Autor: ELENA IRARRÁZABAL SÁNCHEZ
Saint-Paul-de-Mausole: El hospital donde VAN GOGH pintó sin descanso
Saint-Paul-de-Mausole: El hospital donde VAN GOGH pintó sin descanso INTENSA CREACIÓN Muchas obras que se presentan en Londres surgen ahí:Dormitorio de Van Gogh en el sanatorio. Allí tenía prohibido almacenar sus pinturas, pues en momentos de crisis trató de ingerirlas. LABAZÁRRARIANELEEn París entabla amistad con artistas de vanguardia y descubre como fuente de inspiración las estampas japonesas, cuyos planos audaces y contrastes de color le causan honda impresión. Tras dos años en París, Vincent se cansa de la vida urbana y se marcha en busca de “una luz distinta”. Se establece en Arlés, una pequeña ciudad provenzal a orillas del río Ródano.
Alumbrada por la intensa y cálida luz mediterránea y con los campos mecidos por el viento Mistral, en este lugar crea pinturas como “El dormitorio”, “Los girasoles” y “La casa amarilla” (el lugar donde vivía, bombardeado en la Segunda Guerra Mundial). Tras la crisis en que se corta la oreja, Van Gogh deja Arlés y se recluye en el sanatorio y antiguo monasterio agustino, que milagrosamente ha logrado sobrevivir, casi intacto, hasta el día de hoy. Los caminos del pintorEl hospital de Van Gogh se emplaza en las cercanías del pueblo provenzal de Saint-Rémy de Provence.
En este enclave soleado, de animadas callecitas, muchos lugares hablan del pintor, entre ellos el Museo Estrine (una joya de la arquitectura provenzal, hoy con muestras sobre la vida de Van Gogh) y el Museo Les Apilles, que retrata la vida campesina y costumbres de la zona. Desde el pueblo de Saint-Rémy se puede caminar, por un camino arbolado de cerca de un kilómetro, hasta el viejo hospital. Muy cerca están las ruinas romanas de Glanum y también una impresionante torre romana (una de las poquísimas que sobreviven en el mundo), testimonio de los antiguos habitantes de la zona. Impresiona que la clínica psiquiátrica siga activa hasta hoy, dedicada a atender a mujeres con problemas de salud mental y también a personas discapacitadas mayores. Una parte del edificio está abierta al público. Incluye un sendero botánico, la capilla medieval y el impresionante claustro románico en torno a un patio con flores. También se pueden recorrer las simples habitaciones del asilo, incluido el dormitorio de Van Gogh. Es una experiencia muy conmovedora, al igual que la caminata por los campos donde el artista caminaba y pintaba. Allí se emplazan 19 reproducciones de sus cuadros más emblemáticos, donde reverberan los mismos paisajes que uno ve con los ojos. Todo es muy sencillo, nada de montajes interactivos o despliegues grandilocuentes. El silencioso hospital contrasta con el bullicio generado por la esperada exposición sobre Van Gogh en Londres, que exhibe varias obras creadas por Van Gogh en Saint-Rémy, entre ellas, su serie sobre los olivos. La muestra ha vuelto a poner al artista en el tapete, a ravés de nuevos estudios e interpretaciones sobre su creación.
LABAZÁRRARIANELEY RELLAGLANOITANARTSEUMY RELLAGLANOITANARTSEUMVan Gogh pintó cerca de 36 autorretratosCon sus tickets online agotados hasta diciembre, una nueva muestra en la londinense National Gallery se enfoca en las pinturas que Van Gogh realizó en la Provenza, en especial en el sanatorio de Saint-Rémy, donde aún se respira su presencia en cada rincón. Gogh en el sanatorio. Algunas las hizo mirando por una ventana, como la famosa “Noche estrellada”. LABAZÁRRARIANELECampos y jardines con cipreses, romero, la-vanda y laureles rodean el hospital. Una y otra vez el artista retrató olivos retorcidos.
Algunos los pintó al aire libre (en el análisis de la pintura apareció materia vegetal). También usó novedosos tonos de óleo, qLos días malosRSHAunque su estancia en Saint-Rémy le obligó a controlar sus vicios, como el alcohol, los malos hábi tos alimentarios y los intentos de consumir tremenSe impugna el mito de Van Gogh como artista tina y pintura, la estadía tampoco fue ideal.
Van solitario y sin conexiones, citando su estadía en Gogh sufre una intensa crisis mental en julio y otra París y los lazos que entabla con artistas de van en diciembre, en la que intenta ingerir guardia.
Una de las curadoras de la pintura y aceite para lámparas. muestra, Cornelia Homburg, tam Tras las crisis, solía permanecer bién niega que el creador haya ven por semanas en su dormitorio, dondido solo un cuadro en su vida (“El de no se le permitía usar pintura. Sí Le apasiona viñedo rojo”). “Sencillamente, no es podía realizar dibujos o bocetos en cierto”, señaló a la prensa.
“Sabemos pintar cipreses tinta o carboncillo sobre papel, a vepor las cartas del artista que, durante ces copiando la obra de maestros su estancia en París, donde vivió, y nudosos que admiraba, como Millet, Remhasta 1888, vendió varios cuadros, 1 U b e s a v s q c c p m E c 8 u o u a u m y r u e s e u 9 a n m n t LA u r n p i c á p e s n e 0 e t d a s h a e i i s n e r d, t p e g s n a r e t o e o a u t n a r a l. v u r s a. n r e u i e t n r y t S r i a a n l a t e c S s l o c e z n r O c d r D i c a i o a i 2 s a r ó i o a í m y i p t b a e l d 9 s a s n a a n 3 d l i V r e e a d i a o 7 c v d d e o, n s r d c u e o a s a e c v c e t r a n e n n e r V h e e d o i i ñ i j s l n f n r v l u a G a i e a u o u r c x d s n e l m t e A s a o a 1. s i h a o v o v, 8 l a g G d d u a e e c, ó e 9 s h p n r o e o v c t l a l 0 m u o e s v g i c e s P a c, e s o e r l r h e r a o o. a l s d b n r t o n E d G r s e, m i l í c s í s o o n y n i e a s l 3 a t s i u n, a s a o l p T j c 7 d e a u y b, t h h a e a n s u l e a n P a p a r i q e e n j o ñ A o r a q l o c e o t u e a o o, i u d r. u e a l r l v s o a a a e a e e s - l. e u n s z te ar c a o f p h o P h u n t l o a s a u s i n i s r m v s t q i t t c p t o b e a u u i i s a o -”. algunos de los cuales pueden haber se perdido ”. La influencia de sus problemas mentales es otro tópico recurrente. del “Nadie niega que Van Gogh padecie ra una enfermedad mental.
Pero los tal historiadores del arte cuestionan cada iátrico vez más la anticuada noción de que su genio estaba ligado a su locura”, escri na be Alastair Sooke en The Telegraph. hoy”. Otros, en cambio, advierten con tra la tendencia a soslayar por com pleto la locura que sufría Van Gogh. A juicio Waldemar Januszczak, “si desechamos al Van Gogh loco, tiramos al niño con el agua de la bañera. El Van Gogh cerebral es tan inventa do como el Van Gogh como un loco cortaore jas”, escribe el crítico del Times. Atormentado, riguroso, profundo y rupturis yó la tercera fase de la travesía pictórica y geota, Van Gogh seguirá siendo un enigma, pese a gráfica del creador. Hijo de un estricto pastor hotodos los estudios. Pero los corredores silencio landés, Vincent intentó seguir la carrera clerical, sos de Saint-Paul-de-Mausole y sus jardines con pero lo impidió su difícil carácter. Finalmente, se romero, laureles, lirios y cipreses ayudan a acer forma como artista y viaja a Francia. carse un poco más a su alma creadora.
Exposición en Londres60 obras producidas por Van Gogh en los dos años que pasó en el sur de Francia desde febrero de 1888 a mayo de 1890 son las que exhibe la National Gallery de Londres para celebrar sus 200 años de vida. Hasta el 19 de enero de 2025 estará abierta al público esta “efusión” de obras maestras del artista holandés, su movimiento incesante y su alucinante paleta de colores, rasgos que se acentúan en este período. Hay famosas obras realizadas en Arlés, como “El dormitorio” y “La casa amarilla”, y otras realizadas en el hospital de Saint-Rémy, donde el artista se interna, por su propia voluntad, en 1889. La muestra se titula “Poetas y Amantes”, en alusión a dos autorretratos que se exhiben, aunque se podría decir que es la naturaleza la gran protagonista. Entre los tratamientos de Van Gogh prescritos por su médico, Théophile Peyron, figuraban dos horas de baños calientes y fríos, alternados dos veces por semana. La llamada “hidroterapia” se usaba en el siglo XIX para tratar enfermedades mentales. Hoy, recorriendo el hospital de Saint-Rémy, se pueden ver las tinas de latón (con tapas de madera para mantener la temperatura), usadas para fines curativos. Saint-Paul-de-Mausole se levantó como un monasterio agustino en el siglo XII y todavía conserva una hermosa capilla románica y un claustro abierto sobre cuatro galerías con bóvedas. Situado en una zona de viñedos, trigales y olivos, a partir del siglo XVI el convento se encargó de cuidar “enajenados”, como se les llamaba en esa época. Luego de ser confiscado en la Revolución Francesa, el convento se convirtió en un hospital psiquiátrico privado, que ganó prestigio y donde médicos y monjas cuidaban de enfermos y ancianos.
Vincent van Gogh llegó a este lugar el 8 de mayo de 1889, tras sufrir una grave crisis mental en Arlés, que le llevó a cortarse el lóbulo de la oreja tras un conflicto con Paul Gauguin.
Aunque hay versiones contrapuestas sobre el o los males que padecía el artista (se habla de trastorno bipolar, epilepsia y esquizofrenia, entre otros), está claro que el artista sufría ocasionales episodios psicóticos en que deliraba, escuchaba voces o perdía el control de sí mismo. Van Gogh se internó voluntariamente en SaintPaul-de-Mausole, donde permaneció un año entero, hasta mayo de 1890. Había pocos pacientes, por lo que Vincent tenía un dormitorio individual en el segundo piso y en una sala contigua donde podía pintar. Ambas piezas tenían ventanas con vista al campo, eso sí, con barrotes de fierro, que se aprecian hasta hoy. La comida era poca sobre todo sopa y pan, pero Van Gogh era querido por el personal. Gracias a la actitud sensible e innovadora del doctor Peyron y las monjas de Saint-Joseph (cuyos retratos cuelgan hoy de los muros), el artista pudo continuar pintando. “Tengo una pequeña habitación con papel verde grisáceo y dos cortinas verde agua con dibujos de rosas muy pálidas animadas con finas líneas rojo sangre.
Estas cortinas, probablemente las sobras de un rico arruinado y difunto, tienen un diseño muy bonito. () A través de la ventana con barrotes de hierro puedo distinguir un cuadrado de trigo en un recinto, una perspectiva a la manera de Van Goyen, por encima de la cual por la mañana veo salir el sol en su gloria”, le escribe a su querido hermano Theo. Los días buenosVan Gogh solía pintar en el jardín amurallado de la institución, y más tarde se le permitió trabajar afuera, en los campos colindantes, con vistas a las colinas conocidas como Les Alpilles. El artista descubre paisajes nuevos y la intensidad de la naturaleza mediterránea. Le apasionan los cipreses: “Son hermosos, en líneas y proporciones, como los obeliscos egipcios. Y el verde es de una calidad tan distinguida”. También siente predilección por los olivos, a los que retrata una y otra vez. Una sala completa de la National Gallery exhibe sus retratos de olivos nudosos y retorcidos, que algunos consideran un reflejo de la mente del artista en ese momento.
Con su arte, Van Gogh buscaba ir más allá de “la perfección fotográfica y tonta de algunos pintores”. Avanza un paso hacia adelante del impresionismo e intensifica la experiencia del color y del ritmo en un estilo propio y expresivo, difícil de asimilar aotros artistas. Todo bulle en su tela, como los astros de la “Noche estrellada”. Nada es estático o inmóvil en su pintura pastosa. En sus días buenos, trabaja sin cesar y critica a los demás pacientes que “no hacen absolutamente nada”. Para el artista, la pintura era, en cambio, “el pararrayos” de sus males. Solo pintando se mantendría a salvo de volverse completamente loco, pensaba. Van Gogh produjo en el hospital cerca de 150 pinturas.
Entre ellas, “Los lirios”, “Jardín del asilo de Saint-Paul”, “El campo de trigo”, “La siesta” y la famosísima “Noche estrellada”, que pintó desde su ventana (agregando el pueblo de SaintRémy, que en realidad no se veía desde ahí). Al hijo recién nacido de Theo, que bautizan como Vincent, le pinta su delicado “Almendro en flor”. “Estoy más feliz aquí, con mi trabajo, que fuera. Al permanecer aquí un buen tiempo, habré aprendido hábitos regulares y a la larga el resultado será un mayor orden en mi vida”, le escribe a Theo, su principal interlocutor. En sus cartas habla con gran profundidad sobre su evolución pictórica y otros temas.. INTENSA CREACIÓN Muchas obras que se presentan en Londres surgen ahí: ue recién se comerciaban. Más de cien pinturas y muchos dibujos Saint-Rémy se retrata con bata de pintor, paleta y pinceles. El artista creía que solo la pintura lo salvaría de la locura. utilizadas para fines curativos en el sanatorio.