Productores de CO2
Productores de CO2 Productores de CO2 EDITORIAL Productores de CO2 Si Ñuble quiere mejorar su competitividad y estar realmente vigente en la economía global de los próximos años, debe promover con fuerza que los actores económicos conozcan la carbonización de sus productos y busquen mecanismos que les permitan ir disminuyéndola. En la medida que los consumidores vayan tomando mayor conciencia de la importancia de adquirir productos con bajo impacto ambiental, más complejo resultará competir si no estamos preparados para ello. E l ser humano comenzó a transformar profundamente el planeta mucho antes de lo que se pensaba. En 200 mil años logró sembrar cultivos, domesticó y multiplicó animales y construyó ciudades que han superado lo imaginable. Solo tres criaturas, las hormigas, las abejas y las termitas, han demostrado una capacidad de organización similar.
Sin embargo, solo el hombre ha sido capaz de llevar al planeta al borde de la catástrofe, mediante un modelo de economía que ha dejado una nube negra en la atmósfera, debido a la emisión de combustibles fósiles.
Esta creciente amenaza acentúa la urgencia de acelerar el ritmo de la contención de las emisiones de carbono, pero sin sacrificar el esquivo desarrollo económico. ¿Podrá Ñuble subirse a este carro? ¿ Será capaz de tener una nueva generación de industrias agrícolas, con mucho menos impacto sobre el medio ambiente? ¿ Seremos capaces de desarrollar una agricultura "más verde" que utilice energías limpias y que en lugar de emitir gases, consuma el dióxido de carbono de la atmósfera? Parece increíblemente difícil lograr todo aquello, más si nuestra agenda social sigue reclamando soluciones a la pobreza rural y a la desigualdad territorial y de ingresos.
El tratamiento de estos puntos debe acelerarse y profundizarse, pero ello no puede anular la capacidad de visualizar el futuro y cerrarle la puerta a nuevas vetas que deben instalarse en la agenda de la región, sobre todo entre aquellos que toman decisiones en los sectores público y privado.
Según el último Inventario Regional de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (IRGEI), la Región de Ñuble emitió 2.720 kilotoneladas de CO2 equivalente (kt CO2eq), sin considerar el sector de Uso de la Tierra, Cambio de Uso de la Tierra y Silvicultura (UTCUTS). Esto corresponde al 2,4 % de las emisiones nacionales de gases de efecto invernadero (GEI). El principal responsable de estas emisiones fue el sector energético, que representó un 62 % del total, considerando actividades como la generación eléctrica para industrias y edificaciones, lo mismo que el transporte, sobre todo cuando se trata de exportaciones, lo que tiene un efecto negativo dada la ubicación geográfica de Chile y los países a donde mayoritariamente se destinan los productos locales.
Por otro lado, el sector UTCUTS en la región logró absorber 807 kt CO2eq en 2022, lo que equivale al 1,4 % del total nacional, es decir menos del 30% de nuestras emisiones, pese a que no tenemos grandes concentraciones de población, ni empresas que trabajen en base a la combustión de combustibles fósiles. Las razones tienen que ver con a una actividad agropecuaria que genera gases como el metano, el óxido nitroso e hidrofluorcarbonos, por nombrar algunos de los que más influyen en el efecto invernadero del planeta. Además, esta capacidad de captura ha disminuido debido a los incendios forestales sufridos en los últimos años. Si Ñuble quiere mejorar su competitividad y estar realmente vigente en la economía global de los próximos años, debe promover con fuerza que los actores económicos conozcan la carbonización de sus Sin Asignar.