Los niños de ayer y de hoy
Esta semana se conmemoró el Día Universal de la Infancia, efeméride que quedó establecida por la Organización de las Naciones Unidas, (ONU) que, en 1959, aprobó la Declaración de los Derechos del Niño y, 30 años más tarde -en 1989se logra acordar el texto final de la Convención sobre los Derechos del Niño.
Se supone que este día es para fomentar la fraternidad entre los niños y niñas del mundo y promover su bienestar, Lamentablemente, las cosas no están todo lo claras que debieran ser, en un mundo cada vez más cambiante, materialista y confuso, para mal de cientos de millones de seres vulnerables, frágiles e inocentes.
Veamos una singular incongruencia: de acuerdo con la Convención sobre los Derechos del Niño y la organización humanitaria Unicef, una persona deja de ser niño cuando cumple... 118 años! Sin embargo, no existe un consenso único sobre cu la adolescencia y, posteriormente, varias entidades más técnicas, especificaron que, algunas etapas de la vida son: Primera infancia: entre los 1 y 6 años; la niñez: entre los 6 y 13 años; la preadodo comienza. Lescencia: entre los 13 y 15 años; la adolescencia: desde los 15 años, hasta cumplir la mayoría de edad.
Palabras más, palabras menos -y en el fondo-, lo ideal sería que cada niño o niña pudiera tener, desde su nacimiento, toda la protección, alimentación y los cuidados que se merece, como ser humano y eso, lamentablemente no es así.
Millones de pequeños mueren en ciertas zonas del planeta, antes de cumplir los 5 o 6 años de vida, como consecuencia de una pobreza increíble y en los países más ricos y poderosos no existe la suficiente toma de conciencia y sensibilidad para superar este panorama desconsolador y deprimente.
Aparte de eso, están los menores que fallecen como consecuencia de guerras absurdas y en otras zonas son cientos de miles los niños y preadolescentes que viven sumidos en el inframundo de la drogadicción, a raíz de lo cual se convierten en precoces delincuentes, un panorama del que Chile no está exento. En este sentido, las autoridades están “al debe” desde hace largo tiempo.