Más allá de las licencias médicas
E El uso fraudulento y masivo de licencias médicas en Chile, evidencia no sólo una práctica indebida, sino el deterioro de nuestra cultura laboral y del sisterna de salud que debería protegernos. Los recientes casos no son hechos aislados, sino la expresión de una crisis estructural que pone en duda la ética cotidiana y la eficacia institucional. Según datos de la Superintendencia de Seguridad Social, solo en 2023 se emitieron más de 7 millones de licencias, con un gasto superior a los 3 billones de pesos. Una proporción importante se vincula a trastornos de salud mental, reflejando una realidad crítica, así como un desafío para el sistema. A esto se suma lo expuesto por la Contraloría, donde más de 25 mil funcionarios públicos viajaron al extranjero mientras estaban con licencia médica. Además, seidentificaron médicos que emitieron volúmenes de licencias que desafían toda lógica profesional. La fiscalización por parte del sistema de salud sigue siendo insuficiente y la falta de control efectivo solo amplifica el problema. Más allá de los números, hay un costo humano ineludible. Cada licencia injustificada sobrecarga a quienes sí acuden a sustrabajos, muchas veces en contextos exigentes y con escasos recursos. Esto deteriora su salud mental, debilita la moral colectiva y genera un ambiente laboral hostil. Como dice el refrán: “Es más cara la vaina que el sable”, Seguir pagando licencias sin control es más costoso que invertir en una fiscalización eficaz. Desde la vereda de quienes cuidamos, sabemos que un sistema agotado y sobrecargado no solo falla al usuario, sino también al trabajador. Este escándalo no puede quedar reducido a un titular pasajero. Urge avanzar hacia un modelo que asegure reposo digno, sanción justa y protección efectiva, antes de que el abuso termine por destruir la confianza en el sistema y el valor del trabajo honesto. Mg Viviana Rodas Kiirten Académica Escuela Enfermería Facultad de Salud Universidad Santo Tomás