La “ola coreana” que arriba a las librerias chilenas
Han Kang ganó el Premio Nobel de Literatura esta semana, y de ella circulan un par de títulos en el país. Sin embargo, la literatura del país asiático lleva tiempo presente con obras como las de Hwang Bo-Reum.
Aangustia por el éxito, la L voluntad por no decepcionar a los padres, el trabajo duro y el vacío que deja aquella carrera que no se detieneni con la noche, son los temas que, como rasgos de esta época, atraviesan la literatura de Corea del Sur llegada a Chile a través de decenas de títulos disponibles en librerías de autor o plataformas. Un fenómeno considerado “de nicho”, aunque cada vez con más seguidores entre los menores de 35 años.
Sin embargo, las novelas coreanas esta semana se abrieron al gran público gracias al Premio Nobel de Literatura entregado a Han Kang, que en el país cuenta con los títulos La clase de griego y La vegetariana.
Sin embargo, casi como una premonición, o en línea con el éxito de la cultura oriental en estas tierras a través del k-pop, los manga japoneses y también de esta última nacionalidad las novelas del eterno candidato al Nobel, Haruki Murakami, como Tokio blues y 1084, entre otras, hace unos días llegó a Chile el libro Bienvenidos a la librería Hyunam-Dong, de la coreana Hwang Bo-Reum, cuya publicación Editorial Planeta anunció en 20 países.
Premiada por los libreros de Corea del Sur y Japón, Bienvenidos... cuenta la historia de una librería de barrio, cuya dueña, Yeongju, ha pasado toda su vida haciendo lo que se esperaba de ella, como estudiar, ser exitosa en su carrera y casarse, hasta que decide dejar todo y cumplir su sueño de vender libros.
Esto se manifiesta en líneas del tipo “era como si hubiera vuelto a sus días de lectura desde el amanecer al anochecer; reía mientras apilaba más libros, frunciendo el entrecejo en A HWANG BO-REUM ES OTRA MUESTRA DE LA POPULARIDAD DE LAS LOS AUTORES COREANOS EN EL PAÍS. BO-REUM AO “Bienvenidos a la librería Hyunam-Dong” Hwang Bo-Reum Planeta 318 páginas $19 mil concentración mientras daba vuelta a las páginas. Volvía a ser la pequeña Yeongju, la que leía durante las comidas ignorando los regaños de su madre; volvía al júbilo de leer incluso cuando sus ojos protestaban.
“si puedo volver a experimentar esa felicidad una vez más, tal vez me será posible empezar de nuevo”, pensaba”. La novela se enmarca en la corriente “healing fiction” o “ficción curativa”, donde la narrativa busca “ofrecer consuelo y dar aliento al lector. En ellas suelen tratarse temáticas relacionadas con la salud mental, las presiones y las exigencias de la vida moderna, y abogan por una existencia más pausada”, explica la casa editorial. De esta forma, Bo-Reum señala en su libro que “dentro de las páginas hay mucho sufrimiento, más allá del que hemos experimentado a lo largo de nuestra experiencia finita en la vida. Leerás sobre sufrimientos que no sabías que existen. Cuando has experimentado el dolor de otros através de las palabras se vuelve mucho más difícil perseguir la felicidad y el éxito individuales.
Leer te hace desviarte de la definición tradicional de éxito porque los libros no nos hacen querer ir delante de los demás; nos guían para ir al lado de los otros”. En una carta a sus lectores, la autora dice que comenzó a escribir este libro en 2018, cuando “me desesperaba al pensar cuánto me faltaba para ser una buena ensayista. Aun así, pensando que al menos debería seguir escribiendo, me aferraba a mi escritorio día tras día”, luego del éxito de tres libros de no ficción disponibles en inglés. “Pensaba que la escritura sería un proceso trabajoso que me arrastraría y me anclaría al escritorio, pero ha sido distinto: me despertaba cada mañana ansiosa por continuar con el diálogo desde donde lo había dejado. Por la noche, con los ojos secos y la espalda rígida, me levantaba con renuencia de la silla, consciente de mi propia regla de no trabajar más de la cuenta.
Durante el tiempo que pasé escribiendo esta novela, me preocupé más por las vidas de los personajes que por la mía”. Luego detalla que “en Corea, la carrera por el éxito comienza desde la infancia y, una vez adultos, tanto los “triunfadores' como los “fracasados' viven con una profunda ansiedad. La mayoría de las personas que no han alcanzado ese éxito se culpan a sí mismas y eso las aleja de la felicidad. Así que, sin poder descansar, siguen esforzándose hasta caer rendidos.
Y yo quería escribir sobre personas que se detienen y descansan, poniendo en perspectiva la dirección de sus vidas”. La protagonista, Yeongju, tiene rasgos de la escritora, debido a que ella trabajó como ingeniera de software durante siete años en una empresa “que muchos envidiarían”, dice y, antes de cumplir 30 años se preguntó “¿ debería seguir viviendo así?”. Bo-Reum entonces “decidió darse diez años para explorar nuevos caminos”, apunta la editorial, periodo en que tomó clases de escritura, sus manuscritos fueron rechazados, hasta que publicó por primera vez en formato electrónico al ganar el concurso de una plataforma. Hoy tiene 43 años. Por esto Bienvenidos... también conduce al lector a textos claves para la autora, como “Animal triste”, de la alemana Monika Maron, sobre una mujer que deja a su familia por una nueva pareja.
Luego el hombre también se va de su lado y ella “comienza a usar los anteojos que el hombre había dejado, a pesar de que estos le arruinan la vista con el tiempo; este fue su último intento desesperado de estar cerca de él”, cuenta Yeongju, quien “no entendía a la mujer, pero la admiraba por haber vivido tan intensa y ferozmente”. TRADUCCIÓN La barrera idiomática pesa inclusive en textos desde el inglés si son traídos al español de España, como ocurre con Bienvenidos a la librería Hyunam-Dong, que no fue traducido directamente desde el coreano.
Esta situación, en el caso de la nueva premio Nobel, se remedió en su entrada a nuestro idioma, ya que La vegetariana fue traducida en Argentina en 2012, por la independiente Editorial Bajo la Luna, a cuatro años de que la autora ganara el prestigioso Premio Booker. La obra hoy pertenece a Penguin Random House.
“Todo esto me parece relevante en una época donde desde el propio Gobierno se bastardea la industria cultural argentina y se fomenta que todo se puede importar desde afuera. ¡No! Tenemos una tradición de pioneros y la mantenemos”, escribió en X el académico Martín Felipe Castagnet, autor del perfil Minotauro, una odisea de Paco Porrúa, sobre la casa editorial bonaerense que trajo al español la saga El señor de los anillos, de J. R.R. Tolkien.
Castagnet (Los cuerpos del verano) dicta clases de literatura japonesa en la Universidad Nacional de La Plata, por lo cual explicó que “DÓNDE se traducen los libros es importante”, debido a que “el tipo de castellano que se usa cambia la experiencia de lectura”, sumado a que “las editoriales españolas suelen monopolizar los derechos de autor para todo el mundo hispano, aunque después no distribuyan en Latinoamérica o lo hagan por fortunas sin imprimir acá. Llegar primero permite revender traducciones y asegurarnos de que un libro circule”.. o