Autor: ANTONIO MARTÍNEZ
Columnas de Opinión: Miniatura
Columnas de Opinión: Miniatura L a nacionalización del argentino Fernando Zampara la selección de Chile. pedri se convirtió en algo urgente y necesario Pablo Milad, presidente de la ANFP, entabló conversaciones para acelerar el proceso y se involucró personalmente porque el tiempo transcurría y no caía la carta de chileno.
Habló, seguramente, con las autoridades de Sermig (Servicio Nacional de Migraciones) y a lo mejor con uno de esos parlamentarios que siempre están para la foto, porque son trámites demorosos, pero Milad espera que salga rápido, para que Zampedri sea convocado al instante. Es un proceso mendicante y suplicante, y así parte, golpe a golpe y palmo a palmo, la mentalidad del jugador chileno: conocimiento, afectos y conductas. Su sicología. De esta forma se le educa y enseña, con temor, admiración y pleitesía por el jugador argentino y su verso, una proclama que ha tenido históricos portavoces en el periodismo nacional. Ni colombianos ni peruanos, paraguayos y menos los mexicanos, miran al fútbol argentino como se mira en Chile, como espectro inevitable. Por eso tantos jugadores de esa nacionalidad en los torneos.
Según el CIES (Observatorio del Fútbol): Chile (136), Perú (77), Ecuador (69), Brasil (55), Uruguay (46), Paraguay (45), México (42), Bolivia (38), Colombia (35) y Venezuela (17). En este caso concreto lo personal no es el dato, sino el significado: Fernando Zampedri, argentino recién nacionalizado, aunque no haya tenido ni un microciclo ni haya pisado Juan Pinto Durán, es preferible a cualquier chileno. Es la solución, el superhéroe goleador y el que nos puede clasificar. Que lo haga o no, no es el punto, además los mundiales pasan y no pasa nada. ¿Qué son Rusia y Qatar? Verduras de las eras. El punto es cómo llegamos hasta acá, con esta dependencia y armazón.
Llegamos porque estamos siendo colonizados por jugadores más entrenadores argentinos, hasta un árbitro trajeron, representantes más dirigentes visibles o incrustados en la ANFP, en la propiedad de los clubes y nos convertimos no en un jardín, que nadie se engañe, no, sino en una mezcla de bodega y patio trasero.
Jugadores profesionales y entrenadores correctos, pero también cementerio de elefantes, jóvenes problemas, parlanchines de la banca, préstamos de temporada, veteranos con vicios, peloteros que trabajaron con Bielsa, paquetes en fuga y encomiendas en tránsito. ¿Qué irá a hacer Ricardo Gareca con Zampedri? Lo convoca al instante, por supuesto: “No solamente estaremos pendientes nosotros, como cuerpo técnico, sino que todo el mundo estará pendiente de lo que él pueda llegar a declarar o de la intención que él tenga”. Así que el país y la selección están desvelados e implorantes, pendientes del papeleo y rogando para que un jugador argentino de 37 años se convierta en compatriota, hable y manifieste su voluntad de jugar por Chile, para que nos rescate y arregle las cosas. A esa miniatura se redujo el proceso de una selección..