Autor: TOMÁS CELEDÓN
"Si bien no hemos sido gobierno, muchas de nuestras ideas hoy están gobernando"
“¿ Va a mejorar la economía, los sueldos, el empleo y la productividad reduciendo un 10% la jornada laboral? No lo creo”, dice el abogado y analista sobre el rechazo del Partido Republicano al proyecto de 40 horas laborales.
Cristián Valenzuela —abogado, 42 años—es, si no el principal, uno de los más cercanos asesores del excandidato presidencial del Partido Republicano, José Antonio Kast, a quien conoció el año 2007 trabajando en la Fundación Jaime Guzmán, donde se desempeñó en el área legislativa.
Tras asesorarlo en la comisión de Educación de la Cámara, impulsar en conjunto la acusación constitucional contra la actual senadora Yasna Provoste (DC) —quien hasta 2008 ofició como ministra de Educación— y trabajar con él en las dos últimas campañas presidenciales, Valenzuela acompaña a Kast desde la dirección ejecutiva de Ideas Republicanas, centro de estudio ligado al partido. Valenzuela tiene intensa actividad también en el área académica y es panelista y columnista en distintos medios.
También tuvo un paso por Estados Unidos, donde fue a realizar estudios a la Universidad de Cornell. —-¿ Es por un tema estratégico que José Antonio Kast no se ha involucrado directamente en el debate por seguridad, priorizando recorrer el país? —José Antonio lleva varios años recorriendo el país y siempre ha dicho que esto, más que una carrera de 100 metros, es como una maratón que tiene distintos momentos.
Hoy, el foco, evidentemente, es apoyar a los candidatos al Consejo Constitucional, ya que es una elección muy importante, que no queríamos, pero una vez que el Congreso la aprobó, el objetivo es que la representación del sector sea la máxima posible. En la lógica de un proyecto que lleva varios años con un trabajo consistente, no estamos angustiados ni sometidos a la presión del día a día. Y eso lo distingue de otros actores políticos. —¿ No siente que han quedado desplazados en el debate, sobre todo de la Ley Naín-Retamal? —_Las urgencias y las prioridades no las fijamos hace dos semanas. El apoyo a Carabineros viene de hace años, y es una coherencia que lleva mucho tiempo y que no se pierde por no estar presente directamente en un debate.
Más que sentirnos desplazados, nosotros estamos contentos que otros grupos pongan el énfasis que nosotrossiempre hemos puesto en materia de seguridad y que partidos como el PS las acojan, siendo contradictorio con lo que siempre han defendido. —-¿ El Gobierno se equivoca al no decretar estado de excepción en la Región Metropolitana? —En tiempos de emergencia como los que vivimos en materia de delincuencia, terrorismo y narcotráfico, se requieren soluciones excepcionales, pero deben implementarse de manera responsable, con recursos adecuados y sin exponer inadecuadamente a nuestra fuerza militar. —¿ Cree que es una medida que efectivamente ayudaría a combatir la delincuencia, o más bien tendría un efecto mediático? —Hace 333 días que hay estado de excepción en La Araucanía y pese a que el Presidente Boric se oponía cuando estaba en el Congreso, hoy es el mandatario que más ha usado la herramienta desde Augusto Pinochet. Pese a ello, los atentados en la zona continúan y los terroristas siguen actuando en total impunidad.
Los estados de excepción, en La Araucanía y en Santiago, solo serán efectivos si las Fuerzas Armadas y de Orden 66 El PC fue muy astuto —y parte de la oposición muy ingenua—, en situar la discusión comunicacional en la aparente disyuntiva entre trabajo y familia”. Cristián Valenzuela, director ejecutivo de Ideas Republicanas: cuentan con el respaldo político, material y operativo para poder restituir el Estado de Derecho y el imperio de la ley de manera integral. —¿ El “péndulo” volvió muy rápido, considerando que ahora la principal prioridad es la seguridad? —Me gustaría hacer una distinción. Una cosa es la percepción política, y otra es la percepción social.
La inseguridad entendida como el miedo de las personas frente a la delincuencia no es una prioridad de hoy, sino que siempre, en todas las encuestas; el problema que no fuera una prioridad política hace tres años es lo que cambia el escenario.
Más que un péndulo, es una pirámide: siempre ha estado la delincuencia, salud, pensiones, educación en el top de las prioridades, y abajo han estado cosas que también son relevantes, como DD.HH., medio ambiente, o las reformas constitucionales.
El estallido, en cierta manera, fue un proceso más político que social, relevó ciertas materias y casi todos los sectores políticos dijeron que la Constitución era la solución a todos los problemas. —¿ Que la política no haya podido solucionar los problemas de la gente les dio más margen a ustedes para crecer? —Más que margen, en la construcción de nuestro proyecto está el esfuerzo sincero de poder interpretar a más y más gente. La clase política, los medios de comunicación, y aquí cito a Carlos Peña, como que se obnubilaron con soluciones mágicas. Las pensiones, la salud, educación, no se resuelven con la Constitución, la cual es un marco jurídico-institucional que sienta ciertas bases. El estallido fue una especie de burbuja, con mucha violencia por un lado, y con muchas personas que salieron a reclamar porque les vendieron la esperanza de que sus problemas se resolverían mediante este mecanismo.
Pero en septiembre, el otro estallido, verdaderamente social, democrático, la ciudadanía se manifestó y dijo “no queremos este camino”. Hay un prejuicio al decir que no queremos cambios, lo que nosotros defendemos es que los últimos 30-40 años de progreso de Chile se deben a esas bases institucionales fundamentales, lo que no significa que estén todos los problemas resueltos. que son la primera mayoría social y política del país? —No, para nada. El liderar los cambios en el país requiere un trabajo de mucho tiempo.
Sí creo que nosotros seguimos avanzando, y acá quiero destacar un punto: si bien no hemos sido gobierno, muchas de nuestras ideas hoy están gobernando, y eso se debe a esa capacidad que nosotros hemos tenido para interpretar lo que piensa la sociedad. —Y al margen del tema de seguridad, ¿ cuál es el relato que quieren plasmar como P.
Republicano? —Estamos en una permanente construcción de ese relato, armando un proyecto político, una alternativa que nos permita gobernar, lo que es una expresión amplia, no tiene que ver con una figura determinada ni con un partido determinado. A Chile le falta una alternativa a este Gobierno, pero también a los anteriores, que se enfoque en las prioridades de las personas. —Como P. Republicano, ¿aspiran a desplazar a Chile Vamos como actor hegemónico en la derecha? —La discusión sobre la hegemonía para nosotros no es tal.
Nosotros no estamos compitiendo por quién es más grande dentro del sector, nosotros estamos trabajando por construir una alternativa de gobierno para el país. —¿ La tercera es la vencida para Kast? —Eso es algo que está por definirse. Evidentemente es un proyecto que sigue en crecimiento, hoy estamos enfocados 100% enla elección de consejeros, y veremos a partir de eso cómo se sigue construyendo el proyecto. Queremos destacar a los nuevos liderazgos, porque hay una coherencia con el trabajo que realizan los parlamentarios, una coherencia con nuestros representantes municipales, donde tenemos un desafío. Hay que pensar, al final de este Gobierno, una alternativa que permita recuperar y reconstruir el progreso que hemos perdido.
Disputa con Carter y Matthei —¿ Cómo ven la irrupción mediática que han tenido tanto Evelyn Matthei como Rodolfo Carter (ind. )? —Todos los liderazgos, especialmente los municipales, tienen un rol muy importante en su lugar para transmitir las prioridades de los chilenos. Eso es lo que identifica y hacen tanto la alcaldesa Matthei en Providencia como el alcalde Carter en La Florida. Representan a una clase media agobiada por estas circunstancias, logrando tocar ciertos temas importantes.
Al final del día, más allá de las diferencias, esto va a entroncar en un proyecto común en primera o segunda vuelta, donde nosotros tenemos que ser capaces de construir una alternativa amplia. —-¿ Cuál de los dos le quita más votos a Kast? —No lo veo con esa claridad para entender una competencia de votos. Nosotros tenemos muy buenas relaciones con ambos, los dos ayudaron mucho en la segunda vuelta. En materia de seguridad, por ejemplo, hay muchas coincidencias, y en otras, muchas diferencias, pero creo que eso es algo que hay que dejar para más adelante, faltan tres años para la elección.
Viable un gobierno de republicanos sin Chile Vamos, y viceversa? —Ni de republicanos sin Chile Vamos ni de Chile Vamos sin republicanos en la medida que se entienda que los partidarios, los militantes, son una mínima porción de la población. Aquí hay un sector que se siente representado por ciertas ideas. Evidentemente, el P.
Republicano solo no llegará al 50+1, lo mismo que Chile Vamos. —-¿ Podrían llegar a tener los mismos problemas que hoy se ven en la alianza de Gobierno? —Los problemas del Gobierno, más que de coalición política, son problemas profundos de identidad, porque hicieron tres campañas distintas, por poner un ejemplo. Iban por un camino, después se dieron la vuelta, luego cambiaron. Llegan al gobierno, dicen que van a apoyar la seguridad, luego indultan; entonces los problemas de fondo son de credibilidad, consistencia.
“Si queremos ser uno más de Latinoamérica, sigamos los postulados del PC” —¿ Qué faltó para que hubiesen votado a favor de las 40 horas?—La discusión sobre la jornada laboral es muy relevante, pero mucho más urgente es discutir sobre el crecimiento, la generación de empleo y la productividad en el país.
Chile lleva más de una década estancado y los distintos gobiernos y el Congreso han abandonado la responsabilidad que tienen de generar las condiciones para que el país progrese de verdad. ¿ Va a mejorar la economía, los sueldos, el empleo y la productividad reduciendo un 10% la jornada laboral? No lo creo. —¿ No son partidarios per se de disminuir la jornada, o debían cumplirse ciertos requisitos antes?—El PC fue muy astuto, y parte de la oposición muy ingenua, en situar la discusión comunicacional en la aparente disyuntiva entre trabajo y familia. El Partido Republicano no se opone a la disminución de la jornada, se opone a que Chile se conforme con la mediocridad.
Si queremos ser uno más de Latinoamérica, sigamos los postulados del PC, que han fracasado en todo el mundo. —-¿ Cuál es su análisis de lo que ha sido el trabajo de la Comisión Experta?—En esto hemos tenido una posición clara desde el 15 de noviembre del 2019, en el entendido de que si bien estamos abiertos a los cambios, alas mejoraso ajustes que tiene que tener una Constitución en la medida que se mantengan esas bases institucionales fundamentales hacia el futuro. El proceso fracasó de manera rotunda, y por lo tanto, la respuesta correcta era tramitar esto en el Congreso a través de una reforma constitucional. Respecto al actual proceso, vamos con una misión que es muy clara: evitar que la izquierda vuelvaa intentar imponer su proyecto refundacional. La segunda misión es salir de este proceso con esas adecuaciones que requiere la Constitución, pero que preserven íntegramente las bases fundamentales que han permitido el progreso del país.
Si eso se logra, será una buena noticia. —Llamarían a aprobar en diciembre... —Falta mucho para esa posición, pero aquí hay una disposición, nos estamos tomando la campaña muy en serio, buenas personas. —Ha habido unanimidad en todo hasta el momento, ¿están conformes con cómo los ha representado Carlos Frontaura? —Sí.
Nosotros creemos que la Comisión Experta tiene una característica que es distinta del proceso anterior, evidentemente no están las estridencias de los convencionales y todavía se está en una etapa inicial, pero muchas de las cosas que se están trabajando, si una las mira y compara con la Constitución vigente, toman muchos elementos de la actual. —-¿ Cuántos consejeros constitucionales aspiran a obtener en la elección del 7 de mayo? —Tenemos un cálculo razonable que es conseguir un consejero en cada una de las regiones grandes que dan 5 escaños. Estamos viendo con orgullo lo que es el sello republicano, el partido está en un momento de mucha mística, liderazgo, y hoy es un buen momento para ser republicano. Tendremos un buen resultado. Habrá un premio a la consecuencia.