Autor: JULIETA GARAGAY R. y JAVIERA OJEDA M.
LAS MIRADAS A FUTURO DE LÍDERES sub 35
MAGDALENA GARDILCIC (26) Abogada y fundadora de “Creciendo Juntas” Después de una visita a una residencia de niñas en Viña del Mar, Magdalena Gardilcic —abogada de 26 años— creó “Creciendo Juntas” en 2017, una organización mayormente de voluntarias que acompaña a niñas, niños y jóvenes del Sename. “La principal causa por la que entran niñas al Sename es por violencia de género. Para ellas es más fácil conectar y sentirse seguras con mujeres”, comenta.
Gardilcic cree que la presencia de voluntarias con títulos profesionales o técnicos les permite a las niñas tener referentes femeninos que imitar: “Así pueden proyectarse a sí mismas en el largo plazo”. Hoy “Creciendo Juntas” ayuda a más de 25 hogares en cinco regiones del país, haciendo proyectos de educación sexual, empoderamiento femenino y medio ambiente. Pero Magdalena cree que aún falta en la protección de las niñas: “En el Sename hay proyectos de perspectiva de género que en la práctica no tienen continuidad en el tiempo. Además es muy distinto un programa creado por un hombre que uno creado por una mujer que ha sufrido violencia.
Por eso es necesario que no solo nos involucremos desde el trabajo práctico, sino que también en la creación de normas, leyes y programas que sí logren reparación en las niñas”. Además de políticas públicas eficientes, se debe hacer conciencia de que la violencia contra las niñas afecta a toda la sociedad: “Se tiende a creer que solo las afecta a ellas, pero esa niña después se desarrolla como adulta y eso que sufrió va a impactar de manera negativa en todos”. JULIETA MARTÍNEZ (18) Creadora de “Tremendas” “Necesitamos formar niñas líderes que no sean espectadoras del cambio, sino protagonistas de este”, opina Julieta Martínez, creadora de “Tremendas”, una plataforma colaborativa de jóvenes interesadas en cambiar el mundo.
La joven de 18 años, que se dedica al emprendimiento social, al activismo por la equidad de género y la justicia climática, partió desde muy pequeña: “Ser activista tiene una carga fuerte, eres la revoltosa y para algunos la problemática, Ser activista mujer y niña, aún más.
Por eso tienen que estar presentes desde edad temprana la educación ambiental y la equidad de género”, En 2021 “Tremendas” lanzó su “Academia Climáticas” para niñas de Latinoamérica y el Caribe: “La crisis climática también es un problema social y de derechos humanos, y la educación de las ni una solución”, comenta. Martínez cree que cada día hay ¡ ses Más mujeres que están incidiendo en políticas y transformaciones sociales: “La voz de mujeres jóvenes tiene cada vez más eco y eso me llena de esperanza.
Pero aún es un desafío nuestro rol en espacios de incidencia; las niñas no estamos solo para la foto o para acciones “cosméticas”, tenemos voz, opinión y somos generadoras de acciones determinantes para la sociedad”. Para Julieta es urgente una mayor perspectiva de género e interseccionalidad para enfrentar los problemas actuales: “Entender que las crisis están conectadas y que las desigualdades sistémicas se unen a través de diversos factores sociales es clave para que podamos alcanzar el “desarrollo sostenible” que tanto anhelamos”. ANTONIA CARRIZO (19) Creadora del proyecto “Comparte tu libro” Antonia Carrizo es estudiante de segundo año de College en Ciencias Sociales en la Universidad Católica. Cuando se encontraba en octavo básico en el Liceo Carmela Carvajal creó el proyecto “Comparte tu libro” y lo instauró en todos los cursos de enseñanza básica de su liceo. Carrizo notó que no todos tenían el privilegio de leer y que no en todos los colegios los estudiantes contaban con libros para implementar el proyecto. Ahí nace la idea de crear bibliotecas en escuelas rurales. En 2018 llegaron por primera vez a Carahue, Región de La Araucanía. En 2019 levantó un voluntariado de fomento lector en hospitales públicos: “Era súper clave juntar esta pasión por la lectura y el querer mejorarle la vida a otro”, cuenta la joven.
Carrizo dice que los espacios de mujeres lectoras se están levantando poco a poco y que, en su mayoría, son autoconvocados: “Las mismas mujeres buscan un espacio seguro para leer, pero estos espacios tienden a ser de mujeres que ya leen para otras mujeres que también lo hacen”. Para la joven, es importante que estos espacios no solo se queden entre mujeres que leen regularmente: “Se debería hacer énfasis de estos espacios en comunas en donde hay mayor índice de vulnerabilidad, puesto que son las personas que menos espacios de lectura tienen”. Alo largo de los años, Carrizo ha llegado a la conclusión de que las mujeres leen más que los hombres.
Así también, aquellas mujeres y niñas que “no tienen la posibilidad de tener espacios de lectura están más interesadas en poder sumergirse en este mundo”. “Necesita mos formar niñas líderes que sean protago nistas del 'ambio”. KARINA BULDRINI (33) Paleontóloga Karina Buldrini estudió Licenciatura en Ciencias con mención en Biología y un Magíster en Ciencias Biológicas en la Universidad de Chile. Fue parte del Área de Patrimonio Natural del Consejo de Monumentos Nacionales. Hoy se desempeña como curadora del área de Zoología de Vertebrados del Museo Nacional de Historia Natural, trabajando con mamíferos fósiles que vivieron en Chile hace más de 20 millones de años. También es parte de la directiva de la Asociación Chilena de Paleontología: “Entre las colegas hemos tratado de visualizar la brecha que existe en la participación femenina y visibilizar nuestro trabajo.
Así las sabrán que es posible hacer ciencia”. Las mujeres llevan poco tiempo incorporándose al estudio de los vertebrados en Chile, dice Buldrini: “Cuando estudiaba habían algunas paleontólogas que fueron un núcleo fundamental del desarrollo de esta disciplina en el país y mis referentes femeninas. Pero en su mayoría eran y siguen siendo hombres”. La paleontóloga comenta que las mujeres científicas tienden a formar estudiantes y a divulgar, pero esto no es premiado. “Las mujeres históricamente no han sido reconocidas. Esto ¡ ñas es porque tenemos una academia muy exitista que se mide por los grandes aportes, siendo que la ciencia se constituye de pequeños aportes colectivos. Muchas veces nosotras nos dedicamos a hacer estas cosas en vez de perseguir el éxito, por eso quedamos a la sombra.
Uno de los principales desafíos que tenemos como agentes de cambio en ciencias es hacer un giro a esta visión”. FERNANDA PINILLA (28) Jugadora de la selección femenina de fútbol de Chile y del club Universidad de Chile El fútbol ha marcado la vida de Fernanda Pinilla (28). Pero ser futbolista no es una tarea fácil.
En octubre del año pasado, una investigación realizada por la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile y la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino, de la que Pinilla es fundadora, develó que el 83% de las jugadoras de fútbol no recibe remuneración. “En Chile no existen las condiciones para que las jugadoRas puedan estar únicamente enfocadas en el fútbol. Tienen que estar haciendo otras actividades para recibir un solvento económico”, explica la seleccionada nacional de fútbol. Reconoce que ella es una de las pocas mujeres que cuentan con contrato profesional y que, aun así, los sueldos no permiten dedicarse únicamente a la actividad. Para la seleccionada nacional, existe una infantilización de lo que ellas hacen. “Nos tratan como niñas y nosotras somos jugadoras de fútbol, somos mujeres. Se refieren a nosotras como la Rojita.
Entiendo que es una construcción social porque el fútbol, se supone, estaba hecho para hombres Cuando una empieza abrir estos espe hay que demostrar constantemente que una puede jugar fútbol”, cuenta Pinilla, quien recientemente lanzó su autobiografía dedicada, especialmente, a niñas y jóvenes. La joven afirma que la importancia de fomentar el deporte en niñas y mujeres tiene varios aspectos. Por una parte, permite conocer el cuerpo y las capacidades físicas. Pero, ademá el deporte ayuda a la imagen que tienen las mujeres sobre sí mismas: “Fortalece sobre todo nuestra autoestima, nuestro amor propio. Proponerse desafíos deportivos es muy importante.
Los avances personales que uno va viendo en el deporte entregan mayor seguridad en nosotras mismas”. KAREN VERGARA (3D) Vicepresidenta de la ONG Amaranta y coordinadora del Proyecto Aurora Karen Vergara investiga activamente sobre género y tecnología. El 1 de marzo se anunció que asumirá como encargada de la oficina de Estudios e Igualdad de Género de la Subdirección de Género de la Municipalidad de Santiago, la primera a nivel nacional. Llegó a la vicepresidencia de la ONG Amaranta, un espacio feminista de investigación y de acción de mujeres para la promoción de la equidad de género y derechos humanos. Ha llegado a la conclusión de que la violencia de género digital tiene como principales víctimas a mujeres y disidencias. Esto sucede, explica Vergara, porque existe un interés por restarlas de los espacios. “La mayoría de los ataques, los más invasivos y más fuertes, están muy ligados al ámbito sexual”, explica la coordinadora del Proyecto Aurora, lugar donde buscan inculcar estrategias de autodefensa digital a las mujeres. “Existe una mirada del cuerpo de las mujeres como un bien de consumo y eso se traspasa al plano digital. En el caso de las disidencias, la violencia digital apunta a quitar el espacio y por, sobre todo, reproducir discursos de odio”, afirma. En la actualidad, dice la joven de 31 años, internet es un vehículo en el cual se reproducen las violencias presentes en la sociedad. Para Karen Vergara es importante nombrar este tipo de violencia. Hacerla visible e identificarla. También, afirma, es necesario que sean nombradas en la legislación chilena: “El hecho de que en la actualidad no existan herramientas legales para poder perseguir este tipo de situaciones pone todo cuesta arriba. No estamos hablando de algo punitivo, sino de que exista una reparación a las víctimas”. MH