Cartas: Hay déficits y déficits
Hay déficits y déficits Señor Director: Con una deuda pública que supera el 42% del PIB y un déficit fiscal insostenible, el ajuste en los niveles de gasto del Estado parece tan inminente como necesario.
El Ministerio de Hacienda hará pronto sus propuestas de ajustes para 2025, mientras candidatos y candidatas a la Presidencia de la República harán lo propio en sus programas de gobierno. en este proceso será esencial la identificación de sectores prioritarios, donde ajustes presupuestarios podrían hacer un daño profundo a nuestra sociedad en el largo plazo. Uno de ellos es la educación durante la primera infancia, período crítico del desarrollo humano, en el que se forman los pilares de nuestras capacidades cognitivas, socioemocionales y sociales. No podemos olvidar que Chile viene acumulando problemas en la educación temprana por años, los cuales fueron profundizados por la pandemia. A modo de ejemplo, existen graves déficits en el desarrollo de habilidades de lenguaje y grandes dificultades para mantener niveles de asistencia óptimos. Ese tipo de problemas cobra particular importancia cuando se repara en las disparidades de recursos que existen entre los distintos proveedores de educación en dicho nivel.
En particular, de acuerdo con cifras de Acción Educar, los centros de educación parvularia administrados por terceros (municipalidades, SLEP o privados sin fines de lucro) y que reciben aportes fiscales vía transferencias de fondos (conocidos como JUNJI VTF) cuentan con el menor aporte fiscal a pesar de abarcar la mayor cantidad de párvulos. Se estima que para cerrar las brechas en este ámbito se requerirían cerca de US$ 200 millones al año. Hay déficits y déficits. Chile requiere ajustes del gasto del Estado, pero hay que evitar hacerlo en sectores donde el retorno social de los fondos públicos esté casi asegurado. Está documentado que cada peso invertido en educación temprana de calidad tiene un retorno positivo en el largo plazo. Los déficits formativos en ese nivel son amplios. Hay que cerrarlos tan rápido como los fiscales. MARÍA JOSÉ UAUY Directora ejecutiva Fundación Liguria