EDITORIAL: Contaminación: el factor socioeconómico
EDITORIAL: Contaminación: el factor socioeconómico EDITORIAL Contaminación: el factor socioeconómico Muchas personas siguen utilizando leña, el principal elemento contaminante y la obtienen de manera informal y no a través de una comercialización certificada. De hecho, ayer hubo fiscalización a diversas leñerías ubicadas en el sector de Avenida Collín.
Sin embargo, mientras las autoridades promovían el cumplimiento de la normativa que obliga a comercializar leña seca, en diferentes sectores de la ciudad, decenas de camionetas venden leña ilegal con una humedad muy superior al 25%. C uando se analiza la compleja realidad de la contaminación del aire en Chillán, el factor socioeconómico cruza prácticamente toda la problemática y aparece como la gran pregunta sin respuesta. muchas personas siguen utilizando leña, el principal elemento contaminante y la obtienen de manera informal y no a través de una comercialización certificada. De hecho, ayer hubo fiscalización a diversas leñerías ubicadas en el sector de Avenida Collín.
Sin embargo, mientras las autoridades promovían el cumplimiento de la normativa que obliga a comercializar leña seca, en diferentes sectores de la ciudad, decenas de camionetas venden leña ilegal con una humedad muy superior al 25% Otro elemento que hay que considerar al momento de analizar el uso de la leña es su manejo sustentable.
Al ser energía renovable su utilización puede ser infinita, pero existe el grave inconveniente de que en la región se está explotando bosque nativo, lo que está teniendo un efecto preocupante en el manejo de este recurso natural.
Por otra parte, ideas como la de subsidiar el consumo de gas o de electricidad nunca ha estado entre las opciones en mente de las autoridades de turno, independiente del signo político, pese a que sería la solución a la contaminación de la ciudad. Lamentablemente, algo así aún no es posible, lo que no obsta para que después de 10 años de vigencia de un plan de descontaminación que ha tenido resultados deficientes, se analicen renovadas ideas.
Un aspecto en el que se debiera avanzar e incluso donde la Región de Ñuble podría ser pionera o servir de punto de partida para el resto del país, es en el establecimiento de un permiso de circulación que compense, en parte, el hecho de ser menos contaminante y no como ocurre en la actualidad, que lo que hace es castigarlo, ya que mientras más nuevo es el vehículo más caro es su permiso de circulación. Otra forma de contribuir a tener una ciudad menos contaminada aunque lamentablemente no de resorte local podría ser a través del uso de combustibles más limpios. Al igual que en el caso anterior, los incentivos están puestos de manera equivocada, ya que el combustible menos contaminante es a su vez el más costoso. En ese contexto, la necesidad de hacer más competitivos los precios de los combustibles alternativos es clave, pero ello debe ir acompañado de una efectiva limitación del consumo de leña.
Si bien se descarta por el momento una medida tan drástica como ésa, puesto que afectaría al 85% de las familias de la ciudad, sería imposible de fiscalizar y enfrenta a una costumbre que ya es parte de nuestra cultura, no avanzar en esa dirección es renunciar al derecho constitucional que todos tenemos de vivir en un ambiente libre de contaminación.
Establecer un cronograma de abandono paulatino de este combustible sería claramente una medida impopular, para muchos impracticable, pero necesaria si realmente se quiere terminar alguna vez con el principal problema de salud pública que sufre la capital de la Región de Ñuble..