PIB per cápita
PIB per cápita EDITORIAL PIB per cápita Si la región mantiene la trayectoria actual, con una tasa de crecimiento promedio anual de 2,1%, tardará 120 años en ubicarse en el promedio del país.
En la medida que persistan las brechas y obstáculos mencionados, las grandes potencialidades que tiene Ñuble en sectores como la agricultura, la agroindustria, el turismo y los servicios, por ejemplo, no podrán ser explotadas adecuadamente, condenando a sus habitantes a altos niveles de desempleo y bajos ingresos, en el fondo del ranking del PIB per cápita regional.
E l reciente informe "Crecimiento del PIB per cápita real en Chile 2013-2023: mirada nacional con enfoque regional", del Observatorio Económico y Social de la Universidad de La Frontera, elaborado con datos del Banco Central, reveló que el PIB per cápita de la región de Ñuble, en 2023, alcanzó $6.084.500, ubicándose en la penúltima posición a nivel nacional. El PIB per cápita corresponde al Producto Interno Bruto dividido por el número de habitantes, indicador que entrega algunas señales del bienestar de la población y que permite hacer comparaciones con otros territorios. En el caso de Ñuble, el PIB per cápita revela una gran distancia respecto del promedio nacional, que alcanzó $10.207.463 en 2023.
Al revisar el comportamiento del PIB per cápita de Ñuble se observa que, entre 2013 y 2023 creció 21,5%, lo que a simple vista constituye una buena noticia, de hecho, fue la quinta mayor expansión del país en dicho periodo, sin embargo, esto también revela que la región requiere crecer a tasas muy superiores al 2% anual para mejorar su posición relativa y acercarse al PIB per cápita promedio nacional. Dicho de otra forma, si la región mantiene la trayectoria actual, con una tasa de crecimiento promedio anual de 2,1%, tardará 120 años en ubicarse en el promedio del país.
Los expertos coinciden en que la región requiere un impulso adicional para abandonar su histórico rezago económico y social, de hecho, fue precisamente esa necesidad la que levantó la demanda por la creación de la región de Ñuble.
Y si bien es prematuro hacer evaluaciones de dicha transformación cuando apenas han pasado seis años, conviene mencionar que el PIB real de Ñuble creció un 10% antes de la creación de la región y un 18% después de esta política, lo que sugiere que algunas políticas habrían favorecido este crecimiento.
Sin embargo, el impulso adicional que necesita Ñuble aún no se produce y está fuertemente relacionado con la superación de grandes brechas de infraestructura y de capital humano, así como también con la diversificación de la matriz productiva a través de la agregación de valor y la manufactura y el desarrollo de rubros emergentes del sector servicios. Otro aspecto relevante dice relación con la atracción y facilitación de inversiones en un contexto donde las excesivas regulaciones y la burocracia de los permisos se han transformado en obstáculo insalvable para muchos empresarios.
Precisamente, esta semana, la Cámara Chilena de la Construcción-Ñuble dio a conocer los resultados del Índice de Soporte de Infraestructura Territorial (ISIT), que mostró deficiencias significativas en diversas áreas, como energía, infraestructura vial, agua, logística, telecomunicaciones y resiliencia.
En términos de energía, destaca la limitada capacidad de transmisión eléctrica; en vialidad, existen carencias en la pavimentación de rutas; en agua, sigue pendiente la concreción de los embalses; y en el ámbito logístico, se identifican desafíos debido a la lejanía de la región respecto a aeropuertos.
En ese sentido, en la medida que persistan las brechas y obstáculos mencionados, las grandes potencialidades que tiene Ñuble en sectores como la agricultura, la agroindustria, el turismo y los servicios, por ejemplo, no podrán ser explotadas adecuadamente, condenando a sus habitantes a altos niveles de desempleo y bajos ingresos, en el fondo del ranking del PIB per cápita regional..