Autor: JUAN RODRÍGUEZ MEDINA
Por un “conservadurismo libertario”: ABDON CIFUENTES según Rafael Gumucio
T al vez las estatuas no serían solo estatuas, las calles solo calles ni las escuelas y liceos solo escuelas y liceos, si los nombres que llevan tuvieran algo de la vida que fueron, o sea, algo de lo bello y lo feo, y, fundamentalmente, de lo mediocre que hay en todos.
Diego Barros Arana, por ejemplo, el gran historiador chileno del siglo XIX, también educador, sí, pero además alguien que inventaba pelambres contra unos y otros, y que motivó a sus estudiantes del Instituto Nacional a sublevarse contra quien lo había reemplazado como rector de la institución.
O eso al menos es lo que cuenta Abdón Cifuentes (1836-1928) en "Páginas de memoria", autobiografía de este abogado y profesor, periodista y escritor, político del Partido Conservador, diputado y ministro, nacido en San Felipe y muerto en Santiago, católico militante, defensor, contra los liberales, de la preeminencia de la iglesia católica en la vida civil, y también del voto de las mujeres y de la libertad de enseñanza; parte de los fundadores de diarios como El Independiente, del Círculo Católico de Obreros y de la Universidad Católica de Chile; republicano ajeno a las nostalgias coloniales; creyente, sí, pero lejos de cualquier ultramontanismo.
La obra, aparecida originalmente en 1936 con el título "Memorias", es publicada ahora por Fe de Ratas, una nueva editorial chilena, con selección, prólogo y notas de Rafael Gumucio: "Al hacerse conservador, Cifuentes no adhiere al partido del orden y el pasado, y menos aún al partido del poder", anota el escritor.
Un país chico Otro nombre que tuvo vida: Presidente Errázuriz, la calle que está en Santiago, en Las Condes, por Federico Errázuriz Zañartu, quien presidió Chile de 1871 a 1876 como parte de esa extraña alianza entre conservadores y liberales contra el monttvarismo, o sea, contra Manuel Montt y Antonio Varas.
Bueno, Cifuentes fue ministro de Errázuriz y este, luego de los desencuentros que tuvo su secretario de Estado con Barros Arana, que terminaron con su salida del Instituto Nacional, no encontró nada mejor que permitir que una "turba de estudiantes y de pueblo" asaltara la casa de su ministro. Eso dice Cifuentes.
Con historias como esa, o la de un supuesto explorador alemán que estafó a buena parte de la clase alta santiaguina con suscripciones para un libro que terminó siendo una chapuza, no es raro que Rafael Gumucio lo haya pasado bien trabajando en "Páginas de memoria", seleccionando y titulando las distintas partes. "Rememoré todo eso que uno estudia en el colegio, de los liberales y conservadores, y fue muy divertido verlo desde el otro lado, digamos, del lado conservador", dice. "Hay muchas anécdotas, es muy vívido, es un país muy chico en el que todo el mundo se conoce, y en el que las peleas eran muy virulentas.
También me ayudó mucho a darme cuenta de que hay cosas que tienen bastante historia; o sea, no hay nada como el estallido social, pero en un nivel micro cada quince o veinte años hay un evento revolucionario heavy". --Dices que a Cifuentes lo anima la defensa de la libertad, por ejemplo, la de creer en Dios. ¿Cómo llega a ese conservadurismo que tú describes como "libertario"? "Lo que él cuenta en el libro es que lo primero que le llamó la atención fue la mediocridad del debate intelectual, el monopolio de la (Universidad de) Chile, del Instituto Nacional, de los masones. Y entonces comienza a abogar por la libertad de examen. Así lo dice él. Yo tengo dudas, creo que más bien hay un motivo de fe religiosa personal en el asunto. Y todas sus causas van siendo coherentes con eso. Por eso a veces es contradictorio, para uno, porque uno tiene la idea de que si es conservador, entonces está contra el voto femenino, pero está a favor... porque el voto femenino era mayoritariamente conservador. Después está a favor del sufragio universal, sobre todo en los campos, porque los campesinos son más conservadores que los dueños de fundo. Después está a favor de la libertad de prensa y de opinión, porque el monopolio lo tenían en esa época los liberales. Todas estas luchas, que no son por la libertad en sí, de alguna forma suman a la lucha por la libertad. Abdón Cifuentes es la primera generación de conservadores que están totalmente libres de España y de la colonia, sin ninguna nostalgia colonial". --No son ultramontanos. "No, no. Ahora, tampoco él llegó a ser, que también existían, socialistas católicos o sociocatólicos. Pero sí eran personas totalmente independientes del yugo colonial o de la idea de volver a la colonia. Y en ese sentido él era totalmente partidario del sistema democrático liberal. Es un peluconismo liberal.
Y es bien interesante que además se construye una pequeña vanguardia intelectual en la que está Cifuentes, Zorobabel Rodríguez, (Manuel José) Irarrázaval... todos calles". Como novelas Lo que más entretuvo del libro de Cifuentes a Gumucio es que "está contado como un picaresco", dice. "Siempre he sido bastante fanático de ese tipo de crónicas, como las de otro conservador, pero que era liberal cuando joven, (José) Zapiola, los `Recuerdos de treinta años'". Se leen como novelas, agrega. En las memorias de Cifuentes hay una "antihistoria de Chile", de hecho así se titula el prólogo.
La historia oficial es esa en la que, por ejemplo, se distingue con claridad entre liberales y conservadores. "Y así muchas cosas no se explican", cree Gumucio. "¿Por qué del conservadurismo nace la Falange y luego nace el MAPU y luego nace la Izquierda Cristiana? No se entiende muy bien si uno no conoce esta antihistoria.
Y tampoco por qué del mismo Partido Conservador nace el gremialismo y la UDI, que termina en alguien como Kast, que también es un conservador, pero está en TikTok". "Yo recibí de chico esa versión contradictoria, porque mis dos bisabuelos, uno era liberal y otro era conservador, los dos, de niños, habían participado de la revolución del 91, como correos, pero en el bando antibalmacedista.
Entonces como que a mis abuelos les costaba explicar por qué sus papás, que eran los héroes de sus respectivas familias, habían sido antibalmacedistas, cuando Balmaceda era visto como un héroe". --Cuando se habla de conservadurismo en Chile, sea en términos políticos o intelectuales, se repiten nombres como Diego Portales, por supuesto, y José Joaquín Prieto, o Francisco Encina y Alberto Edwards. Al Chile republicano, moderno, ¿le falta reivindicar a Cifuentes, al conservadurismo libertario? "En esos casos el sello de lo conservador está dado en lo autoritario. Y yo creo que en este caso, el de Cifuentes, es justamente lo contrario, es un conservadurismo antiautoritario, muy alérgico a la autoridad. Cercano a la autoridad espiritual, religiosa, por supuesto, pero muy lejano a la autoridad temporal.
Eso sí que creo que es súper reivindicable, y hay huellas de ello en lo que es la Democracia Cristiana, la Izquierda Cristiana y el MAPU; de hecho (se ríe), fue la razón por la que les fue mal.
Es la razón por la que gobernaron, por la que atrajeron a mucha gente, pero, cuando fueron gobierno, con Frei Montalva, su antiautoritarismo esencial les impidió apoyar de manera corporativa, leal a su gobierno, y lo abandonaron. Frei ganó y dos meses después estaba la DC en contra de él.
Bueno, mi abuelo (Rafael Agustín Gumucio) era parte de ese grupo... (se ríe)... No solo era parte, era uno de los líderes del grupo (que se escindió de la DC, formó el MAPU y luego la Izquierda Cristiana). Pero hay que decir que ese componente radicalmente antiautoritario sí creo que es reivindicable y es también misterioso para quien lo ve desde afuera". --En el prólogo hablas de los lazos de sectores conservadores con los inicios del movimiento obrero, además citas nombres como los de Clotario Blest, "un católico revolucionario", dices, al igual que Gabriela Mistral y Alberto Hurtado. ¿Te identificas con esa línea que trazas? "Bueno, ehh... lo intento, pero sí... ". --¿ Eres conservador? "Sí, evidentemente que soy conservador en el sentido de que... No quiero conservar nada, sí creo en la existencia de los clásicos. No creo que la gente deb a c o m p o n e r c o m o Bach, pero no creo que nadie pueda desconocer que existe Bach.
Soy conservador en el sentido de que no veo en el progreso un ídolo atendible, pero no en el sentido de ser reaccionario, de que necesariamente todo lo pasado fue mejor, y mucho menos en el acatamiento a la autoridad. No soy del partido del desorden, por supuesto, pero no me calificaría dentro del partido del orden.
Creo, como todo el mundo por lo demás, que hay que tener orden y de repente dejar el desorden, porque si no se esclerosa el orden". --Algo de esta reflexión sobre el conservadurismo aparece ya en tu ensayo sobre el catolicismo. "Sí... Tengo una majamama personal en este aspecto. Escribí `¿ Por qué soy católico?' y el libro me convirtió al ateísmo.
No hay nada en ese libro que no volvería a decir, pero si realmente creo en lo que sale, si realmente vivo de acuerdo a las ideas que pongo, te diría que no, que vivo absolutamente en la desprotección, en la falta de autoridad, vivo peleándome en Twitter, estoy desesperado por no morirme, no ayudo a ninguna institución caritativa o de ninguna especie, no me porto demasiado bien con mi vecino, ni demasiado mal. Soy un hombre completamente mediocre de esta época. Lo que traté de hacer con ese libro, el libro del catolicismo, y un poco con este libro también, es decirle a la izquierda el camino del conservadurismo.
O sea, la tradición conservadora, yo creo, es nuestra, y hemos cometido un error absolutamente grave al abandonarla". RESCATE Una antihistoria de Chile Por un "conservadurismo libertario": ABDÓN CIFUENTES según Rafael Gumucio JUAN RODRÍGUEZ MEDINA PÁGINAS DE MEMORIA Abdón Cifuentes Selección, prólogo y notas de Rafael Gumucio, Fe de Ratas, 2023,373 páginas, $16.000. MEMORIAS El escritor edita "Páginas de memoria", la autobiografía del político católico que, durante la segunda mitad del siglo XIX, defendió la libertad de enseñanza y el voto de las mujeres.
De eso habla Gumucio en esta entrevista y de la "majamama personal" conservadora de la que se siente y no se siente parte: "No creo que la gente debería componer como Bach, pero no creo que nadie pueda desconocer que existe". Abdón Cifuentes es uno de los fundadores de la Universidad Católica. GENTILEZA FE DE RATAS Rafael Gumucio publicará una biografía sobre Roberto Matta. FELIPE VARGAS FIGUEROA Por un “conservadurismo libertario”: ABDON CIFUENTES según Rafael Gumucio.