de las «Formulaciones anímicas», una pieza de media extensión, formada por ocho partes con 8 emociones entremezcladas. De 1997, es una de las últimas partituras escritas por el compositor y figura todavía indescifrable en la música chilena Nino García. García. Agobiado por distintas causas, el músico se suicidó en febrero de 1998, a los 41 años. Esa obra pianística es parte del reciente álbum «Del legado de Nino García», del sello Aula Récords, y viene a mostrar la creación de Nino García desde el campo de la música académica.
Recordemos que él vivió momentos de gran esplendor en los 80, como arreglador, director de orquestas tipo Las Vegas, cantante romántico y autor de canciones muy populares entonces, a la altura de «Espejismo», «Entre paréntesis» y «Sin razón». Lo que escuchamos en este registro, registro, sin embargo, nos sumerge en capas más profundas de su sensibilidad y su intelecto como compositor, con obras de cámara intrincadas a veces cinematográficas como el «Cuarteto para violín, clarinete, violoncello y piano» (1994); o a veces definitivamente sobrecogedoras, como la «Sonata para violoncello y piano en do mayor» (1997). Antonella Sigala Colorido blanco y negro antonellasigala El de Antonella Sígala es un nombre que resuena entre la oleada actual de figuras de la música popular. Lo es por distintas razones, desde luego su alcance como intérprete y la cualidad de una voz trabajada y depurada, especialmente especialmente atractiva para un público general. Pero, sobre todo, ella ha logrado su mérito por el trabajo dentro del oficio, que se manifiesta en una dualidad como cantante. Está tanto en la escena del pop como cantautora, como en la escena del jazz siendo intérprete. Su primer disco, «Cine noir», parece ser un espacio donde las dos Antonellas se encuentran con naturalidad.
Desde el presente colorido, pero mirando un pasado en blanco y negro inspirado en el universo cinematográfico y sus divas, Antonella Antonella Sigala escribe 11 canciones afines a su voz tan límpida y juvenil, que por momentos evoca a la Francisca Valenzuela de 2006.
Es un tipo de pop que toma elementos del bolero (»Polo opuesto») o del R&B (»Huellas en el cenicero»), y que requiere conocimiento de la melodía y el encanto de la vieja canción de radio, music ha//y bo?te (»París», «Sesgo atencional», «Cine noir»). Ahí es donde ella también toma insumos de ese jazz que conoce desde los 14 años, en su calidad de integrante del grupo Oid Fashion Jazz Band. i Rita Núñez En el nombre del padre J rita_nunez_medina “A ver, Gabi, quiero escuchar ese piano. Que me hable, como cuando tocaba Perico en La Viseca y salían esos viejos lindos a tocar cueca.
Era un néctar de los dioses”. Es la voz de la cantora y bailarina Rita Núñez, que aquí le habla a la pianista Gabriela Cáceres, recordando a Raúl Lizana, el Perico de Los Chileneros, y ese mercado único que existe en Estación Central llamado “La Viseca”, donde la rueda de cantores campeaba a cualquier hora del día.
Así estalla la cueca «Se arrancaron con el piano», la primera de las 13 reunidas por Rita Núñez en el álbum «Arriba la chilena». Es su estreno como cantora en una grabación, a los 73 años.
Y es un gesto de memoria y puesta en valor de ese repertorio de cuecas escritas por su padre («Dicen que Viña del Mar», «Juanito Orrego», «La piedra feliz», «El músico errante»). Es el gran cantor y Iuthier, Hernán Núñez Oyarce, un símbolo de la cueca brava, posiblemente el más reconocible en ese panteón. Él la introdujo en el universo de la cueca cuando ella era niña.
Ella se convirtió en la bailarina que vino a revolucionar revolucionar la danza, y ambos caminaron juntos por años en ese sendero al que hoy se une una pléyade de cultores de la nueva generación cuequera que la acompañan en este disco ahora tan dieciochero: Torito Alfaro, Belencha Mena, Inti González o Camila Abarza.
Delight Lab Lo que existe más allá deIightJab_oficiaI Los hermanos Andrea y Octavio Gana forman el núcleo de Delight Lab, ese conjunto conocido por sus intervenciones intervenciones de luz sobre la torre de la antigua Telefónica, en Plaza Italia. Pero sus obras lumínicas han ido mucho más lejos en espacios inusuales, en la geografía misma, formaciones rocosas, en estructuras industriales, o en naves de viejas iglesias. Ahora el grupo da un paso hacia la música, la composición y la improvisación, incorporándose incorporándose a la escena del ambient actual.
Editado por el sello Pueblo Nuevo, el álbum «Horizontes en fuga» es resultado de lo que ellos han denominado “conciertos “conciertos audiovisuales”, donde los lenguajes de lo lumínico, lo poético, lo visual y lo sonoro están incorporados en una misma obra. Yen especial esta nueva música de pianos, órganos, sintetizadores e incluso un gong, es también desenlace de la experiencia de este colectivo en el Observatorio Observatorio Alma. Ahí, realizaron una residencia y tomaron contacto con astrónomos.
En esa narrativa a partir de capas sonoras, atmósferas, melodías minimalistas y capturas de campo con los que la música toma forma, cada pieza está relacionada con uno de los descubrimientos astronómicos a cargo del Observatorio Alma, en sus diez años de trabajo. NOMBRES PROPIOS_ Silvia Infantas (1 923-2024) Ella había alcanzado los 100 años, como un símbolo en la historia de la música chilena, pero Silvia Elvira Infantas Soto incluso superó esa barrera. Apenas cinco días después de cumplir los 101, falleció en el hogar de acogida en la comuna de Macul en que se encontraba. Aunque se había retirado de la música hacía décadas, seguía siendo un nombre recordado en el canto. La última estrella de la antigua canción folclórica.
Junto a ella figuran los nombres nombres de Ester Soré, Carmencita Ruiz, Margarita Alarcón y Mirtha Carrasco, entre otras damas que dominaron estudios estudios de grabación, sellos discográficos, discográficos, auditorios radiales, quintas de recreo, restoranes del Centro de Santiago y otros espacios donde el folclor pasó a ser un espectáculo de masas.
Premio Presidente de la República 2016 y Figura Fundamental de la Música Chilena por la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD), Silvia Infantas pasará también a la historia por el amplio repertorio de tonadas que grabó, y que en su voz son las que hemos escuchado desde siempre: «Matecito de plata», «Mi banderita chilena», «La rosa y el clavel», «Cantarito de greda», «Bajando pa l, j2rto Aysén», «Rosita de poal» o «La consenLc1a Pero sobre todo, ahí está la famosa «Tonadas de Manuel Rodríguez», de 1959, con letra de Neruda y música del gran Vicente Bianchi. If.