Que te importa mi
Que te importa mi su propio encantamiento”. En una entrevista de las Últimas Noticias se le preguntó a Cárdenas: ¿ Por qué ese verso tuyo, tan moroso, tan largo?-R: Escribo un verso largo como el horizonte del mar. Pero también alterno con un verso más corto y rápido. Lo que importa es la eficacia de las palabras y los ritmos. No quiero ser brillante ni retórico. Me interesa una poesía auténtica, que se entregue plácida o dramática, pero que se entregue.
Para Cárdenas, el mar compone una de sus principales fuentes nutricias, transmutado en otro pueblo, en otra aldea que navegó con él en la poesía y en su vida, pese a que gran parte de su existencia la pasó en la metrópolis santiaguina.
Donde su simpleza de hombre genuino, lo convirtió en un faro para sus yamigos escritores jóvenes poetas, justo en el centro de la ciudad, para ser más preciso en el bar La Unión Chica o Nueva York 11, punto de reunión que liderara con el también poeta lárico Jorge Teillier.
Desde ahí se libaba al calor de las contundentes y variadas conversaciones sorteadas porestados de ánimo o frescas coyunturas literarias, políticas o deportivas que podrían aparecer en los titulares desde un rugoso diario sacado de alguna contertulia chaquetilla de invierno. Para tal caso, se debía estar dotado de conocimiento para entrar a ese ruedo conversacional, de lo contrario era mejor escuchar concatenala ción de las ideas, esperando cualquier final en la octava columna. “Este y neoyorpoeta austral quino”, como lo titulara en el otrora diario Fortín periodista el Mapocho Emilio Oviedo, refiriéndose a Nueva York 11.
En ese lugar, el chico Cárde-nas encuentra su hábitat poético, la cadena humana alrededor de una mesa o kiktral, elemento que conectaba esa memoria genética implacable que le daba el vital motivo de pertenecer a ese espacio y, dicho sea de paso, en uno de los últimos reductos de la bohemia santiaguina. Rolando fue un contemplador infalible de las mutaciones del día y de la noche, las recogió calladamente para conjugarlas en poemas.
Sin lugar a dudas, se convirtió en un fotógrafo fidedigno del acontecer del hombre, inserto en su verdadero ecosistema del cual nunca debió separarse, desde ahí interviene con un canindigenista, que ateso10 ra las reminiscencias más australes de los Selknam, totalmente ya extintos de la comarca patagónica.
De esos hombres y de esas mujeres escribió Cárdenas; o también cuando surte la transposición, en la que sale enérgicamente en defensa del árbol, enseñándonos que el hombre es como otro árbol caminando libre por su tierra. Rolando Cárdenas nació en Punta Arenas en el año 1933. Hace su aparición en las letras título: con chilenas el “Tránsito breve” (1961), que le significó el Premio de Poesía de la Federación Estudiantes de de la Universidad de Chile. Dos años después, aparece el segundo libro “En el invierno de la provincia” (1963), favorecido con el galardón Premio Alerce de Poesía de la SECH. CárdePosteriormente, nas nos hace una tercera entrega de “Personajes mi ciudad” (1964), integrando prosa poética con algunos grabados de Guillermo Deisler.
El antepenúltimo libro será “Poemas migratorios” (1974), que le significó el premio de poesía Pedro de Oña, que otorga la Casa de la“Rolando Cárdenas: La y críticas de visibles esluz translúcida de tus ficritores chilenos, quienes guras australes removielevantaron opiniones en ron las guturales lluvias estrecha convergencia sode la mañana del primer bre la obra de este poeta. hombre”. Por momentos, definido E.R.P. como un poeta: “más te“Que te imporlúrico que Teillier”, como ta mí” antes de que esta diría en más de una ocafrase fuera borrada, desión en el aromado café bido al remozamiento del Do Brasil, el mismísimo refugio López Velarde en Enrique Volpe.
Justifila Sociedad de Escritores cando lo anterior, Ignacio de Chile, en el periodo Valente refiriéndose al presidencial de Ramón libro “Poemas migratoDíaz Eterovic, año 1992. rios” desliza la siguiente Era imposible sustraerse crítica: “Se compone de de leer en la muralla a series sucesivas de imámano izquierda de la engenes de sentido telúrico, trada interior, esta frase un poco a la manera de grafiteada por él, o meSaint John Perse y otro jor dicho el único giro poco al estilo nerudiano, irreverente testamentado transidos ambos por la por el poeta magallánico dosis personal de un tono Rolando Cárdenas Vera, entre legendario y narraquedando de esta manera tivo, que nos convence en el bronce imaginario del carácter directo y vide sus amigos, incluso de vencial de esas evocacioaquellos visitantes furtines australes”. vos de Almirante SimpAndrés Sabella, son7. publica en El Mercurio Pero esta homologación de Antofagasta: “Cárincidental de Letitbe, por denas no es un poeta de cierto, que en una versión fáciles visiones. Descrimucho más áspera que be ciertamente.
Pero sus la de los muchachos de paisajes surgen envueltos Liverpool, no es el únien un nimbo de palabras co máxime estampado que más que fijar las code Rolando, ya que en sas, las suspende en un su poesía encontraremos aire purísimo, un aire que otras líneas, causando embruja, que obliga aqu e interesantes comentarios luchemos por penetrar enSANTORAL: COSME DAMIÁN ÍNDICES ECONÓMICOS TI ESTA = V. LP.C. Agosto 2024: 0,3 %Por: Eduardo Robledo P. Cultura de la Municipalidad de Ñuñoa. “Qué tras esos muros” (1986), será la última obra de Cárdenas en vida.
“Vastos imperios”, se agrega como libro póstumo del poeta. de Dentro los compañeros de su generación de los 50, destacan CeciBarquero, Efraín lia Casanova, Armando Uribe y su histórico amigo Jorge Teillier, ambos lejanos del estruendo y las percutidas pasarelas literarias, -sólo de ellos». Se escuchaba el silencio y más lejanos de ellos la envidia tan efervescente por estos días. Este constructor civil esporádico, de la vieja escuela, se tituló en la Universidad Técnica del Estado en el año 1954. En cambio, la construcción de la palabra le brindó muchos imperios imaginarios, que le llevaron a estar presente en la antología de las Mejores Cien Poesías, de Alone. La muerte de Nana, su compañera, le bastó para ir perdiendo el gusto por la vida, se fue consumiendo en el silencio y el desamparo. Cada vez fueron más distanciadas sus visitas a la Uni corrió Rolando Chica. una suerte parecida a la poeta Carlos Pezoa del Véliz, quien viviera sus últimos días en la indigencia absoluta. Curioso, su hogar lo enconen traron tendido en un silón totalmente desnudo, como sus antepasados. La Sociedad de Escritores de Chile por su lado, tuvo “intenciones” de ayudarlo, las que se cristalizaron en un par de visitas; después los discursos fueron lucidos en el cementerio. Rolando viajó a Santiago con sus originarios patagones, porque la distancia no le mermó la memoria, ni menos el lenguaje de su tribu.
“.. casa, la seguridad del seno materno... escribía Ernesto Cardenal; de la misma manera para Cárdenas fuente vital en el tránsito del hombre por voz cueva son la tierra, de Con su acentuada firmeza, celaba como guardián los parajes helados, deteniendo el pasamos Si tiempo. por las cercanías del Faro Evangelista, por aquellos años el más austral del mundo, (también aludido en su poemática), podremos tener la certeza de estaque Cárdenas nos rá mirando desde aquel faro, para guiarnos en la niebla brumosa, justo en la entrada occidental del Estrecho de Magallanes.V.LP.C. Agosto 2024 0,3 %.