Que nos dejó la COP 29
Que nos dejó la COP 29 ALEJANDRA STEHR Integrante Centro de Estudios Europeos UdeC Entre el 11 y el 24 de noviembre se llevó a cabo en Bakú, Azerbaiyán, la 29ª Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático (COP 29). Este encuentro global tuvo como prioridades establecer un nuevo objetivo de financiación climática, garantizar que todos los países dispongan de herramientas para aplicar medidas más ambiciosas, reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y construir comunidades resilientes frente a los impactos del cambio climático.
En materia de financiamiento, los países desarrollados asumieron el compromiso de recaudar $300.000 millones anuales hasta 2035, destinados a ayudar a las naciones en desarrollo a proteger a sus comunidades y economías frente a desastres climáticos. Además, se proyecta incrementar esta cifra hasta alcanzar $1,3 billones anuales para ese mismo el Órgano Supervisor del mecanismo de créditos tiene una extensa lista de tareas hasta 2025, cuando deberá presentar avances. Aunque los acuerdos logrados son un paso adelante, especialmente en financiamiento, aún queda mucho por hacer.
La acción global necesita acelerarse si queremos enfrentar con éxito las crecientes amenazas del cambio climático y proteger el futuro del planeta. año, cumpliendo finalmente las promesas realizadas en 2009 de aumentar los recursos en $100.000 millones anuales.
En el ámbito de la adaptación, se adoptó la Hoja de Ruta de Bakú a Belém, que busca recaudar un billón de dólares adicional y movilizar esfuerzos globales hacia la próxima COP 30, que tendrá lugar en Brasil.
Por otro lado, se discutieron los avances en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés). Varios países presentaron actualizaciones antes del plazo de 2025, destacando Brasil, con la meta de reducir entre un 59% y 67% las emisiones para 2035 en comparación con los niveles de 2005, y alcanzar la neutralidad en 2050. El Reino Unido, por su parte, estableció un objetivo aún más ambicioso: reducir al menos un 81% las emisiones para 2035 respecto a los niveles de 1990. Otro logro relevante fue la culminación de las negociaciones sobre los mercados internacionales de carbono, tras casi una década de trabajo. Se acordaron los componentes clave para que estos mercados sean operativos bajo el Acuerdo de París, incluyendo un sistema de créditos de carbono y mecanismos para el comercio entre países. Sin embargo, este trabajo no concluyó en Bakú: Que nos dejó la COP 29.