Autor: Nelson Cárcamo Barrera
COLUMNAS DE OPINIÓN: Cuando el discurso se aleja de la realidad
COLUMNAS DE OPINIÓN: Cuando el discurso se aleja de la realidad Nelson Cárcamo Barrera probsor por por estos días, Chile enfrenta un escenario social al menos convulso, donde el temor por la inseguridad y la violencia se ha instalado como una constante en las conversaciones cotidianas. Decir lo contrario no tendría mucho sentido.
En este contexto, la reciente cuenta pública presidencial dejó un sabor amargo en buena parte de la ciudadanía, no sólo por los temas omitidos, sino por una sensación generalizada: el país real parece cada vez más lejano del relato gubernamental.
Mientras enlas calles aumentan los delitos violentos, y el crimen organizado gana terreno incluso en regiones antes consideradas seguras como Magallanes, el mandatario optó por dar prioridad a una narrativa centrada en reivindicaciones reivindicaciones ideológicas y temas altamente divisivos. Independientemente de las cifras, no cabe duda que la delincuencia y el narcotráfico son problemas cumplejos que hay que enfrentar con determinación.
Y si bien Magallanes continúa siendo una de las regiones con menor incidencia incidencia delictiva, el impacto de hechos recientes como balaceras, narcotráfico o agresiones en espacios públicos ha comenzado a erosionar la percepción de seguridad incluso en Punta Arenas. Por ello, sorprendió la falta de una hoja de ruta clara para enfrentar esta crisis.
No hubo grandes anuncios en materia de combate al crimen organizado, ni propuestas concretas que refuercen a las policías o la justicia El silendo silendo ola omisión en temas que afectan directamente laida de los ciudadanos no puede pasar desapercibido. Lo que si se escuchó fue una revisión parcial de logros gubernamentales y una fuerte carga ideológica en temas donde la sociedad chilena aún no tiene consensos amplios. La evocación del estaffido social como un punto de inflexión positivo enlabistoria reciente del país genera ruido. Reivindicar los “ideales” de esa jornada sin matizar el grave daño provocado a cientos de miles de personas comerciantes, comerciantes, trabajadores, vecinos que lo perdieron todo a causa de la violencia, es irresponsable.
Se cuentan por miles de causas vinculadas a delitos disfrazados de descontento social o de búsqueda de justicia, pero que en realidad solo eran la excusa para saqueos o ataques incendiarios. ¿Es justo romantizar ese episodio? El problema es que, incluso desde quienes fueron motivadores de aquellos sucesos, hoy tampoco tienen claridad claridad o vluntad para ser más claros y transparentar definitivamente una posición sobre lo ocurrido. Preocupa tanto lo que se dice, como lo que se omite.
La ausencia de compromisos o determinación para plantear plantear con mayor claridad una hoja de ruta en temas ciave para la población, la falta de señales en ámbitos como la educación pública, la salud, desarrollo social y la economía, por mencionar solo algunos, tenninan por profundizar profundizar la incertidumbre y la desconfianza Se echa de menos unavisión de Estado. Una que sea capaz de integrar el sentir ciudadano, de abordar los miedos reales de las familias, de construir sobre consensos básicosyno sobre trincheras ideológicas. Chile no necesita discursos discursos inspiradores si estos no vienen acompañados de medidas concretas que enfrenten las urgencias del presente. Gobernar es mucho más que sostener convicciones personales: es tener la capacidad de escuchar, corregir y unir. Es, también, no perder de vista que cuando la ciudadanía dama por seguridad, lo que pide es algo tan esencial esencial como poder vivir tranquila..