Autor: MATÍAS BAKIT R.
“Soy partidaria de que Matthei salga fuerte y rápido para contrarrestar la sensación de inmovilidad”
“Soy partidaria de que Matthei salga fuerte y rápido para contrarrestar la sensación de inmovilidad” MARÍA JOSÉ NAUDON:“No he parado”, dice María José Naudon, sobre sus últimos meses.
Como decana de la Facultad de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez cargo en el que cumplirá un año en diciembre, cuenta que ha debido estar atenta a todos los azares de la contingencia y de la política. Y, en ese sentido, la abogada esposa de su colega Juan Ignacio Piña, quien defenderá a la ministra Carolina Tohá ante la acusación constitucional presentada por republicanos reconoce no han faltado cosas por analizar.
Sobre todo en el sector que, dice, la representa, la centroderecha, que ha estado en el ojo del huracán por el caso Audio donde varios discuten la estrategia de defensa usada, las denuncias por el sueldo de Marcela Cubillos en la Universidad San Sebastián y ahora, por sus divisiones internas. Uno de los nombres que han marcado la discusión política es el del exministro del Interior Andrés Chadwick, sobre quien Naudon cree que “es imprescindible que se pronuncie al respecto. Y creo que en estos últimos días lo ha hecho”. Con todo, ella concuerda con que la derecha, en el marco del caso Audio, “ha tenido una estrategia deficiente de crisis.
Yo hubiera esperado que estuviera más proactiva que reactiva”. Y aunque acota que, en su opinión, se trata de un tema con efectos “institucionales”, reconoce que es innegable que “el sector enfrenta una situación muy compleja”. ¿Cuál debiera ser la estrategia entonces?Frente a situaciones como esta y pensando también en el contexto en el que estamos, eleccionario, a cinco años del estallido social, la solución es la formulación de un proyecto político. En ese contexto, creo que la derecha tiene una ventana de oportunidad que se abre y se cierra. Y también una obligación. Pero hay quienes, dentro del mismo sector, tienen la duda de que pueda ser así. Lo manifestó, por ejemplo, Daniel Mansuy. Yo comparto su diagnóstico por una parte y por otra no. Comparto sobre la dificultad de proyectar hacia el futuro y de plantear un proyecto político compartido. Hoy hay mucha contingencia, mucho corto plazo, mucho de lógica electoral. Y el problema de esto es que, en momentos de polarización, el debate suele irse por una ruta totalmente distinta a la de la exigencia de gobernabilidad. Entonces, el test de la gobernabilidad no está siendo aprobado aún. “En lo que no concuerdo es en sus definiciones sobre si Evelyn Matthei tiene ese proyecto, si puede liderar ese proyecto y cuáles serían las ideas que fundamentan ese proyecto. Yo creo que ese proyecto está”. ¿Cuál es ese proyecto? ¿ Dónde se ve?Hay una pista que nos puede servir. En el seminario del Banco Security, Evelyn Matthei hizo una presentación, en la que yo entendí estaban los ejes de su proyecto político. ¿Y cuáles serían los ejes?Primero: crecimiento. O sea, este es un país que si no crece, no puede avanzar. Pero no solamente en sí mismo, sino que un crecimiento “para” algo. Porque, en la medida en que tú vas creciendo, obviamente, la recaudación del Estado es mucho mayor y esa recaudación tiene un beneficio directo en las políticas sociales. Segundo, seguridad.
Si no somos capaces de controlar el fenómeno dedecana de la Facultad de Gobierno de la UAI. 5 AÑOS DEL ESTALLIDO:“El diagnóstico no da para más”Se cumplirán 5 años del estallido y probablemente habrá un debate político. ¿Cuál cree usted que debiera ser el tono?Yo creo que la pregunta constante sobre el “diagnóstico” no da para más. Ya es suficiente y lo que toca ahora es actuar y responder. La época de consensos fuertes, radicales y permanentes fue una excepcionalidad. Entonces lo que nos queda ahora son los pragmatismos. Frente a eso, me parece que el proyecto de Evelyn Matthei da en ese clavo.
Sobre todo cuando dice “mira necesitamos esta y esta otra reforma, pero si no ocurre, vamos por otro lado”. ¿Y la izquierda? ¿ Superó la idea de refundación que buscaba con el estallido?Me pregunto, ¿cuál es el proyecto político que esta izquierda presenta? El proyecto de la primera Convención Constitucional. Es decir, la refundación. Ese era el proyecto político. Fracasado, no porque ellos no creyeran en él, sino porque la ciudadanía no creyó.
Entonces, primera pregunta, ¿cuán vigente están esas convicciones en la izquierda?, ¿qué va a pasar cuando este Gobierno sea oposición? nla seguridad, todo lo que vamos a plantear es una “quimera”. Y tercero, ella dice que si bien debemos celebrar que Chile ha superado la pobreza, eso no es suficiente. Si es así, ¿por qué hay inquietud en ciertos sectores de la derecha?Primero, los partidos de Chile Vamos o de centroderecha tienen a republicanos por un lado. Y no todas las opiniones respecto de cómo trabajar o hacerse cargo de ese fenómeno son iguales. Lo segundo es que los partidos están atentos a las lógicas electorales, que son distintas a las lógicas de gobernabilidad. Esta última supone renunciar y negociar.
Y supone salirse de la lógica “ami-ALLINIPALR“No creo que se juegue el todo por el todo en el resultado de la elección municipal”. “Es importante que se deje en claro que los privados también tienen límites que se deben respetar”. go-enemigo”, que es la que parece retribuye hoy en día. Y tercero es que existe una discusión al interior de su campaña sobre los tiempos.
Es decir, sobre cuándo debería salir como candidata, con todo su programa y toda su gente. ¿Cuándo cree usted? ¿ No se debiera apurar eso dada la inquietud?Yo soy partidaria de que salga fuerte y rápido para contrarrestar la sensación de inmovilidad.
Y no solo por eso, sino que para ir instalando este nuevo proyecto y construyendo esta nueva épica. ¿Puede Evelyn Matthei ordenar a su sector? ¿ Tiene ese liderazgo?Yo creo que ella tiene capacidad de liderazgo. Es una política con mucha trayectoria que, además, tiene algo súper importante a su favor: el apoyo ciudadano. “Además creo que ella ha hecho acciones que comprueban esa ruta. En el proceso constituyente tuvo un rol importante, confrontacional incluso. En el caso Audio, con el “caiga quién caiga”, es clara e indica una línea de mano firme con la corrupción, o con cualquier asunto que se salga de las normas.
Yo creo que ese relato es uno que puede y debe atraer, creo yo, a los partidos políticos”. “LA DERECHA YA HA PERDIDO CON ESTO”Usted mencionaba el test de gobernabilidad. ¿Qué nota se estaría sacando la de-recha con lo ocurrido esta semana con las acusaciones constitucionales?Claramente, esta semana la derecha reprueba, y no solo con un rojo, sino con un 1.0 bien ganado. A la derecha siendo oposición y con la sombra de republicanos creciendo a través de echarle más bencina al fuego de la polarización se le nota ansiedad. Si no logran atajarla, las consecuencias serán nefastas. El sector ha criticado duramente el uso indiscriminado de acusaciones constitucionales. ¿Cae en lo mismo ahora?Sí. Venga de donde venga, el abuso de las acusaciones constitucionales degrada unas instituciones ya debilitadas, profundiza la lógica del “ojo por ojo” y prostituye, con fines electorales confesos, una herramienta relevante. Esto, además, deja en segundo plano acusaciones fundamentales contra ministros de la Corte Suprema y continúa alimentando la lógica de la desafección ciudadana. Tensión e inestabilidad son el resultado de la semana y el problema de fondo sigue sin abordarse. “Más allá del resultado, la derecha ya ha perdido con esto. El espectáculo, la improvisación y la descoordinación que además mezcla un reproche a la gestión política con un tema de responsabilidad constitucional resultan dañinos en todos los sentidos.
Es importante levantar voces, no ser ciegos con lo que está pasando”. Ya se ve una diferencia entre Evópoli y el resto del bloque. ¿Se la esperaba?, ¿qué efectos puede tener?Me parece positivo que frente a los errores no exista una defensa corporativa absurda. Y en el caso de RN, el error fue grueso. Repetir lo vivido en el gobierno de Piñera es cortoplacista. El objetivo no es solo ganar, es gobernar y este no es el camino. Hay quienes dicen que en el panorama actual de la centroderecha a republicanos se le abre una gran oportunidad... ¿Oportunidad electoral? Sin duda es la carta que están jugando. Dividir a la derecha entre “valientes” y “cobardes”. Un clásico. Tensionar para generar agenda donde les reditúa. El problema de esta opción irresponsable es que ni el descontento, ni las necesidades ciudadanas encuentran el cauce adecuado. En las municipales, ¿qué pasaría si Chile Vamos pierde Santiago, Viña, Valparaíso? ¿ No sería un golpe para Matthei?No me quiero meter en ese escenario. Aunque sí, sería un golpe, por supuesto. Pero no es inhabilitante para seguir en una carrera política con un proyecto atractivo. ¿Dificulta? Sí. ¿Es una piedra en el camino? Sí. ¿Sería deseable que no fuera así? También. Pero no creo que se juegue el todo por el todo en el resultado de esa elección.
“EL PROBLEMA ES LA RESPUESTA DE CUBILLOS”Como decana de una universidad privada, Naudon no ha sido ajena al ruido que ha provocado en el ambiente la polémica por el sueldo de la exministra y candidata a la Municipalidad de Las Condes, Marcela Cubillos. “Las universidades, que son el lugar donde se produce esta discusión, son instituciones reguladas en su acreditación, su financiamiento, sus normativas.
Entonces acá la superintendencia debe hacer su trabajo, las instituciones deben verificar si efectivamente se cumplen o no las normativas que tienen”, dice. ¿No golpea esto a la derecha?El problema lo veo más bien en la respuesta o defensa de Marcela Cubillos. Cuando pone el foco en que esto es un atentado a la libertad. Y eso creo que no es adecuado porque la libertad tiene contenido. Y se pueden hacer juicios respecto de los actos libres.
Para aquellos, como yo, que creemos profundamente en la libertad como parte del sistema político y como valor humano, esto es un argumento que trata de revestir de un cierto debate ideológico a algo que no va por ahí. ¿Por dónde va?Lo que ocurre es que el subtexto de esa declaración parece plantear que entre privados no hay reglas, no hay normas, no hay límites. Y eso yo lo veo importante de matizar para la derecha. Es importante que se deje en claro que si bien los particulares se rigen por otras normas, también tienen límites y estructuras que deben respetar. Por eso su defensa ha sido cuestionada incluso desde la misma Universidad San Sebastián. “Y otra cosa más sutil es que la frase es una muestra muy palpable de lo que se conoce como síndrome de Versalles. Ese lenguaje y esa fuerza que ella usa para justificar o explicar su situación demuestra una cierta lejanía con la realidad.
Una desconexión con la ciudadanía”. ¿Cree que el episodio de Marcela Cubillos pueda causar problemas para el mundo privado? ¿ Prejuicios?Por supuesto, el riesgo es caer en la generalización, meter a todos en el mismo saco y activar prejuicios contra lo privado, asociándolo automáticamente con abuso y arbitrariedad.
Algo de esto hemos visto con la denuncia de dos diputados del PS: una presentación apresurada, oportunista y técnicam e n t e d e f i c i e n t e, q u e m u e s t r a u n aprovechamiento político burdo. Por otro lado, surge la tentación de sobrerregular. Pero el camino no es ese, y por eso casos como este resultan tan dañinos para la derecha y sus principios. n.
Para la decana de Gobierno de la UAI, la alcaldesa de Providencia debe apresurarse en “ir instalando el nuevo proyecto y construir una nueva épica”. En contraste, se muestra crítica con las diferencias mostradas por la centroderecha esta semana. “El bloque se nota con ansiedad. Y si no logran atajarla, las consecuencias serán nefastas”. | MATÍAS BAKIT R. MARÍA JOSÉ NAUDON: A C