Autor: JON EMONT The Wall Street Journal
Una bomba de tiempo está amenazando a las economías de Asia
Una bomba de tiempo está amenazando a las economías de Asia CONTENIDO LICENCIADO POR THE WALL STREET JOURNAL no es una baja significativa en relación al 77% que se registró hace dos décadas. A nivel mundial, el desempleo entre la gente joven tiende a ser más alto que el de la fuerza laboral en general.
Pero a través de ciertos sectores de un Asia en desarrollo que esperan seguir la trayectoria ascendente de China, la tendencia apunta a una pregunta general: ¿ se rompió la escala a la prosperidad? Por ejemplo, vea Bangladesh. Esta nación del sur de Asia logró salir de la pobreza al convertirse en la fábrica de ropa del mundo, produciendo jeans, camisas y sweaters para las grandes marcas occidentales. Millones de personas dejaron las granjas para emplearse en las fábricas. Luego Bangladesh se estancó. No avanzó hacia una producción más compleja y de mayor valor --es decir, artículos electrónicos, maquinaria pesada o semiconductores-que lleva a empleos más calificados con mejor salario. Esa transición es la Analistas citaron las mínimas oportunidades laborales como un factor importante en la derrota de Modi.
El gobierno de China el año pasado dejó de publicar una estadística de desempleo juvenil durante un tiempo después de que mostrara que más de una quinta parte de los jóvenes no podía encontrar trabajo; un récord.
El sólido crecimiento económico de Indonesia de un 5% proviene en gran parte de una expansión sin precedentes en la minería y el procesamiento de minerales, sectores que emplean mucha maquinaria pesada y no a muchas personas. En diversos países, la dificultad para encontrar un trabajo adecuado se extiende hasta bien entrados los 20 años entre aquellos que buscan empleo.
El año pasado, el 71% de aquellos entre 25 y 29 años con empleo en el sur de Asia tenía un trabajo inseguro, lo que significa que trabajaban por cuenta propia o estaban en empleos temporales; lo que Las economías de más rápido crecimiento de Asia están ocultando un nefasto secreto: sus trabajadores más jóvenes están luchando contra tasas de desempleo obstinadamente altas. Bangladesh --considerado durante mucho tiempo como un modelo de desarrollo por reducir radicalmente la pobreza extrema-registró un crecimiento económico promedio de 6,5% anual durante la última década.
Pero durante los últimos años, el desempleo juvenil se elevó al 16%; el nivel más alto en al menos tres décadas, según datos de la Organización Internacional del Trabajo de Naciones Unidas (OIT). China e India registraron el mismo porcentaje de jóvenes que buscan trabajo sin éxito.
En Indonesia, la tasa es del 14%. La de Malasia llega al 12,5%. En estas naciones populosas, eso asciende a 30 millones de personas entre 15 y 24 años que están buscando trabajo pero no pueden encontrar uno adecuado. Responden por un poco menos de la mitad del total global de 65 millones de jóvenes desempleados en ese rango etario, según datos de la OIT.
Las cifras son peores que en los países ricos como EE.UU., Japón y Alemania, donde los jóvenes tienden a ser absorbidos, aunque no tan malas como las de países del sur de Europa de lento crecimiento como Italia y España, donde alrededor de una cuarta parte de los jóvenes no encuentra trabajo.
Para los países asiáticos que no tienen la amplia base manufacturera de China, las tasas de desempleo juvenil de dos dígitos plantean interrogantes urgentes sobre cómo subir en la escala de desarrollo, y los costos de no hacerlo.
La indignación ante las perspectivas cada vez más diminutas fue un motor clave de los hechos turbulentos en Bangladesh este mes, donde grandes multitudes de estudiantes obligaron a Sheikh Hasina a renunciar al poder después de más de 15 años sucesivos como Primer Ministro y huir del país. En India, cuya economía creció un 8% en el año que terminó en marzo, el partido del Primer Ministro Narendra Modi perdió su mayoría parlamentaria en las elecciones de este año. Aunque el desempleo juvenil de India ha disminuido en los últimos años, sigue estando por sobre el promedio mundial. que hizo posible que Japón, Corea del Sur y China llegaran a ser grandes éxitos económicos. No obstante, el ascenso se ha vuelto mucho más escarpado. Los países que esperan salir airosos ahora deben competir con una China hipereficiente. Las economías desarrolladas como EE.UU. compiten por traer más producción a casa. La automatización está cambiando el panorama. Incluso el principal motor de crecimiento de Bangladesh --la producción de ropa-está recurriendo a las maquinarias antes que a la mano de obra. Las exportaciones de prendas de vestir se han duplicado durante la última década, mientras que el empleo en general en el sector ha crecido a una velocidad mucho más lenta. Luego está el gran desajuste laboral. Cada año, cada vez más personas en los países asiáticos en vías de desarrollo entran a la educación superior y obtienen títulos universitarios. Cuando terminan, prefieren empleos de oficina en campos como diseño, marketing, tecnología y finanzas. Esos son empleos que sus países no producen en abundancia.
India, por ejemplo, ha desarrollado una muy conocida industria de tecnología de la información, pero que puede dar empleo solo a una cantidad limitada de personas, y la inteligencia artificial está viniendo en búsqueda de algunos de esos empleos.
Más del 40% de los graduados universitarios del país menores de 25 años está desempleado, en comparación con el 11% de aquellos del mismo grupo etario que sabe leer y escribir pero no ha completado la educación básica, según un informe de 2023 de la Universidad Azim Premji en Bangalore que se basa en datos oficiales. "Ahora que tiene una educación que su padre no tuvo, que su madre no tuvo, no quiere quedarse atascado en un trabajo como el de sus padres", observó Kunal Sen, director del Instituto Mundial de Investigación sobre Economía del Desarrollo de la Universidad de Naciones Unidas en Finlandia. "Ese es el problema que creo que los líderes políticos no han comprendido". En Bangladesh, aquellos que tienen un título universitario tienen una tasa de desempleo tres veces mayor que la cifra general, según un estudio de gobierno de 2022.
La biblioteca de la Universidad de Dacca, una de las principales instituciones educacionales del país, está llena de exalumnos desempleados que leen libros detenidamente para su primera, segunda o incluso tercera tentativa de aprobar el examen para entrar a la administración pública. Muchos viven de las asignaciones de sus padres hasta bien entrados los 20 años. Aktaruzzman Firoz, de 28 años, se graduó con una maestría en sociología en 2021, pero no ha podido encontrar trabajo a pesar de postular a 50 cargos. Entró a la carrera por un empleo de gobierno este año con 500 postulantes que competían por dos cupos, indicó. Logró llegar a la ronda final, pero perdió. Para vivir, Firoz le pide dinero prestado a su padre, un empleado público de nivel inferior en su localidad rural, quien hace poco fue sometido a una operación a corazón abierto. Ha postergado sus ambiciones de buscar una compañera de vida. "Si no puedo asumir la responsabilidad por mi familia, ¿cómo puedo pensar en casarme?", expresó. En Bangladesh, son muchos los que ansían conseguir el prestigioso trabajo de gobierno, porque el sector privado subdesarrollado del país no proporciona muchos empleos de oficina estables.
Las protestas de este año tuvieron su origen en una decisión de tribunales en junio, la cual reserva el 30% de los nombramientos de gobierno para los familiares de veteranos bangladeshíes de la Guerra de Liberación del país.
Un líder estudiantil de las protestas, Asif Mahmud, de 26 años, es ahora ministro de gobierno que supervisa los ministerios de la Juventud y del Trabajo. "Uno de los principales motores de estas protestas fue la creciente crisis laboral", señaló.
Su objetivo es solucionar el problema permitiendo que las escuelas y las universidades trabajen con la industria para producir graduados preparados para el empleo, explicó. "La cantidad total de oportunidades laborales no es suficiente para Bangladesh, desde el punto de vista de su población", manifestó. Muktadir Rashid colaboró con este artículo.
Traducido del inglés por "El Mercurio". Dificultad para hallar un trabajo adecuado se extiende hasta bien entrados los 20 años: Una bomba de tiempo está amenazando a las economías de Asia JON EMONT The Wall Street Journal El desempleo de dos dígitos está frenando a decenas de millones de jóvenes, lo que plantea interrogantes urgentes para un grupo de naciones de rápido crecimiento. ESTADÍSTICAS El gobierno de China el año pasado dejó de publicar una estadística de desempleo juvenil durante un tiempo. China e India registraron el mismo porcentaje de jóvenes que buscan trabajo sin éxito, 16%. En Indonesia, la tasa es del 14%. La de Malasia llega al 12,5%. AFP.