Autor: EVA LUNA GATICA
Las visas tecnológicas abren una “grieta” entre Musk y el ala dura del trumpismo
Las visas tecnológicas abren una “grieta” entre Musk y el ala dura del trumpismo Quiebre entre líderes empresariales y sectores conservadores:VISADOS Estados Unidos emite unas 85.000 H-1B al año, que son altamente disputadas por las grandes tecnológicas de Silicon Valley. ner dificultades para satisfacer la demanda de trabajadores altamente cualificados en estas áreas.
Esto es especialmente cierto en el sector tecnológico, donde la demanda de ingenieros de software, científicos de datos y especialistas en inteligencia artificial a veces supera la cantidad de candidatos nacionales cualificados”, dice a “El Mercurio” Florian Ederer, profesor de la Escuela de Negocios Questrom de la Universidad de Boston, quien agrega que “la contratación de talento internacional a través del programa H-1B permite a l a s e m p r e s a s m a n t e n e r s e competitivas a nivel mundial, innovar y cubrir carencias críticas de habilidades.
Aunque quizás lomás importante es que los trabajadores H-1B suelen ser más baratos de contratar y emplear que los trabajadores nacionales”. “Estafa de los oligarcas de Silicon Valley”Pero los más duros del movimiento que llevó a Trump al poder, incluidos algunos de sus más conocidos aliados, están en contra del programa.
Su exasesor Steve Bannon tildó la visa de “estafa de los oligarcas de Silicon Valley para quitar los puestos de trabajo a los ciudadanos estadounidenses”. Precisamente, los partidarios de la línea dura contra la inmigración del movimiento MAGA denuncian que las empresas utilizan a extranjeros a bajo precio en lugar de emplear a estadounidenses, y que al hacerlo bloquean las oportunidades para los trabajadores y graduados universitarios del país. “Los críticos del programa creen que perjudica a los trabajadores estadounidenses al privarles de puestos de trabajo o de la formación que les daría empleo.
Y que permite a los empresarios contratar a extranjeros con salarios más bajos y tener un mayor control sobre ellos porque es más difícil que un trabajador H-1B cambie de empleo”, señala a este diario Michelle Mittelstadt, directora de Comunicaciones del Migration Policy Institute.
Una agenda “tecnología primero”Para los expertos, además, el cambio en la opinión de Trump deja en evidencia la creciente influencia que tendrá el sector tecnológico en el próximo gobierno, tras un año en que los líderes de Silicon Valley han desempeñado un papel importante en la transi-ción presidencial, proponiendo asociados para puestos de alto rango y asesorando al Presidente electo sobre posibles políticas y vínculos comerciales.
“Las grandes empresas tecnológicas tienen una influencia considerable en Washington a través del cabildeo y sus contribuciones económicas a Trump”, comenta Ederer, quien sostiene que es ese factor el que “probablemente haya influido en la postura de Trump”. “Y dados sus recursos financieros y su influencia en los grupos de presión, es probable que sigan siendo una fuerza poderosa en la configuración de las políticas y la economía en general durante la nueva administración Trump”, finaliza el experto.
Mientras que Nur Laiq, experta en Tecnología y Geopolítica de la Universidad de Harvard, plantea que “el debate H-1B es un ejemplo interesante de la política que Trump tendrá que navegar, entre los partidarios de MAGA que quieren una agenda de Estados Unidos primero y los titanes tecnológicos que están impulsados por una agenda de tecnología primero”. ESSERPECNARFla tecnología y la ingeniería, siempre que puedan justificar que no han encontrado estadounidenses con ese nivel de capacitación en el país, y que son ampliamente utilizadas por Silicon Valley, centro mundial de las compañías tecnológicas. Según datos oficiales, la visa permite enla actualidad el ingreso de unos 65.000 extranjeros a EE.UU. cada año y otorga 20.000 permisos a trabajadores que han obtenido un título en el país.
En ese contexto, los líderes de las tecnológicas, muchos de los cuales han creado o financiado empresas que dependen del pro-grama, afirman que este es fundamental para llenar puestos que la fuerza laboral local no puede cubrir, y han destacado su papel en atraer talento internacional.
“Muchas empresas optan por las visas H-1B porque el mercado laboral estadounidense suele te-Inesperadamente un programa de visas para trabajadores altamente calificados está generando una “grieta” en el grupo que apoyan al Presidente electo de EE.UU., Donald Trump.
De un lado se sitúan el multimillonario Elon Musk y otros líderes empresariales de Silicon Valley que defienden la existencia de los visados H-1B, que permite a las empresas estadounidenses contratar a inmigrantes para empleos de especialidad. Del otro, el ala más dura del movimiento MAGA (Make America Great Again), integrada por partidarios de restringir la migración en todos sus frentes.
“La razón por la que estoy en Estados Unidos junto con tantas personas importantes que construyeron SpaceX, Tesla y cientos de otras empresas que hicieron fuerte a Estados Unidos es por la H-1B. (... ) Iré a la guerra con este tema de una forma que no pueden ni siquiera imaginar”, dijo Elon Musk, que nació en Sudáfrica y que llegó a EE.UU. con este tipo de visado, y que coliderará un departamento en el próximo gobierno de Trump enfocado en recortar el gasto fiscal. Su compañero en el cargo, el empresario Vivek Ramaswamy, también es un entusiasta de las H-1B. Los comentarios fueron respaldados por el propio Donald Trump. “Siempre me han gustado las visas, siempre he estado a favor de las visas. Por eso las tenemos”, dijo el Presidente electo en una entrevista al New York Post. “Tengo muchas (personas con) visas H-1B en mis propiedades. Siempre he creído en la H-1B. La he utilizado muchas veces. Es un gran programa”, añadió. No obstante, en su primer mandato adoptó una postura restrictiva hacia estas visas, clasificándolas de “muy malas” e “injustas” para los trabajadores estadounidenses. Las visas H1-B permiten a las empresas estadounidenses contratar trabajadores extranjeros especializados en campos como. Trump respaldó al empresario y defendió el uso de los permisos para atraer talento extranjero especializado a Estados Unidos. Quiebre entre líderes empresariales y sectores conservadores: MUSK, un multimillonario sudafricano, apoya la implementación de permisos a trabajadores extranjeros que él mismo usó para ingresar a