Autor: CLAUDIO IBÁÑEZ S. Psicólogo Director Instituto Chileno de Psicología Positiva
Simone Biles y el pasado
Señor Director: Simone Biles ha vuelto a deslumbrar al mundo. Ya lo había hecho en el Mundial de Stuttgart donde, con 22 años y 25 preseas, se transformó en la máxima estrella de la gimnasia. Ahora, con 27 años, en los JJ.OO.
De París 2024, su desempeño en el al/ around individual, que culminó con una eximia e inigualable rutina en piso, le permitió alcanzar un nuevo oro en su carrera y el segundo en estos JJ. 00. Sus actuaciones le han permitido reunir seis coronas, superando a la legendaria e inolvidable Nadia Comaneci. Aún más. Dos ejercicios de extrema dificultad creados por ella han sido patentados con su nombre (Biles 1 y Biles ID, quedando así para siempre en la historia de la gimnasia. Su deslumbrante adolescencia y juventud contrasta, sin embargo, con su oscura y tenebrosa infancia. Vivió en una familia completamente disfuncional. Fue engendrada y criada por padres adictos al alcohol y drogas. Nunca conoció a su padre biológico. Pasó hambre y miedo. A los tres años fue adoptada por su abuelo paterno. En su adolescencia fue sexualmente abusada por el médico de la selección nacional de gimnasia. El caso de Simone Biles muestra que la extendida creencia de que las adversidades infantiles ejercen un impacto determinista, aplastante, mutilador e imborrable en las personas debe ser revisada.
Tal como lo muestran las investigaciones de psicología positiva, el impacto del pasado en las personas ha sido sobredimensionado y se olvidan los recursos personales que todas poseen, como la resiliencia, las virtudes, las fortalezas y la autodeterminación. Simone Biles ha dicho: "todos los retos de mi infancia me han convertido en la mujer que soy ahora... única, inteligente, talentosa, motivada y apasionada.
Me prometí que mi historia sería mucho más grande que mi pasado". Lo que ha hecho Biles con su vida es un llamado para que profesionales de la salud, educadores, padres y familias, si queremos ayudar a personas impactadas negativamente durante su infancia, jamás las victimicemos crevendo que son prisioneras de su pasado.