Déficit habitacional y arriendos
Déficit habitacional y arriendos EDITORIALn informe del sitio U de búsquedas de arriendos yapo. cl dio cuenta que Tarapacá está entre las 13 comunas del país más caras. Según el sitio, el arriendo promedio de un dep: tamento de 70 metros cuadrados en Iquique alcanza los $703.086, un precio que está a la par de comunas con marcada actividad industrial como Antofagasta.
Si bien este es un promedio, lo cierto es que en Iquique es difícil encontrar un arriendo por menos de 400 mil pesos, los que además son muy escasos, ya que se trata por lo general de departamentos antiguos.
Pese a ello, es importante aclarar que hay una gran cantidad de personas dela región que no cuentan con ingresos suficientes para optar a un arrien-do de este costo y por lo mismo se han visto obligados a buscar una vivienda en otras comunas de la región, como Alto Hospicio.
Por otraparte, están las personas que viven deallegados o que arriendan mini departamentos en condiciones de hacinamiento e incluso aquellos que debieron buscar una solu-ESSi bien este es un promedio, lo cierto es que en Iquique es difícil encontrar un arriendo por menos de 400 mil pesos”. ción habitacional en campamentos.
Tarapacá, según estudios de la Cámara de la Construcción, es la quinta región con el mayor déficit de viviendas, que llega a 29.652 y representa el4,6% del déficit habitacio-nal del país, número que sin embargo siempre estáen aumento y que crece mucho más rápido que el avance de las soluciones de parte del Estado. En la actualidad el Gobierno lleva adelante un Plan de Emergencia Habitacional y Tarapacá figura entre las regiones con menor avance, con 3.940 viviendas terminadas de un total de 9.300 quese calcu16 como meta.
Es claro que hay muchos factores que inciden en que los arriendos sean particularmente costosos en Iquique, pero sin duda el déficit de oferta tiendea que los costos se mantengan al alza independiente del mal momento de la economía.
Por todo lo anterior se requiere un trabajo estratégico que vaya en orden a aumentar la disponibilidad de viviendas, pero también el mayor acceso a estas de parte de las familias más vulnerables, evitando así la proliferación de campamentos que ha ido en fuerte incremento en los últimos años.. EDITORIAL