La magia dc los hongos
La magia dc los hongos E SNACKS SUSTENTABLES_ Fungi La magia dc los hongos Por_ Ignacio Szmulewicz R. Ningún Ningún elemento de la Naturaleza parece estar tan ligado a la fantasía como el Reino Fungi.
La humedad en la que crecen setas, mohos y levaduras, su textura blanda y pegajosa (mycos en griego es moco), y el acecho de la muerte (fungi en latín alude a podredumbre) han sido el mejor caldo de cultivo para despertar alucinaciones alucinaciones con hadas y duendes.
Incluso los pueblos originarios de América recurrieron a sus propiedades para intensificar los sentidos con el llamado teonanácati (término ndhuatl que se traduce como “carne de los Dioses” o “hongo sagrado o divino”) presente en varios códices mayas. La chilena Elena Poirier (1921-1998) transmite esta sensibilidad en una ilustración.
La acuarela «Do, re, mi, fa» es un portal hacia ci micromundo donde hormigas, mariposas y arañas integran un cándido grupo musical para sorpresa de un octogenario gnomo que sale a la luz desde su guarida dentro de un hongo.
Para los nacidos en la era digital, el imaginario de los hongos antes que un reservorio de conceptos para criticar el Antropoceno, Antropoceno, nace del recuerdo de un bonus de crecimiento a lo Mario Bros en el tradicional juego de Nintendo. Para adultos new age e intelectuales antiespecistas, el Reino Fungi es la panacea. Un mundo perfectamente organizado: sin jerarquías, jerarquías, centros ni periferias, arraigado en el corazón de Gaia con la capacidad de tejer una red como un verdadero sistema nervioso del bosque. Son también las habilidades psicodélicas las que han atraído a la juventud hambrienta de cambio social social y fantasmagoría en igual dosis.
El estadounidense Frank Ocean lo dice en su canción «CaJifornia: “7Jje beach is kind of average, but ¿ he mushrooms are magic” (la playa es promedio, pero los hongos son mágicos). Sin embargo, la cultura de masas es capaz de mostrar algunas facetas más siniestras de este fenómeno natural. En la serie «iheLastofUs», la Humanidad se ve consumida por el apetito del cordyceps que trata a las personas como armas en su expansión planetaria. Sólo la joven protagonista, Ellie, ha sido capaz de resistir al contagio del parásito que convierte a las personas en zombis. «Ttie Vegetable Gardener», Giuseppe Arcimboldo (1587-1590). 14_ La Panera 168_ marzo 2025. La magia dc los hongos Y LA HISTORIA DEL ARTE OCCIDENTAL: ¿ DE QUÉ MANERA HA TRATADO ESTE ASUNTO? Serpientes, sapos y mariposas La Historia del Arte ha sido escuálida con esta materia. Un grupo menor menor de pinturas integra el corpus del Reino Fungi.
Hacia fines del siglo XVI, Giuseppe Arcimboldo (1526-1593) fue el primero en representarlo con su óleo sobre tabla «The Vegetable Gardener» (1587-1590). El artista artista italiano utiliza los efectos del trompe loeil al componer una sesta cargada de nabos, cebollas y ajos que se transforma en el rostro de un obeso campesino medieval. El encantamiento visual sitúa en la boca del personaje 2 apetitosos champiñones. Es probable que esta articulación haya sido el puntapié para los siguientes autores que abordaron este motivo, aunque de una manera más simbólica.
En pleno apogeo del Barroco, Paolo Porpora (16171673) compone una elegía de la Naturaleza en su tela «StiIl-Life with Fungi» (sin fecha). El napolitano encuadra la escena en un c/ose up del sotobosque donde caracoles, grillos y salamandras se enfrentan sin piedad con la esperanza de sobrevivir. Protagoniza la escena una decidida serpiente a segundos de zambullirse un sapo atragantado con una mariposa. Todo el festín ocurre a los pies de unas apetitosas callampas. El tema encantó a sus contemporáneos, al punto que el flamenco Otto Marseus van Schrieck (1619-1678) replicó a la voraz serpiente en su cuadro «A Forest Floor Still-Life» de 1666.
En este caso, el paisaje es menos naturalista, al punto de que las setas, arbustos y flores, con su En definitiva, ambas obras atestiguan los ciclos de muerte y reencarnación reencarnación que se suceden con la aparición y desaparición de hongos en el espacio. Este ciclo lo cierra Jan Fyt (1 611-1 661) con su cuadro «Mushrooms» (sin fecha). Sobre una mesa emergen de una cesta 4 pájaros, 1 calabaza, 1 apio y 4 setas. La tela es pastosa y terrosa, dejando tras suyo todo simbolismo para abrazar el alimento diario de una cocina en una casa de campo. Las setas se alejan del bosque encantado para entrar en el recetario doméstico.
EN LOS SIGLOS SIGUIENTES DOMINADOS POR LA INVESTIGACIÓN INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y LA INNOVACIÓN TECNOLÓGICA: ¿ QUÉ HA DICHO EL ARTE CONTEMPORÁNEO? La Naturaleza como modelo Desde los 90 del siglo pasado, el pintor y escultor estadounidense Roxy Paine (1966) se ha inspirado en el Reino Fungi para construir esculturas hiperrealistas.
Dentro de su serie «Vitrines» se puede reconocer reconocer «Vertical Sequence no. 3» (2006). Al interior de una estructura transparente de vidrio, 5 hongos de distintas especies y tamaños se apoyan uno sobre el otro desde el más grande al más pequeño formando formando una escalera visual descendente. Hecha de polímero, madera y vidrio, a la vez que pintada al óleo y revestida en laca, la pieza es naturalista, frágil y bella, reconociendo la vida orgánica como modelo para el Arte. Microdosis Algunas acciones han abordado la alteración que producen estos organismos en la conciencia humana.
Es el caso de la performance «A Many-Headed Reading» (2016), de la finlandesa Jenna Sutela (1983). La acción consistió en ingerir un moho alucinatorio de nombre científico physarum polycephalum (a menudo denominado moho de muchas cabezas o blob, en referencia a la película de terror y ciencia ficción «The Blob»), y dejarse conducir por este ser unicelular carente de masa cerebral, pero capaz de resolver problemas espaciales y tomar decisiones. La artista se convertiría así en un médium para seres no humanos evidenciando una nueva etapa de fusión inter-especies. Dioramas El artista chileno radicado en Alemania, Rodrigo Arteaga (1988), es uno de los exponentes clave del cruce entre Arte y Ciencia, con marcado marcado interés por el micromundo. El 2022 realizó su exposición individual «Punto de vista», en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC Quinta Normal), curada por Carolina Castro. Arteaga desplegó un gigantesco muestrario de diminutas especies de setas, microbios y organismos que transformaron las frías paredes del palacio en un paisaje plagado de rincones y recovecos.
En esto, Arteaga ha seguido la curiosidad que han tenido músicos conceptuales como John Cage (1912-1992) con el lenguaje de los micelios; o artistas visuales como la coreana Anicka Yi (1971) con sus estructuras celulares en un universo propio que atraviesa atraviesa salas, muros y ventanas, invitando al espectador a un reencuentro único con el universo natural que lo excede y emociona. 1 a Rodrigo Arteaga, exposición «Punto de vista», 2022, Museo de Arte Contemporáneo, sede Quinta Normal. Fotografia de Felipe Ugalde. k.