Alison Mandel “No sabía que la maternidad venía con tanta culpa”
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E A : 4 ; Xx 2 ¿, %. a nía O o id q y "e "e Alison Mandel “No sabía que la maternidad venía con tanta culpa”. y) h Y. » As,. «e A A A LA COMEDIANTE ACABA DE: "ESTRENAR UN PROGRAMA: SOBRE CRIANZA EN13C.
A REPASA SUS PROPIOS DESAFÍOS COMO MADRE + ONU SEMANA ANTES DE LA LLEGADA DE LA PANDEMIA A CHILEY LAS RAZONES POR LAS QUE HABÍA RESUELTO NO VOLVER AL FORMATO TELEVISIVO: "ESE RITMO DE VIDA NO LO QUERÍA PARA MÍ". POR Nicolás Lazo Jerez. FOTOS: Sergio Alfonso López POR Nicolás Lazo Jerez. FOTOS: Sergio Alfonso López ci rr da Y E --_yA abía decidido no trabajar más en televisión. El ritmo frenético de la pantalla chica, cuenta, no es compatible con su nueva etapa de vida. Pero cuando el director Eduardo Regonesi la invitó a conducir "Aprendiendo a crecer", un programa sobre crianza, Alison Mandel (39) aceptó sin pensarlo demasiado. Dos semanas después de la propuesta, a fines del año pasado, ya estaba embarcada en el proyecto. El espacio, estrenado el lunes 10 de abril por la señal de cable de Canal 13, combina orientaciones de especialistas con testimonios personales de familias diversas, incluidas las mono y homoparentales.
Ahí, la actriz y comediante engarza las secciones con un tono que, en vez de pontificar, reconoce el carácter falible de todo padre. --NOo sé si es lo que uno debería hacer desde un punto de vista periodístico, pero se me ha dado bien --dice un mediodía soleado en una plaza de Providencia--. Las familias a las que vamos a ver de verdad me interesan. No soy periodista, entonces me embalo conversando. Después me dicen que tenemos que editar mucho. --¿ Por qué había resuelto no volver a la televisión? --El estrés que genera el ritmo televisivo no va con mi vida.
Hay veces en las que te citan a las siete de la mañana y empiezas a grabar a las ocho de la tarde, y no puedo hacer eso, porque tengo un hijo y me gusta pasar tiempo con él. También está el estrés del rating. Era un súper buen momento para dejarlo atrás. Ya no calzo ahí. Te llaman y, si en dos días a un programa no le fue bien, chao. Te sacan. Ese ritmo de vida no lo quería para mí. Asegura que, en el caso de "Aprendiendo a crecer", la situación es distinta. Más tarde, avanzada la entrevista, agregará: --La tele, en general, no es respetuosa con tus tiempos. Antiguamente, existían muchos productores y productoras insoportables. Y todo el mundo se atrevía a opinar de tu cuerpo o cómo te vestías. Eso a mí no me volvería a pasar, porque estoy más grande.
Siento que las mujeres, por suerte, ahora tenemos la confianza de ir poniendo nuestros límites. --Dado el título de su programa, ¿qué ha aprendido haciéndolo? --La maternidad ha dividido mi vida en un antes y un después. Por ejemplo, no sabía que la maternidad venía con tanta culpa. No sé si todas las mamás lo vivirán igual, pero en el catastro que he hecho, sí. Entonces, he aprendido a avanzar igual con los miedos que conlleva la maternidad. Y ha sido hermoso. Por eso, creo que la maternidad tiene que ser deseada o no tiene que ser. Para mí, que la deseé durante tanto tiempo, es una maravilla. --Esa culpa, ¿con qué tiene que ver? --Creo que, en cierto punto, todas las mamás sentimos culpa. En el momento en que me voy a dormir, digo: "Quizás hoy estuve mucho en el teléfono trabajando o viendo hue... en redes sociales". Ahí uno sube todo a la balanza. Si estoy mucho afuera, trato de canjear los tiempos. Si se enferma, es heavy.
Dices: "¿ Qué hice? ¿ Se desabrigó? ¿ Tuvo fiebre y no me di cuenta?". No sé por qué estamos diseñados con tanta culpa. --¿ Cómo resumiría su experiencia de maternidad? --Todo lo que pasa es impresionante. El cansancio que sientes es impresionante. El amor que sientes es impresionante. Es desesperantemente agotador, pero lo repetiría mil veces. A mí se me cae la baba por mi hijo. Baltazar, el hijo de Alison Mandel con el también comediante Pedro Ruminot, nació en marzo de 2020, apenas unos días antes de que se desatara en Chile la pandemia de covid-19.
La 9] ad Alison Mandel “No sabía que la maternidad venía con tanta culpa”. coincidencia de ambos hechos, recuerda ella, implicó un desafío. --Fue difícil, porque la maternidad es mucho mejor si se da en tribu. Admiro mucho a las mujeres de mi vida: a mis amigas, a mi mamá. Tenía muchas dudas al principio, sobre todo con la lactancia.
Nunca me voy a olvidar de que una amiga se paró en la reja de mi casa y me tiró una bolsa. "¡Este es un kit de lactancia para que te deje de doler! ", me gritó. Adentro había puros secretos de abuelita, como una crema de matico. Si hubiera tenido eso en el día a día, habría sido más llevadero. Además, no sabíamos nada de la pandemia. Estaba súper angustiada. Lloraba todos los días. Pensaba en que no me quería morir, que es un miedo que también aparece con la maternidad. --Aparece la aprensión... --... y el autocuidado. No soy despelotada; siempre he sido responsable conmigo. Pero nunca había tenido ese miedo latente a salir. La otra vez pensé en que tengo que hacer deporte, porque necesito estar saludable y enérgica. --La maternidad es una experiencia radical, sín vuelta atrás. --Los primeros meses pensaba harto en eso. También empiezas a cuestionarte sobre la cantidad de padres ausentes que hay. Cuando hay una madre ultravulnerada y en una situación extrema, ni siquiera me daría para juzgarla, pero qué heavy cuando las mamás o los papás desaparecen.
No quiero juzgar a nadie, pero ¿ cómo puedes desaparecer de la vida de una persona que es extremadamente dependiente de ti? --En la generación millennial hay un discurso antinatalista motivado por la hostilidad que presenta el mundo hoy. ¿Hizo esa reflexión? --NOo la hice antes del Balti, pero ahora también temo, porque --NOo la hice antes del Balti, pero ahora también temo, porque el mundo, efectivamente, está hostil. Sin embargo, soy alguien que siente mucha esperanza. Los niños que crían mis amigas o la gente que he conocido son súper dulces y empáticos. Antes no se hablaba de una crianza respetuosa. La infancia siempre era minimizada. Ahora hay una búsqueda de empatía.
Igual estoy súper de acuerdo con que haya gente que decida no tener hijos y que por primera vez no sea algo así como: "¿ Cómo no vas a tener hijos? Te vas a quedar sola". Se distrae unos instantes mirando a un par de niñas gemelas que corren por la plaza.
Cuando reanuda la conversación, refuerza lo que acaba de decir con un ejemplo tomado de la cultura pop. --Siempre me acuerdo de una frase que decía Cristina Yang, de (la serie) "Grey's anatomy", a quien le preguntan: "¿ Por qué no quieres ser mamá? ¿ Acaso odias a los niños?". Y ella dice: "No.
Respeto mucho a los niños y por eso me gusta que tengan papás que realmente desean tenerlos". Alison Mandel creció en una casona antigua rodeada de una familia que se volcó a la creación, entre cuyos integrantes se cuentan el actor Gabriel Maturana, su abuelo materno, y su tío pintor Carlos Maturana, más conocido como Bororo. "Entre nosotros, era muy normal ser artista", relata la comediante. --¿ Cómo fue que decantó por la actuación? --Soy súper práctica. Lo otro (la pintura) no estaba rindiendo para la vida que quería tener e inmediatamente hice un plan B. No me enamoro de proyectos que no van a ser fructíferos. Dije: "No quiero ser una persona que esté buscando pega siempre". Eso es muy desesperante para los artistas. Quiero ser dueña de mi sistema económico y de mis tiempos. Egresada del Duoc UC, ha actuado en cine, teatro y televisión.
En este último formato, el paso --entre 2010 y 2015por el programa "El club de la comedia", de Chilevisión, fue un hito decisivo en su carrera: pavimentó un camino en el humor que la llevó al Festival de Viña en 2018 y a girar por el país con shows de stand up. --"El club... " tenía un ritmo de trabajo súper integral, de creación de guiones, de actuar, de equivocarse. Y también de que, a veces, estuviera fomísimo: esa depresión que los comediantes nos llevamos para la casa y que muy poca gente ha experimentado.
Cuando haces un show y está fome, es muy fuerte la sensación, como también lo es cuando alguien te dice: "Tuve una semana de mierda, pero me reí y me voy feliz". --¿ Hay algo en el humor de entonces que no repetiría? --Hay cosas que rescatar, pero los monólogos no eran como los que hacemos ahora. Era tele, así que iba muy rápido. No había tiempo para desarrollar una historia, que es lo que la gente disfruta más ahora. Aquello de lo que nos reímos también va cambiando. No sé si es el contenido. Creo que tiene que ver con cómo uno lo desarrolla, con la rapidez con la que había que crear. Hoy, crear una rutina que empiece a funcionar me toma mucho tiempo. --ó¿ Recuerda algo concreto que ya no haría? --Deben haber hartas hue... que ya no haría. Me acuerdo de un sketch en que me miraban el poto y eso era lo gracioso. Tampoco era una idea mía. La llevaba otro compañero y a mí me ponían en la actuación. Pero nunca lo volvería a hacer, posiblemente. --¿ Qué hay, por otra parte, del revisionismo actual en torno a los libros para niños? --El mundo se transforma muy rápidamente. No sé si cambiaría los cuentos o sus finales, porque el arte, finalmente, es arte. Alison Mandel “No sabía que la maternidad venía con tanta culpa”. "He aprendido a avanzar igual con los miedos que conlleva la maternidad. Y ha sido hermoso. Por eso, creo que la maternidad tiene que ser deseada o no tiene que ser". Recae más en una responsabilidad adulta: qué les lees y cómo. A veces estoy leyendo un libro al Balti y, si hay cosas que no me parecen, cambio la historia hasta que él pueda leerlo y formarse su propia opinión.
Tampoco quiero encauzarlo en un mundo donde no pasan cosas malas, porque sí pasan. --A propósito, ¿qué resulta risible hoy, con tanto miedo y crisis de inseguridad? --En mi carrera como comediante, este último año es el período en que más entradas se han vendido. Mi rutina habla de la vida en pareja y ahora, de la maternidad. Y la gente lo pasa bien.
Cada día hay noticias peores, entonces la gente decide invertir en relajarse. --¿ Cómo ha sido compartir el escenario con Pedro Ruminot en más de una ocasión? --Nos llevamos pésimo trabajando (sonríe). Somos una pareja excelente, pero mejor no trabajar juntos. Él es más espontáneo que yo; puede hacer una rutina entera improvisando. En cambio, yo soy muy estructurada. Dialogo con la gente, pero no mucho. Necesito escribir, aprenderme el guion y ensayar. Frente a eso, no somos una gran dupla. Teníamos un show juntos y se vendían las entradas al tiro, pero era pelea. No terrible... pero para qué. Al momento de emparejarse, Ruminot ya tenía dos hijos: Diego, hoy de 13 años, y Facundo, de 11.
Entre todos forman "una familia que no solo transita la alegría, sino también la pena y el estrés", dice la actriz. --óLa condición de madrastra sirvió de entrenamiento para cuando nació Baltazar? --Creo que sí, porque para mí no fue algo nuevo tener niños. Mi casa nunca más estuvo ordenada, y eso es parte de tener niños felices. Ml felices. Ml felices. Ml felices. Ml Alison Mandel “No sabía que la maternidad venía con tanta culpa”.