Mi “18” inolvidable
Mi “18” inolvidable “Siempre recuerdo con mucho cariño los 18 que pasé en el Parque Metropolitano de Santiago, primero porque justamente en esta época, igual como en muchas áreas verdes, florece todo el trabajo que uno desarrolla sobre todo durante el invierno, de poda, de plantación, digamos, todo rinde fruto.
“También fue bien significativo porque a mí como director, entre marzo de 2019 y marzo de 2022, me tocó vivir el estallido, también la pandemia y, por lo tanto, la última celebración que tuvimos, ya cuando las medidas sanitarias se habían flexibilizado, la vivimos con todo, porque obviamente habíamos tenido el año anterior que suspender el 18, y en ese momento también el parque estaba jugando un rol muy importante porque muchos espacios de entretención seguían cerrados y era uno de los pocos lugares donde la gente podía disfrutar. Fue una muy linda celebración ahí con todos los funcionarios del Parque Metropolitano”. Director ejecutivo de Cor-poración Ciudades y exdirector del Parque Metropolitano. Baterista de Los Jaivas desde hace más de tres décadas. Testimonios de Katherinne Wollermann, Fernando Chomali, María José Viera-Gallo, Ignacio Sánchez, María Teresa Ruiz, Martín Andrade, Juanita Parra, Sebastián Ugarte, Beatriz Buccicardi y Felipe Undurraga.
“Hace unos 12 años, cuando estaban todos mis hijos viviendo en Chile y mi hija mayor aún no se casaba, tuvimos una seguidilla de dos o tres años con Fiestas Patrias de muchos juegos chilenos con vecinos y amigos.
Hicimos alianzas, con competencias que iban desde tirar la cuerda, hacer carreras de ensacados, el huevo en la cuchara, buscar un dulce en un plato con harina, trompo, todas esas cosas que se juegan para estas fechas. Pero todo muy bien organizado, eran concursos, había premios, había distintas categorías y era muy entretenido. Hacíamos un asado a la hora de almuerzo y después, nos poníamos a jugar (). Estaba ese espíritu competitivo, pero competitivo en buena. Éramos todos pares, todos niños. Igual siempre uno le quería ganar al hijo mayor en la carrera de ensacados, lo que era imposible, peroigual. Nos juntábamos todos, y no había necesidad de ir a fondas.
“Junto con pasarlo muy bien, yo lo recuerdo con mucho cariño y alegría, porque mis siete hijos todavía estaban en la casa junto con mi nieto mayor; entonces, el grupo que conformábamos partía en 10 personas, más unos 15 o 20 amigos y parientes, así que las alianzas que hacíamos eran potentes. Los invitados nos decían tanta entrega por tirar la cuerda. “Para estas Fiestas Patrias yo creo que seremos menos, porque tengo cuatro hijos y cuatro nietos en el extranjero (De los que están en Chile) hay algunos que van con amigos, van a campamento. Así que esos 18 son más memorables, los recuerdo con nostalgia sana, muy alegre”. Rector de la Pontificia Universidad Católica. Ganador del Campeonato Nacional de Rodeo de 2024, encollera formada con Luis Huenchul. “El año pasado y después de un leve accidente que tuve a caballo, salimos a correr para el 18 un rodeo en San Vicente de Tagua Tagua, zona muy campestre y huasa. Nos tocó ganar con un gran puntaje, y más que haber triunfado, lo más gratificante fue el bailar una cueca para esta fecha. Para uno que es huaso y vive en torno a esto, es el mayor orgullo. Es un sentimiento que solo el que goza y vibra con esto me va a entender, es un sentimiento huaso. Llegué en la tarde a la casa y lo único que quería era celebrar con mi familia; me esperaban mi señora con mis niños. Como ya era tarde, esperamos al otro día para celebrar al almuerzo y eso fue con un buen asado en familia. “Para mí la celebración de las Fiestas Patrias y en especial del 18 es una fecha que me encanta. Me fascina que todo gire en torno a nuestras costumbres y tradiciones, que sean tiempos de alegría, de reunirse con los amigos junto a la parrilla, de disfrutar de un buen rodeo. Es una época del año maravillosa”. Arzobispo de Santiagodesde el año pasado. “Casi todas las Fiestas Patrias suelo pasarlas con mi familia, desde la infancia. En general, nos reunimos, preparamos todas las comidas típicas, empanadas, tanto fritas como de horno; pajaritos, mote... Creo que ese ha sido el mejor recuerdo de mi niñez, en realidad.
“Y bueno, después íbamos como en tres o cuatro autos, como toda mi familia por parte de mamá, al terreno en donde están las balleneras, acá en Concepción, y llevábamos cosas para tomar oncecita en el terreno y elevábamos volantines. Disfrutábamos en familia. Nos íbamos a sacar moras de repente o algún tipo de bayas que hubiese ahí.
Poníamos música, bailábamos, jugábamos a la cuerda, los sacos... Gran parte del 18 también es una fiesta que reúne a la familia, que hace que se compartan distintos tipos de eventos, juegos como el emboque y las yincanas. “Después de todo eso, nos pasábamos a veces a las fondas, siempre con el ánimo de reunirnos en familia, de pasarlo bien. “Son bonitas experiencias, las recuerdo con cariño. Ahora viene la otra etapa de disfrutar, de aprovechar a los sobrinos.
Ya todos estamos un poco más grandes, así que la etapa se vive ya enfocada en los niños, como en ese tiempo se vivía enfocada en nosotros, cuando éramos los niños”. n Beatriz Buccicardi: “Sombras en 1973 y luz aprendiendo cueca con Margot Loyola”Presidentadel Colegio de Arquitectos desde 2022. “Érase una vez, septiembre de 1979, toda la familia, como le digo yo, la tribu Jaiva... Vivíamos todos en una misma casa, habíamos llegado hace poco a Francia, a los suburbios de París. Estábamos recién aprendiendo a hablar francés, la mayoría de nosotros, los que fuimos escolarizados rápidamente al llegar a Francia. Los demás nos iban siguiendo con este nuevo idioma que estábamos aprendiendo.
“Y si bien esta tribu iba conquistando tierras nuevas y nos íbamos adaptando a un nuevo lugar, no perdíamos nunca el centro de nuestro origen, no perdíamos nunca nuestra identidad, gracias a la fuerte convicción de nuestros padres y madres de mantenernos conectados con nuestra patria. Era muy hermoso ver cómo nuestros padres nos transmitían tradiciones profundas de nuestropaís; sin embargo, estábamos del otro lado del océano Atlántico, en otras tierras, que no eran las nuestras. “Entonces se acercaba la semana dieciochera, y nuestras madres y padres decidieron sorprendernos con una fiesta de la chilenidad, imagínense lo lejos que estábamos.
Se decoró la casa con banderas, guirnaldas, nos vestimos como pudimos, aparecieron hasta por ahí algunas chupallas, y entonces celebramos, no solo con música y con baile, que era algo bien común en nuestra casa, sino que con carreras de saco, carreras de huevo, hicimos concursos de baile, rayuela, no sé si por ahí alguien, a lo mejor incluso Gato (Alquinta), habrá hecho un trompo. Y entonces tuvimos nuestra celebración dieciochera en Francia, muy lejos de nuestra patria, pero profundamente conectados con nuestras raíces”. Astrónoma, premio nacional de Ciencias Exactas en 1997. “Una celebración que quedó grabada en mi mente, en mi corazón, fue la de 1974. Yo estaba en Princeton, en la universidad, estudiando Astrofísica.
Había un grupo bastante numeroso de chilenos en distintas áreas de la universidad y nos juntamos ese 18 para celebrar el cumpleaños de Chile, estando tan lejos, y decoramos la sala donde se podían hacer reuniones, fiestas, ahí en el edificio donde yo vivía, que era para estudiantes, en el primer piso. La decoramos con banderas, con guirnaldas chilenas, distintas personas cocinaron distintas cosas.
Había vino con frutilla; me acuerdo que me tocó hacer empanadas de horno, que las hacía con la receta de la cocina chilena y que, no sabía por qué, me quedaron ricas, pero había que comérselas rápido porque después se ponían muy duras y eran como un cañonazo. “Ese día fue fantástico porque bailamos cueca, comimos comida chilena rica y compartimos todo con el espíritu de la celebración dieciochera y por unas horas estuvimos un poquito en Chile.
Habíamos traído un pedazo de la patria hacia Princeton y yo creo que todos lo disfrutamos, y en particular a mí me quedó para siempre grabado como un 18 muy especial, en que habíamos logrado llevar a Chile a esa sala del edificio donde yo vivía. “Las empanadas, si uno se las comía rápido, eran muy ricas y no sé si era el zangoloteo de las cuecas y del borgoña, pero no caían mal.
Solo que al día siguiente, cuando botaba las que sobraron desde el octavo piso, que era donde yo vivía, sonaban como piedras abajo, así que por suerte a nadie le hizo mucho daño, pero fue una celebración alegre e importante, por lo menos para mí”. Campeona de canotaje enlos Juegos Paralímpicos de París 2024. “Recuerdo la fonda que inventamos con mi hermana en Brooklyn, Nueva York, cuando no había ningún lugar donde zapatear el 18; fue a mediados de 2009, le pusimos Fonda York. Empezamos en un bar de unos uruguayos en Williamsburg, conseguimos pisco, vino, hicimos empanadas, tocaron músicos, DJ con música chilena contemporánea, desde la Cumbia triste, de Jorge González, a Los Tres, todo entre amigos artistas. “Pensábamos que iba a llegar poquita gente, pero el local se llenó. Fue tanto el éxito que mi hermana Manuela, que aún vive allá, siguió produciendo más Fonda York en galpones industriales masivos. El año de la pandemia lo hicieron online y fue muy delicado... Tocaron la Colombina Parra, Niña Tormenta, animó Fabrizio Copano. Chile siempre se siente más desde afuera; yo, los mejores 18 siempre los pasé entre inmigrantes chilenos, la mística sube mucho”. Escritora y periodista, autora de “Cosas que nunca te dije”, entre otras obras. Médico intensivista, jefe dela unidad de pacientes críticos de la Clínica Indisa.
“Los mejores 18 fueron en mi infancia, cuando mis papás nos llevaban al departamento de mis abuelos, en la calle Ejército, y veíamos desde el techo del edificio la Parada Militar, y después venía el almuerzo familiar con empanadas. Y el más memorable fue el que celebramos los sacerdotes chilenos que estudiábamos y trabajaban en Roma. Primero, una misa muy solemne con la colonia residente y luego una recepción en la embajada con empanadas y vino chileno. Las tonadas y las cuecas, la bandera chilena y los trajes de huasos tenían un olor a nostalgia y a amor a la patria indescriptibles. El más triste fue el de 1990, porque algunos días antes falleció mi mamá. Era bien paradójico ver a los vendedores ofreciendo banderas chilenas a viva voz mientras nosotros íbamos al cementerio a darle cristiana sepultura. Fue un 18 memorablemente triste”. “Sombras, el 18 de septiembre del 73, ver el dolor expresado en las calles de Santiago. Luz, en la casa de mi tío Osvaldo Buccicardi, director de Arquitectura del MOP, aprendiendo cueca con Margot Loyola de cumpleaños ese 19 de septiembre y yo de 18 años. “La gracia de la vida es que tiene luces y sombras, así son la memoria y los recuerdos. “Mi padre Alberto y su hermano Osvaldo siempre nos acercaron a compartir la cultura de los pueblos.
“Edith Piaf, Violeta Parra y Margot Loyola fueron tres mujeres inspiradoras en nuestra infancia; aprendimos de Chile un 18 bailando con Margot”. “Fue en Valparaíso, recorriendo las fondas, los bailes, la comida, el período entre mi niñez y la adolescencia, cuando era una actividad muy bonita, muy concurrida. Es un recuerdo hasta el día de hoy, con mi familia. Mi familia, padre y madre, era de Viña del Mar, y las fondas en esa época, hace ya bastantes décadas, eran muy típicas, no se bailaba cumbia como ahora, sino que música folclórica. La cueca era una música más urbana, y era todo auténtico. Después las fondas fueron cambiando y el ambiente, también. En ese tiempo todo era muy real y el puerto tenía características especiales, era muy vivido por las personas. Hemos vuelto, pero con el paso de los años todo ha cambiado.
Hay algunos lugares donde se puede encontrar todavía el folclor, pero las cosas son distintas”. N Felipe Undurraga: “Bailar una cueca para esta fecha es un sentimiento huaso”N María Teresa Ruiz: “Habíamos traído un pedazo de la patria hacia Princeton”N Fernando Chomali: “En mi infancia y el que celebramos en Roma”N Katherinne Wollermann: “El mejor recuerdo de mi niñez”N Martín Andrade: “Los que pasé en el Parque Metropolitano”N Juanita Parra: “Tuvimos celebración dieciochera en Francia, pero profundamente conectados con nuestras raíces”N Sebastián Ugarte: “El período entre mi niñez y la adolescencia”N María José Viera-Gallo: “La Fonda York”N Ignacio Sánchez: “Tuvimos una seguidilla de dos o tres años de Fiestas Patrias con muchos juegos chilenos con vecinos y amigos”. Diez personalidades rememoran sus celebraciones más atesoradas, desde capítulos en la infancia hasta jornadas plenas de regocijo familiar reciente, tanto en Chile como en el exterior. Entre cuecas y momentos con los seres queridos en las Fiestas Patrias: de la Pontificia Universidad Católica. Baterista de Los Jaivas desde hace más de tre Director ejecutivo