LA ISLA VERDE DE QUILICURA
- LA ISLA VERDE DE QUILICURA DIARIO DE VIAJES DIARIO DE VIAJES DIARIO DE VIAJES DIARIO DE VIAJES DIARIO DE VIAJES Quilicura 0 Vivero 0 Vivero LA ISLA VERDE DE QUILICURA 5% COMO SI FUERA UNA CONTRADICCIÓN, CERCA DE UN SECTOR CONOCIDO POR SUS OUTLETS ESTÁ ESTE PEDAZO DE NATURALEZA: EL SAN IGNACIO ES UN CERRO IDEAL PARA HACER SENDERISMO, CON UNA SORPRESA ARQUEOLÓGICA AL FINAL, Y UNAS VISTAS QUE DE VEZ EN CUANDO RECUERDAN QUE AÚN ESTAMOS EN LA GRAN CIUDAD. POR Marcela Saavedra Araya, CUANDO RECUERDAN QUE AÚN ESTAMOS EN LA GRAN CIUDAD. POR Marcela Saavedra Araya, CUANDO RECUERDAN QUE AÚN ESTAMOS EN LA GRAN CIUDAD. POR Marcela Saavedra Araya, JORGE MARAMBIO MARAMBIO MARCELA SAAVEDRA. SAAVEDRA. MARCELA SAAVEDRA. á E 3 E El trekking tiene siete kilómetros. El canal El Carmen acompaña la ruta. Se ven excavaciones del siglo XIX. sel primer martes de julio, 10-30 de la mañana, y un viento fresco mueve suavemente la hierba que cubre el cerro San Ignacio. Pese alo crudo de este otoño-invierno, para hoy se estima una máxima de19 grados Celsius. Un golpe de suerte para esta jornada. Los rayos de sol ya entibian las laderas de esta colina ubicada el noreste de Quilicura, cubriéndola con una luz agradable y cálida. Zancada tras zancada, mientras avanzamos por el sendero, es posible ver lagartijas, aves rapaces, pastos que a ratos muestran colores casi fluorescentes y, alo lejos, un cordón de cerros. Partimos el trekking hace poco y, a nuestra derecha, el curso del canal El Carmen parece un susurro. Toda la escena cambia si uno da un simple vistazo hacia el lado opuesto del cerro, donde está la ciudad: alí aparecen containers, chimeneas, caminos asfaltados, casas y micros. Eso nos recuerda que el San Ignacio es una especie de frontera, donde la naturaleza y las huellas de la acción humana se encuentran.
Casi media hora antes de dar con El Carmen, habíamos llegado a este lugar para conocer el circuito que los integrantes de Resistencia Socioambiental Quilicura (RSQ) crearon para que los amantes de la naturaleza puedan conocer lo que esconde este lugar. Y para comenzar el ascenso, nos acercamos por la calle San Ignacio (conocida por sus populares outlets), para luego tomar el desvío por General San Martín.
Allí ala altura del sectorllamado Puente Verde --frenteal vivero Pumahuida--, encontramos la entrada al sendero, un circuito hasta la cima de baja dificultad y de 7 kilómetros en total, que recorreríamos con Cecilia Farías y Rodrigo Vallejos, de RSQ. Por cierto, los primeros metros sin duda fueron los más complejos. Para llegar al sendero principal había que trepar una subida empinada, que desde abajo parecía interminable. Con perseverancia, y varios sorbos de agua, llegamos a una zona más plana. Felizmente, el resto del camino no volvió a tener ese grado de inclinación, así que pudimos disfrutar mucho más. Encontramos más adelante una zona de cuevas que, según Rodrigo, fue construida por la Sociedad del Canal del Maipo a finales del siglo XIX para llevar aguas de los ríos Maipo y Mapocho hacia Colina.
Ya no pasan aguas por aquí, así que seguimos avanzando en la penumbra y el barro de la caverna hasta dar con el sendero principal "Loscerros que ves alo largo y ancho, con cumbres como Pan de Azúcar, el Carbón ol San Cristóbal, forman parte del cordón montañoso Manquehue que conecta con los Andes. Hay evidencia de que esta zona era utilizada por los incas, por ejemplo, porque por acá pasaba el Camino del Inca", aseguró Rodrigo mientras seguíamos. A esa altura, el paisaje completo había cambiado: además de hierba bajita, en las laderas empezaba a desplegarse un verdadero bosque de quiscos. Cada paso era una sorpresa de colores y rocas que creaban un escenario inesperado. Fue entonces cuando los guías indicaron que tomaríamos un desvío: una huella casi imperceptible que nos llevaría hasta la cumbre Para Rodrigo, la subida al San Ignacio requiere venir con alguien que conozca el camino. Es fácil perderse, dice. Y luego comenta ue esta zona hoy estaría "amenazada" por un gigantesco proyecto fotovoltaico, lo que los motiva a difundir y mostrar su belleza, antes de que sea intervenida. Tras unas dos horas a ritmo suave, llegamos a una zona de rocas. Atrás quedaban litres, guayacanes o algarrobos; al frente, muy cerca, la cima. Así que nos hicimos ánimo para llegar: al final del camino, un gran algarrobo indicaba la meta. Pero no era todo. Sobre las rocas había restos arqueológicos: 10 piedras tacitas (rocas con formaciones cóncavas de poca profundidad) de rigen prehispánico. "Según la bibliografía, antiguamente Quilicura era un inmenso humedal compuesto por una gran laguna. La teoría es que en esta zona había un asentamiento incaico y que estas piedras tenían una función ritual", dice Rodrigo.
Cierre perfecto para el ascenso, Cuando volvíamos, Cecilia explicó que la mejor fecha para conocer este lugar es justo ahora y el comienzo de la primavera, cuando yuyos, añañucas, azulilos y maravillas de campo florecen. "Aquí hemos encontrado 50 especies nativas y 28 endémicas.
Hoy buscamos divulgar más sobre estos ecosistemas para mostrarlo que tenemos en Quilicura y crear «conciencia sobre el cuidado, Por eso insistiremos en hacer este guiado para MÁS INFORMACIÓN: encantar a las personas con la naturaleza de nuestra comuna", dijo, IM En Instagram: (Ors_quilicura En Instagram: (Ors_quilicura En Instagram: (Ors_quilicura En Instagram: (Ors_quilicura.