Vall de Boi, en Cataluña: Arte románico y legado
Se acerca la conmemoración de los cincuenta años del fallecimiento de Pablo Picasso.
Junto a Antoni Tapies y otros miembros de las vanguardias artísticas de principios del siglo xx, él tuvo una fuente de inspiración en el Vall de Boí, en los Pirineos catalanes, cuya iconografía románica tiene gran valor artístico patrimonial. Enrique Vergara Leyton Pontificia Universidad Católica de Chile, Facultad de Comunicaciones. Cristóbal Edwards Correa Pontificia Universidad Católica de Chile, Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos. El Vall de Boí constituye un conjunto patrimonial excepcional por su valor arquitectónico e iconográfico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2000.
Ubicado en el extremo oriental del Pirineo catalán, especificamente en la provincia de Lleida, este complejo está constituido por nueve iglesias románicas construidas entre los siglos x1 y XII: Sant Joan de Boí, Sant Climent y Santa Maria de Taiill, Santa Eulalia de Erill la Vall, Sant Feliu de Barruera, Nativitat de Durro, Santa Maria de Cardet, Assumpció de Cóll y la ermita de Sant Quirc de Durro, las que constituyen un testimonio elocuente del desarrollo artístico alcanzado por este valle en la Edad Media.
Sus orígenes se encuentran en el condado de Pallars Jussá y en el poder alcanzado por los señores feudales de Erill, luego de su apoyo alas campañas de reconquista contra los musulmanes, encabezadas por Alfonso el Batallador, Rey de Aragón.
Para formarse una idea de la real dimensión que alcanzaron las iglesias románicas, es importante considerar que, en la sociedad medieval, estos edificios no solamente cumplían funciones espirituales, sino que también eran lugares de reunión y refugio para el pueblo.
En el caso particular de las iglesias del Boí, aparte de su sentido espiritual y social, sus elevados campanarios fueron utilizado como torres de vigilancia y sistema de comunicación entre los diferentes pueblos del valle". Una pregunta recurrente respecto de las iglesias románicas y sus pinturas, dada su presencia y protagonismo en la sociedad medieval, es sobre su financiamiento. ¿Cuál fue la fuente de los recursos para costear su construcción? Quienes financiaban estas obras se conocen como comitentes y sus aportes podían venir tanto de la riqueza personal como de los expolios realizados durante la reconquista de tierras a los musulmanes. Es interesante destacar que no solo los nobles y grandes señores, como fue el caso de los Erill, podían ser comitentes.
En la práctica, los recursos procedían de varios niveles de la sociedad medieval: desde los más ricos a los más sencillos podían contribuir a la construcción y decoración de las iglesias?. En el caso de las iglesias del valle, para su construcción y decoración se contó con maestros y artesanos calificados, algunos provenientes de Lombardía, en el norte de Italia, gracias a los cuales se introdujeron referentes lombardos en su arquitectura y bizantinos en las pinturas de las iglesias.
En términos estilísticos, las iglesias del Vall de Boí constituyen uno de los mejores ejemplos de arte románico que se han conservado, estilo de carácter eminentemente cristiano que se desarrolló inicialmente en Italia y Francia, cuya expansión alcanzó gran parte de Europa. En efecto, si consideramos que para el cristianismo el ser humano es creado a imagen y semejanza de Dios, la persona es de carácter sagrado, lo que otorgó una dimensión espiritual a este periodo.
Cristo triunfante y Señor del Universo La pintura de las iglesias románicas se realizaba a partir de modelos iconográficos —entre los que se pueden identificar referencias a las miniaturas de los libros sagrados—, conocidos también como códices en las biblias que circulaban en Europa?. En un contexto marcado por la centralidad absoluta de la religión y de la Iglesia como fuente de poder terrenal, eran los clérigos los encargados de diseños que se utilizarían en las iglesias, los cuales, por lo general, eran presentados en los planos a los comitentes y luego ejecutados por los maestros y artesanos.
Estas creaciones eran obras que buscaban comunicar la fe a través de una propuesta iconográfica realizada colectivamente y con una clara división del trabajo al momento v E vz - A AL ya .. £ La E Y hr E Me sn ”. - a a a a . A Pe a AM AS al LIA É o pS ¡ A RT BS. Lo).. a a y El ro “EFL GA E A y 7] MA o A qe, y A ¡ 14 340 Po ETT TAZA | de ejecutarse.
La pintura de las iglesias del valle, como es común en el arte románico, fue eminentemente simbólica y tuvo un fuerte énfasis comunicacional asociado a la difusión del cristianismo a amplios sectores de la sociedad medieval en su mayoría analfabetos, lo que se manifiesta en que cada imagen tiene un significado asociado a las sagradas escrituras, los santos, los mártires y al sentido de la historia como promesa de salvación.
Una de las pinturas más icónicas y emblemáticas del Valle de Boí, y del arte románico en general, es Pantocrator o Cristo en Majestad, pintada originalmente en el ábside de la iglesia de Sant Climent de Taill. Esta pintura presenta la figura de Cristo sentado al interior de una mandorla u óvalo en forma de almendra con los pies sobre la Tierra, representado como Cristo triunfante y Señor del Universo.
Con tres dedos levantados de la mano derecha, está en actitud de bendecir, lo que puede interpretarse como la bendición de un Dios trinitario(tres personas y una sola divinidad). A su + A AS" - MS ES ES e A e E hs A pe dll HA A. a AA A) a bh XA AS HA LY Ti ES ANT E AE a e A a AA - A OS rea PASAS OE 3D E TE Id — — IIA ES AA F e ” y re A Y 4 4 AS E - E pre A an o E A r=b rd + E | E SU e AA mn A al 8! E 3 PA E pa e sm — AS A O mk A A Y LI — 3 e: AMS PA rd 7 A A A e 0 AN y » INIA A AI da PA y - os E 5 pr Ta 7 Vr ITA RT AI "ES: ap: E vez, con la mano izquierda sostiene un libro abierto en el que se lee «Ego Sum Lux Mundi» (yo soy la luz del mundo), con lo que se reafirma la misión divina de Cristo la existencia de la humanidad, la luz en oposición a las tinieblas que en el libro del Génesis simbolizan el mal*. Inmediatamente arriba de las manos, están ubicadas la primera y última letra de abecedario griego Alfa (A) y Omega (w), con lo que se representa a Cristo como principio y fin de la creación y la historia. En términos iconográficos, el románico tiende Iglesia de Sant Climent de Taúll. Imagen:Dominio público. pantocrátor del ábside de Sant Climent de Taúll. Imagen:Dominio público. A ocultar el sufrimiento de Cristo, ya que lo presenta como triunfante, aunque esté en la cruz. Esto es algo absolutamente diferente a las representaciones propias del Renacimiento, a humanizar la figura de Cristo en lo que respecta al dolor.
Una posible explicación a esta manera de mostrar a Cristo en el medioevo tendría su origen en la proliferación de profecías que se desarrollaron en torno al año 1000, las que, inspiradas en el Apocalipsis, difundían un inminente fin de los tiempos.
De ahí que la figura de un Cristo triunfante y en majestad, que está más allá del sufrimiento humano, adquiriera mayor sentido y fuera una fuente de consuelo espiritual para los fieles en un contexto teológicamente apocalíptico.
Alrededor de la mandorla que envuelve la figura de Cristo, se presenta un tetramorío, esto es, una representación iconográfica formada por cuatro elementos, que en este caso se trata de los cuatro evangelistas con su respectiva simbología: san Mateo se muestra con la figura del hombre, san Marcos con el león, san Lucas con el buey o carnero, y san Juan, con el águila.
Estas figuras tendrían su origen en el profeta Ezequiel (1:5-14), quien a través de una visión identifica cuatro criaturas con características de hombre, león, buey y águila respectivamente, visión que también está presente en el libro del Apocalipsis de San Juan (4: 7). Esta representación de cada evangelista fue muy común en el Románico y buscaba poner en relieve el rol de los cuatro autores de los relatos de la vida y misión de Cristo, y de sus escritos como fuentes de la auténtica fe cristiana en contraposición con otros relatos considerados de carácter herético, no reconocidos por la autoridad eclesial.
Revaloración del arte románico No deja de llamar la atención que, pese a su gran valor histórico, elinterés por el estudio y la conservación de las pinturas románicas del Valle de Boí sea algo bastante reciente.
No fue sino hasta 1907 que el Institut d'Estudis Catalans organizó la llamada «Misión arqueológicojurídicaa la franja de Aragón», como respuesta a una creciente atención artística por los valores estéticos que representaba el románico y, por el también creciente interés de coleccionistas internacionales por este tipo de obras y su comerciali El objetivo de esta misión, en la que participaron los arquitectos modernistas Lluís Doménech i Montaner (1850-1923) y Josep Puig i Cadafalch (1867-1956) fue impedir el expolio de estas obras y lograr su conservación en Cataluña.
Para el rescate y la conservación de las obras fueron contratados especialistas italianos, los que a través de la técnica del strappo, arrancaron las pinturas murales para ser trasladadas a Barcelona, lo que se concretó a partir de 1919. Actualmente, el Pantocrator de Sant Climent de Taiill y las pinturas románicas del Vall de Boí se encuentran en el Museu Nacional d'Art de Catalunya.
Fue como consecuencia del redescubrimiento de estas pinturas que el arte románico atrajo el interés de las vanguardias europeas, entre otras razones, por la novedad que suponían sus formas rústicas respecto del arte tradicional de finales del siglo x1x. En este sentido, se puede afirmar que es la modernidad, asociada a las vanguardias de principios del siglo xx las que primero revaloran el arte románico en términos de su iconicidad y como expresión visual.
Un ejemplo elocuente de este interés lo podemos ver en la obra de Pablo Picasso, como lo demuestra la exposición «Picasso-Románico», organizada en 2017 por el Museu Nacional d'Art de Catalunya en conjunto con el Musée National Picasso-Paris.
De acuerdo con el catálogo de esta exposición, el interés de Picasso por la pintura románica seinicia durante una estadía en el pueblo de Gósol, en el Pirineo catalán, donde No deja de llamar la atención que, pese a su gran valor histórico, el interés por el estudio y la conservación de las pinturas románicas del Valle de Boí sea algo bastante reciente. El entonces joven artista manifiesta una gran admiración por la simplificación de las formas y la sobriedad de la pintura románica. Esimportante destacar que esa fascinación por el arte románico no solo se da en una etapa temprana, sino también en el Picasso adulto.
En efecto, en 1934 visita la colección de arte románico en Barcelona y, según la prensa de la época, habría manifestado que esta colección constituía un recurso indispensable para conocer «los orígenes del arte occidental» y «una lección para los artistas modernos». Picasso, como lo demuestran sus colecciones privadas, admiró toda su vida cualidades del arte románico, como su trascendencia y simbología de gran capacidad comunicativa”. El interés temprano de Picasso por la pintura románica se puede ver reflejado en los cuadros con que inicia su periodo cubista, como es el caso de Las Señoritas de Aviñón, de 1907. Otro ejemplo de artista contemporáneo que reconoció abiertamente la influencia del románico en su obra es el catalán Antoni Tápies.
Para él, el arte de este periodo constituye una de sus principales fuentes de inspiración, formación y sensibilidad, como se expresa en el catálogo de la exposición «Visita el románico en compañía de Antoni Tapies», también organizada por el Museu Nacional d'Art de Catalunya, esta vez en 2013.
Para Tápies, en la pintura románica se encontrarían las raices culturales e identitarias del arte catalán y su influencia se advierte en la ruptura que realizan las vanguardias con la pintura academicista, como consecuencia de la revaloración de un arte «mágico y comunicativo», «misterioso y sagrado», como es la pintura de las iglesias románicas de Cataluña, según este artista.
Esta reivindicación del arte románico desde las claves de la modernidad también se vio representada a través del denominado Grupo de Taiill, conformado por Tápies y otros seis artistas catalanes, quienes se fotografiaron en 1955 junto a obras emblemáticas, como expresión de reconocimiento y valoración de la pintura románica del Valle de Boí?. Y Pablo Picasso Las señoritas de Avignon 1907 Imagen O By Pablo Picasso - Museum of Modern Art, New York, PD-US. 1 El conjunto románico de la Vall de Boí. Documento electrónico [https:// www.centreromanic.com]. Fecha de consulta: 08/01/2022 2 L. Coma; Martín, C. £ Martínez, T. (2018). El Valle de Boí, Mil años de arte románico, Calafell, Tarragona: Editorial Llibres de Matrícula, p. 32 L. Coma; Martín, C. £ Martínez, T. Op. cit., 40 uu 4 E. Carbonell € J. Sureda (1997). Tesoros medievales del Museu Nacional d'Art de Catalunya. Barcelona: Lunwerg Editores, p. 25. L. Coma; Martín, C. £ Martínez, T. Op. cit., 47. Dm MNAC. MNAC. (2016). Picasso-Románic. Barcelona: MNAC. 0 Barcelona: MNAC. Véase (1995) Agnus Dei. Románic i els artistes del segle xx. Barcelona: MNAC. (2013) Visita al románico en compañía de Antoni Tápies (Dossier de Prensa).