22 Bienal Videobrasil en Sáo Paulo
22 Bienal Videobrasil en Sáo Paulo NUEVAS TENDENCIAS_ 22k Bienal Videobrasil en Sáo Paulo Por_ Ignacio Szmulewicz R., desde Brasil ON-OFF Dicen Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Por primera vez, la Humanidad tiene en la punta de sus dedos una herramienta para registrar, editar, compartir, e incluso inventar la realidad realidad que quiera ver.
Sin embargo: ¿ Cuál es la misión de las imágenes en la vida cotidiana? ¿ Será acaso sobrecoger con espectáculos como los que ofrece «7he Sphere» en Las Vegas? ¿ Quizás es mantener la adicción del ojo a TikTok? ¿ O tal vez sea sacudir los sentidos con la proximidad de los conflictos bélicos? Lo cierto es que faltan palabras para entender este fenómeno. ¿Qué puede decir el Arte al respecto? PLAV «Videobrasil» es una de las bienales más longevas de América Latina. Inaugurada Inaugurada hace cuatro décadas, ha cimentado un camino desde la práctica del videoarte para consolidarse como una plataforma para las nuevas tendencias artísticas.
Desde el 18 de octubre 2023 al 25 de febrero 2024, se presenta en el Sesc 24 de Majo, Sáo Paulo, su 22a edición bajo el lema «4 mernória é urna ilba de ediço» (“Memory js an Editing Statjon”,I.
Curada por Raphael Fonseca y Renée Akitelek Mboya, con la dirección artística artística de Solange Farkas, la propuesta aborda los desafíos de un presente donde lo pretérito puede ser borrado, modificado e inventado; y el futuro, detenido, diluido o transmutado. “Cuáles son los limites de la memoria?”, se preguntan los curadores. El problema planteado es uno de orden ético. ¿Quién tiene el poder para alterar las narrativas heredadas? La muestra presenta un crisol del Sur Global. Esto es, de zonas con escasa visibilidad en el sistema del arte, pero que a su vez exploran narrativas y poéticas que conciernen a un mundo distinto. El equipo curatorial ha apostado por 60 artistas que indagan en los padecimientos del progreso científico y tecnológico. tecnológico. Obras que ponen en tensión la imagen del sur como cantera para la riqueza de las potencias del norte. Piezas que exploran las batallas desiguales contra los resabios dejados por la Colonización. Sin embargo, «Videobrasil» está lejos de la nostalgia por lo perdido. Es una bienal donde la imaginación es capaz de proyectar un aura lúdica del pasado anquilosado y del futuro nebuloso.
Un botón de muestra: desde Nueva Zelanda, FAFSWÁGArts Collective crea un video interactivo que conecta bailes maoríes con LGBTOJA+. Es decir, lo queer es tanto terreno de lucha como pista de baile; el afrofuturismo es denuncia pero también sátira; y lo popular es a la vez magia ancestral y kitsch contemporáneo. STOP Si los nuevos medios como el videoarte han servido para darle la bienvenida a las corrientes corrientes high-tech, cada vez más han mutado para convertirse en un espacio plagado de retros y antimodernismos.
Las técnicas de antaño como el textil, la cerámica o el grabado, son ahora terrenos fértiles para pensar lo humano reconociendo lo milenaria de su relación con la imaginación proyectiva (aquí sigo lo planteado por Laura Tripaldi en su libro «Mentes paralelas. paralelas.
Descubrir la inteligencia de los materiales»). En este marco se pueden reconocer las obras «Ii salto» de Adrian Paci, «Corrientes de retorno de Pamela Cevallos, «Cuatro puntos cardinales cardinales de Antonio Pichilla, o «Seated Figure» de Mi Cherri. Este grupo consagra un retorno a la materia, a su capacidad para conectarnos con lo desaparecido y, al mismo tiempo, a su funcionar como barrera para lo humano. Son materiales orgánicos, húmedos y volátiles, llenos de una vida que durará más que cualquier disco duro externo, data center, o nube digital. Las obras de «Videobrasil» dicen fuerte y claro: ninguna imagen sale de la nada, ex nihilo.
El poder del arte está en darles una vida distinta a la que alguna vez tuvieron; empujarlas río abajo en una dirección nueva cambiando de manera sutil el medioambiente y el paisaje que las vio crecer.. 22 Bienal Videobrasil en Sáo Paulo PAUSE FORWARD El futuro como promesa de algo mejor es cosa del pasado. Hoy se percibe como nebulosa indescriptible, frontera insoslayable o amenaza apocalíptica.
En algunos rincones del sur han surgido narrativas del mañana menos deseosas de concebir a la Humanidad como alimento para el reino flingi (»77e Last of Us») o como Toy Boy de la Inteligencia Artificial (»Ex Machina»). Un desafio frontal a la esperanza que se sigue depositando en los grandes descubrimientos que darán centros de investigación aplicada, observatorios interconectados interconectados entre países, o estaciones espaciales extraplanetarias.
En el corazón de Eurasia (el área continental más grande de la Tierra, comprende toda Europa y Asia), el georgiano Andro Eradze Eradze explora la animalidad en su propuesta «Raised in tbeDust”, que muestra la expresión dramática de la fauna disecada a causa de los fuegos artificiales (nocividad del ser humano). Al centro de Sudamérica, Janaina Wagner escarba en la fastasmagoría de la Amazonía con «Cinema Caverna». En medio de Africa, Maisha Maisha Maene se adentra en el futurismo en su filme «Mulika» que retrata a un afronauta que visita zonas post erupción volcánica. En el espectro de las emociones, la calma es la menos popular. El presente se vive como un tiempo acelerado, de sacudidas intempestivas intempestivas y acontecimientos reveladores.
Tres piezas de esta Bienal dibujan un paisaje desde la perspectiva del detenimiento, o lo que el filósofo y ensayista surcoreano Byung-Chul Han llamó una “vida contemplativa”. Se trata de las obras «Special Service» de Ujjwal Kanishka Utkarsh Utkarsh (India), «Cemitério verde» de Maurício Chades y «Apariçdo» de Camila Freitas (Brasil), «Retiro» de Natalia Lassafle-Morillo Lassafle-Morillo (Puerto Rico), o «Mes Réves/My dreams» de Maksaens Denis (Haití). Cada pieza explora las actuales crisis étnicas, climáticas, políticas y espirituales, con una declarada intención por movilizar al espectador desde el silencio y la calma, con una estética que suspende cualquier juicio vertiginoso, evita caer en los binarismos y apela a una capa emocional del espectador. REWIND El conjunto más amplio de creadores se dedica a revisitar archivos, repositorios u olvidados bahúles familiares. Es decir, encumbran río arriba en busca de las fuentes para entender los sucesos de la actualidad. El colectivo serbio Doplgenger con su montaje «Fragments Untitied #1» revisa el proceso de disolución de la antigua Yugoslavia. Seba Calfuqueo en su obra «Cbumal Elkaniengeal? / ¿ Para qué guardar?» subvierte el congelamiento de piezas mapuche en los museos al darles una vida propia. El colectivo iraquí Sada [Regroup] exhibe antología de su labor activista desde la Guerra del Golfo hasta la actualidad.
Mayana Redin de Brasil, indaga en «Astronauta e cosmonauta» la vida de dos mujeres astronautas en medio de la guerra fría (una de la ex URSS y otra de EE.UU. ). Finalmente, Youqine Lefévre en «ihe land ofPromises», cruza lo personal con lo colectivo al narrar el viaje de familias belgas a China para adoptar niños en 1994, uno de esos infantes, la propia artista. l «Astronauta e cosmonauta», Mayana Redin. 1. ¡ «The Iand of Promises», Youqine Lefévre..