Baja la presión del nematodo de la frutilla
Baja la presión del nematodo de la frutilla E l viernes 8 de julio del año pasado, el funcionamiento de los campos y del pack i n g d e A g r í c o l a Llahuén, el principal vivero de plantas de frutillas de Chile y uno de los más relevantes a nivel global, se detuvo completamente.
Los funcionarios del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) llevaron a las oficinas centrales de la empresa, en Paine, una inesperada notificación donde explicaban la detección de una plaga cuarentenaria ausente en Chile en plantas de frutillas que tenían como origen este vivero, el Aphelenchoides fragariae o nematodo de la frutilla. Estaban en medio de la temporada de cosecha de plantas. "La notificación es un papel que nos decía que todo tenía que quedar inmovilizado.
Fue como decir un, dos, tres, momia es.. . Lo primero fue detener el vivero, con todo lo que significa una operación con 700 personas trabajando, que tuvimos que desvincular de un día para otro, y a la vez establecer un protocolo rápido de acción en los campos, porque no sabíamos si estaba o no la plaga, ni qué nivel de infectación podíamos tener. En el fondo, fue un coronavirus, pero en el campo", explica Andrea Maruri, gerenta de producción de Agrícola Llahuén.
También recuerda que otro paso inmediato fue solicitar una reunión con el área de protección agrícola y de vigilancia del SAG y, en forma interna, comenzar a estudiar y conocer la plaga, que al no estar presente en el país no tenía protocolos o medidas de control, y los obligó a contactarse con especialistas internacionales. "Nos apegamos rápidamente a la resolución exenta que publicó el SAG para establecer normas de sanitización, aislación e inmovilización para cualquier productor de frutillas", dice Andrea Maruri.
PÉRDIDAS IMPORTANTES A un año de la aparición del nematodo de la frutilla, que hoy se ha detectado en todas las regiones donde se produce este fruto, afectando a unas 1.411 hectáreas de un total en torno a las dos mil hectáreas que se cultivan en el país la plaga ha sido un golpe fuerte para los productores y también para Agrícola Llahuén, que es por lejos el principal vivero de esta especie y perdió en torno al 60% de la producción de 2022. "Del total de la estimación de cosecha que teníamos, alrededor del 40% salió liberado y el 60% tuvo que eliminarse, tanto porque dieron positivo como por no cumplir con las condiciones de calidad al momento de ser liberadas. Para la empresa fue un golpe económico fuerte", asegura Andrea Maruri.
Sumado a las pérdidas, la aparición de la plaga que llevó al Ministerio de Agricultura a decretar emergencia agrícola en agosto del año pasado obligó a viveros como Llahuén a comprar maquinarias nuevas y hacer inversiones importantes para definir una nueva forma de trabajo dentro del vivero y así evitar la propagación del nematodo, ya que la unidad productiva donde mantienen las plantas madres fue liberada por el SAG, al no detectarse la presencia de la plaga. "Tenemos ocho unidades de producción aisladas por temas sanitarios, que siempre se han manejado así, y gracias a eso tuvimos algunos lotes negativos que pudimos liberar, y todos los planteles madres resultaron negativos a la plaga", explica la gerente de producción.
De cara a una nueva temporada, asegura que si bien redujeron el volumen de producción de plantas respecto de un año normal, para poder controlar las variables de riesgo relacionadas con el nematodo terminaron de cosechar en agosto y lograron entregar el programa de plantas. "Normalidad todavía no hay, pero con todo lo que hicimos, como establecer protocolos fitosanitarios, dividir a las madres y mantenerlas aisladas, y una infinidad de otras cosas, sacamos una muy buena temporada adelante... Toda planta que salió de Agrícola Llahuén este año está liberada por el SAG como negativa al Aphelenchoides fragariae", asegura Andrea Maruri.
Una de las lecciones que ha sacado de esta experiencia es que se debería insistir más en monitorear las plagas que no están presentes en Chile a través de análisis, ya que hasta ahora no se sabe cómo, cuándo ni dónde entró el nematodo de la frutilla al país, y hoy tiene a 1.282 productores afectados. "Hay otras plagas ausentes en Chile que son importantes para las frutillas y ya estamos analizándolas, porque esto va a seguir ocurriendo y hay que estar atentos... Se debería poner más atención en aquellas plagas que no están analizadas constantemente en todos los programas de certificación que participamos con el SAG. Si una plaga está ausente, se debería buscar igual.
Eso saco como conclusión", plantea Andrea Maruri, ya que la empresa desde hace décadas participa en los diferenLos viveros, productores y el SAG han avanzado para controlar la plaga, que fue detectada por primera vez en Chile hace un año y generó una emergencia agrícola por su fuerte impacto productivo. Por primera vez, Agrícola Llahuén el principal vivero de plantas de frutillas del país habla sobre los efectos y explica el plan que llevan adelante para recuperarse. PALOMA DÍAZ ABÁSOLO La presencia del nematodo de la frutilla afecta la producción de frutas. En la foto, la comparación entre unaplanta sana y una dañada por la plaga. AGRÍCOLA LLAHUÉN AGRÍCOLA LLAHUÉN Baja la presión del nematodo de la frutilla. tes programas de certificación para la producción y exportación de plantas que mantiene el SAG, tanto obligatorios como voluntarios.
PEDIR ANÁLISIS Tras la emergencia, para esta temporada se espera un mejor desempeño que el año pasado en términos de disponibilidad de plantas y de producción, ya que a raíz del nematodo de la frutilla se estima que las pérdidas varían entre 30% y 60% por hectárea. "En general, en las zonas productoras la actividad se está desarrollando de mejor forma que en 2022, excepto en la Región del Maule, que ha visto un retraso en sus plantaciones por la menor disponibilidad de plantas y por la compleja situación climática que ha afectado a la zona", explica José Guajardo, director nacional del SAG.
En ese sentido, menciona que además de Agrícola Llahuén, que este año tiene un mayor volumen de plantas liberadas para la venta, otros viveros más pequeños aumentaron la producción de plantas de frutilla para este año, lo que ha ayudado a proveer de plantas a los productores en diferentes regiones. "El SAG está recomendando a los agricultores, al momento de adquirir sus plantas, solicitar al vivero o al distribuidor autorizado el análisis nematológico que indique que las plantas se encuentran libres o negativas al nematodo", sugiere, ya que los viveros tienen la obligación de vender las plantas con análisis de laboratorio de respaldo.
Por otro lado, ya existen 20 plaguicidas para controlar el nematodo de la frutilla autorizados por el SAG, aunque ninguno logra su control total y los productores deben combinar su uso con otras medidas culturales y de manejo que se han establecido en una resolución sanitaria y se han difundido entre los productores a través de instituciones como Indap, ya que la mayoría son pequeños agricultores.
NORMALIZACIÓN El asesor de productores de frutillas Jonathan Silva trabaja con agricultores entre las regiones de Valparaíso y Biobío, y asegura que los efectos productivos de la plaga están más atenuados este año que la temporada pasada, cuando se detectó y se activó la emergencia. "Si el año pasado en estas fechas había un 80% de los huertos afectados por el nematodo, ese número este año es al revés y en promedio se debe ver un 20% notoriamente afectado. La proporción cambió", dice, y detalla que en su campo debe tener alrededor del 5% del huerto afectado y tendrá que eliminar esas plantas para no contagiar al resto.
Frente a eso, cree que el nematodo llegó para quedarse y habrá que acostumbrarse a implementar estrategias de control en los huertos, no solo al momento de plantar, sino que también a lo largo de la temporada. "Se debe hacer todo un manejo de aplicaciones a través de todo el ciclo productivo... Si el agricultor se confía y hace solo una o dos aplicaciones, en nematodo va a aumentar su población y va a generar problemas de productividad", afirma, y detalla que aún está elaborando una ficha de costos de producción para las frutillas considerando los insumos que requiere el control de la plaga.
También menciona que una de las dificultades que enfrentaron los agricultores en la temporada anterior fue que los recursos destinados desde el Ministerio de Agricultura para la emergencia agrícola llegaron recién en junio de este año, por lo que muchos no tuvieron recursos para comprar los plaguicidas recomendados para enfrentar la plaga, y los utilizarán recién este año. AGRÍCOLA LLAHUÉN El SAG indica que a nivel nacional hay más de 1.400 hectáreas afectadas en casi todas las regiones donde se producen frutillas. 1.282 productores están afectados, entre Valparaíso y Biobío. ESPECIAL BERRIES Baja la presión del nematodo de la frutilla.