Autor: — JUAN PABLO JARUFE COLUMNISTA
COLUMNAS DE OPINIÓN: JUAN PABLO JARUFE
COLUMNAS DE OPINIÓN: JUAN PABLO JARUFE COLUMNISTA No cualquier entrenador consigue ser campeón a lo largo de su carrera, pues alcanzar dicha meta supone una mezcla de capacidad, estudio, preparación y convicción, así como de buena llegada hacia los jugadores. Menos común es que un técnico consiga dicha distinción al mando de equipos de menor valía o con menos recursos a su haber. Pero hay casos y son dignos de ser destacados. El más reciente en nuestro medio local es el del argentino Gustavo Álvarez, que el año anterior fue monarca con Huachipato, un cuadro no habituado a alcanzar estos sitiales.
Llegando a Chile sin ningún cartel a cuestas, siendo casi un ilustre desconocido, el estratega logró consolidar una idea de juego y una dinámica que llevó al cuadro de la usina a obtener su tercera corona a nivel histórico. Una victoria que asume mayor trascendencia aún, si se considera la crisis por la que atraviesa la industria siderúrgica y que de algún modo también ha tocado al conjunto acerero.
Álvarez, en ese sentido, consiguió lo más difícil de obtener, que es ser exitoso en un entorno adverso, sin todas las comodidades que ofrecen los equipos grandes y sin la cobertura mediática que hace de estos elencos los que generalmente están en la lucha por el título.
Ahora el argentino está en la otra vereda, al mando de un gigante a nivel nacional, como "La U" y tampoco ha desentonado, ya que marcha como sólido puntero y está muy cerca de conseguir el título para "El Romántico Viajero". Claro, ahora cuenta con muchas más herramientas y las ha sabido aprovechar, sin dudas.
Si hacemos un ejercicio histórico, podríamos mencionar a dos colosos del fútbol chileno como técnicos que también supieron imponerse en escuadras de menor poder: Luis Santibáñez, célebre por aquella increíble gesta con Unión San Felipe en 1971 y también por haber llevado a la cúspide a Unión Española; y Nelson Acosta, quien supo ser campeón con Everton y Cobreloa.
Pero a diferencia de "Locutín", que fue técnico de Universidad de Chile y de la UC en algún minuto, "Don Nelson" nunca tuvo la opción de dirigir a un grande, por más merecimientos que pudo haber tenido. Lo indiscutible es que los tres entrenadores mencionados son algunos ejemplos de aquellos adiestradores que demostraron capacidad para imponerse por sobre estructuras más poderosas, saliendo airosos y llevando a sus equipos a la gloria. Méritos.