Ingenieras y diseñadoras chilenas cuentan cómo es ser parte de gigantes tecnológicas en Estados Unidos y Europa
D ía a día buscamos dudas que tenemos en Google, mandamos un email a través de Outlook, vitrineamos por Amazon y ponemos Spotify para escuchar nuestra canción favorita.
Sorpresa puede causar el saber que detrás de lo que parece un simple clic, a miles de kilómetros de distancia de Chile, un puñado de jóvenes chilenas trabaja para que millones de personas podamos acceder a nuestras plataformas favoritas y sus productos asociados.
Desde San Francisco, California, hasta Estocolmo, Suecia, este grupo de profesionales da la cara en países que no hablan nuestro idioma nativo y relatan cómo es trabajar para algunas de las empresas más exclusivas de tecnología alrededor del mundo. En general, todas destacan la positiva cultura laboral y la confianza que se deposita en ellas al hacer su trabajo. Asimismo, comparten con muchísimos otros inmigrantes y, en algunos casos, incluso son la única mujer del equipo. Y son solo una pincelada de experiencias. Hay muchas más. Ingenieras y diseñadoras chilenas cuentan cómo es ser parte de gigantes tecnológicas en Estados Unidos y Europa Algunas entraron por LinkedIn, otras por medio de prácticas laborales. Lo cierto es que no cualquiera recibe una carta de oferta en estas empresas globales. Este es el relato de cuatro mujeres que se desempeñan en Google, Microsoft, Amazon y Spotify.
SOFÍA MALUENDA EN PLATAFORMAS Y COMPAÑÍAS QUE IMPACTAN A MILLONES DE PERSONAS: JOSEFINA BENGOA (28), SOFTWARE ENGINEER EN GOOGLE Cuando a Josefina Bengoa, ingeniera civil industrial con diploma en Tecnologías de la Información (TI) de la Universidad Católica, la contactaron desde Google por LinkedIn, pensó inicialmente que se trataba de una broma.
Pero luego se dio cuenta que no lo era, que realmente la estaban contactando para que comenzara un proceso de selección con ellos. "Siempre me había interesado Google y sus productos así que decidí postular", dice Josefina, que en ese entonces trabajaba como desarrolladora en Fintual. Decidió primero prepararse por su cuenta por cuatro meses para luego comenzar formalmente el proceso de entrevistas, que duró otros cuatro meses más. Y quedó.
Preparó sus maletas desde Chile y partió a San Francisco, donde trabaja actualmente en desarrollo de software para YouTube Shopping, un nuevo producto que permite a los usuarios comprar los productos que los creadores muestran en los videos de YouTube. "El proceso no siempre es así de largo, depende mucho del caso a caso. En el mío, yo pedí que fuese extendido dado que quería prepararme bien y tenía el tiempo", explica.
En el cerca de año y medio que ya lleva trabajando en Google, dice que lo que más le ha gustado es la cultura de trabajo. "Creo que Google entiende muy bien que las personas son más productivas y creativas cuando se sienten valoradas y están en ambientes de trabajo positivos", reflexiona. Por otra parte, cuenta que lo más desafiante es aprender a navegar en una empresa tan grande y en constante cambio.
Dice que si bien sus compañeros saben que es de Chile y la mayoría lo conocía, "se sorprenden que en Chile las estaciones del año son al revés y les llama mucho la atención que Navidad sea en verano". Agrega que en su equipo hay una gran diversidad cultural y se transforma en un desafío generar relaciones con sus compañeros. "Hacer chistes o tallas no es tan simple, ya sea por la barrera del lenguaje o la barrera cultural", dice. Postuló inicialmente a una práctica, pero le dijeron que no calificaba porque todavía le quedaba un semestre de universidad. Pero que debería seguir el proceso para un trabajo a tiempo completo.
Así fue como Javiera Cabello, ingeniera industrial en computación de la Universidad Católica, se metió a un proceso que culminó con una ronda de cuatro entrevistas presenciales de 45 minutos cada una en Buenos Aires. "Quedé y acepté ahí mismo", dice. "Como seguía estudiando y todavía tenía que hacer la práctica, además de todo el proceso de visa, mi fecha para empezar terminó siendo un año y medio después de la entrevista", cuenta. Inicialmente partió en Seattle y hace cinco años se fue con su marido a Boston, desde donde trabaja remoto como senior software engineer en el área de inteligencia artificial (IA) de Office.
Su misión es que las apps de Office en distintas plataformas (web, Windows, Mac, Android, etc. ) puedan conectarse a servicios inteligentes, como reconocimiento de voz, imágenes, gramática o sugerencias. "Ahora con la revolución de la inteligencia artificial hay muchos desafíos nuevos. En mi equipo estamos desarrollando técnicas y procesos para que la IA sea responsable y ética, cuidando de evitar contenido inapropiado y sesgos. Además, queremos que nuestras tecnologías sean inclusivas y respeten las diferencias culturales.
Es todo muy nuevo y evoluciona muy rápido, y es un gran desafío encontrar el equilibrio entre mantenerse en la frontera de la tecnología, pero de forma que garantice que el impacto sea positivo en la sociedad", reflexiona. Dice que siempre les habla de Chile a sus compañeros e incluso tiene uno que le pregunta con mucho interés puesto que dice que quiere jubilarse en Chile. Además del impacto global de Microsoft, destaca que cuidan mucho a sus empleados, en términos de beneficios, buenos jefes, cultura de trabajo y colaboración.
JOSEFINA GEISSE (31), PRODUCT DESIGNER EN SPOTIFY Entró a trabajar como practicante durante un verano de forma remota desde Italia, hasta donde había viajado para realizar un máster de Diseño Estratégico en el Politécnico de Milán.
Así fue como la diseñadora gráfica de la Universidad de Chile, Josefina Geisse, metió la patita a Spotify, donde ya lleva casi dos años y medio. "Si bien ya había terminado la universidad, decidí postular de todas formas, con cero esperanza la verdad.
Mi portafolio estaba completamente ligado al diseño de vinos y no tenía proyectos digitales, pero mi actual manager (jefa) decidió darme una oportunidad porque le gustó mucho ver en mi CV que tenía muy buenas habilidades de story telling, algo que es clave en empresas grandes como esta", cuenta. Le advirtieron, eso sí, que sí quería quedarse con un puesto full time, tenía que demostrar que podía trabajar haciendo UX y, sobre todo, diseño de interacción. Y así fue como se dedicó por completo a aprender acerca de los procesos internos de Spotify y a internalizar la forma de trabajar de los demás diseñadores. También estuvo a punta de tutoriales en YouTube para compensar su inexperiencia en el área digital. Y lo logró. "Después de tres meses de trabajo como practicante, me ofrecieron el rol de diseñadora a tiempo completo con la posibilidad de mudarme a Suecia. Agarramos nuestras cosas y nos fuimos a Escandinavia", cuenta.
Así fue como llegó a su actual puesto de product designer en las oficinas centrales de Spotify en Estocolmo, donde forma parte del área que se encarga de todas las aplicaciones de Spotify que suceden fuera de la app móvil, es decir, Spotify en desktop, parlantes o incluso autos. "Mi equipo se encarga de conectar dispositivos, y recientemente lanzamos una nueva funcionalidad que se llama Jam, que permite a usuarios de Spotify unirse en una sesión compartida para que todos puedan agregar canciones a la lista desde sus teléfonos y compartir el parlante entre todos", indica Josefina.
Indica que la cultura de trabajo es lo mejor de trabajar allí, mientras que lo más desafiante son los procesos para sacar los productos en los que están trabajando: "Estamos hablando de funcionalidades que serán utilizadas por millones de personas". Cuenta que la mayoría de quienes trabajan en Spotify en Suecia son extranjeros, y tiene compañeros de todas partes del mundo. "Yo igual soy súper chilena para mis cosas, tengo una banderita chilena pegada en mi escritorio.
A veces la confunden con la de Texas, pero la gran mayoría al menos sabe dónde queda Chile", comenta. "Sí me ha pasado que hay ciertos estereotipos que ha sido difícil de quitárselos", dice. "Una vez había una banda cubana tocando en la oficina y un par de personas me incitaban a ponerme a bailar, jurando que por ser latina yo les podía enseñar pasos de bachata o salsa, cosa que definitivamente no es cierto", ejemplifica. CAROLINA CUEVAS (33), UX DESIGNER EN AMAZON Se metía diariamente a LinkedIn con tal de asegurarse de ser las primeras en postular.
Desde Reino Unido, donde se encontraba realizando un máster de Management de negocios digitales con especialidad de eCommerce y analítica digital, es que la diseñadora gráfica de la Universidad de Chile, Carolina Cuevas buscaba todos los días oportunidades, mientras que paralelamente practicaba su "pitch" y pulía su portafolio. Hasta que vio este rol, postuló desde la plataforma de Amazon y quedó seleccionada para pasar a las entrevistas. Luego de un largo proceso, ocho entrevistas y algunos incidentes técnicos --se le cayeron un par de videollamadas y tuvo problemas con la cámara--, quedó.
Así empezó su cargo como diseñadora de experiencia (UX designer) para productos de la nube de Amazon Web Services (AWS) en Dublín, Irlanda. "Meses después, dos de los que me entrevistaron me comentaron que el principal motivo por el que quisieron que fuera parte del equipo fue por la pasión que demostré durante el proceso. Quizás no lo sabía todo, hubo fallas técnicas por parte de las videollamadas, y mi inglés no era el mejor, pero vieron que tenía sed de aprender y crecer", afirma. Actualmente, su misión es mejorar la experiencia de las plataformas de los productos para los que trabaja de AWS, para que sea más fácil e intuitiva de usar.
De las cosas que más le gusta de Amazon son las personas que conforman su equipo de diseño y también la madurez de la empresa en cuanto a diseño de experiencia. "La etapa de diseño es altamente valorada y la opinión de los diseñadores es tomada en alta estima", destaca. Como trabaja directamente con Estados Unidos desde Irlanda, a veces la diferencia horaria puede ser desafiante. Y, además, es minoría: trabaja con más de un 95% de hombres. "Con todos los que trabajo acá en Irlanda son hombres. En Estados Unidos tengo un par de compañeras de trabajo, pero son las menos. A final de cuentas no es un gran desafío, pero se agradece el toque femenino", dice.
En Amazon Dublín, eso sí, la mayoría son inmigrantes. "Con los más cercanos te juntas y cocinas tus platos, y ellos te presentan los suyos", cuenta. "Soy orgullosa chilena y latina, así que apenas entré al equipo me encargué de mostrar mi cultura.
Además, que yo sepa, no hay más chilenos trabajando en Amazon Irlanda, así que me toca representar y mostrar todo lo que pueda, por ejemplo, un par de veces me han preguntado si hablo portugués, ya que es la comunidad más grande de sudamericanos en Irlanda, entonces suelen creer que somos iguales", señala. JAVIERA CABELLO (32), SENIOR SOFTWARE ENGINEER EN MICROSOFT Ingenieras y diseñadoras chilenas cuentan cómo es ser parte de gigantes tecnológicas en Estados Unidos y Europa.