El gesto del Jueves Santo como camino cívico
- El gesto del Jueves Santo como camino cívico Columna Columna Fr.
Cristián Eichin Molina OFM Vice Gran Canciller, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso El gesto del Jueves Santo como camino cívico social, enmedio de tensiones que polarizan y fragmentan nuestra convivencia, la Cuaresma y la Semana Santa emergen como una valiosa oportunidad para la reflexión y la renovación espiritual.
Lejos de serun recuerdo de un pasado, gracias a la liturgia estos días invitan a volver alo esencial y a repensar los valores que sostienen E nun tiempo marcado por una profunda crisis ecológica y "La Iglesia debe mantener nuestra humanidad. encendida la llama dela Deuto'de lisas na Mayor, el Jueves esperanza. No como Santo tiene un lugar evasión ingemta, sino central.
En la Última ingenua, Cena, Jesús se abaja como fuerza real que (Kénosis) y lava los pies anima a mirar al futuro. desus discípulos -incluido Judas como sigcon confianza, mente noradical de cercanía, abierta y corazón humildad y servicio.. 5 Este gesto, narrado por dispuesto". el evangelista Juan, no es de poder, sino de amor. No excluye, sino que reconcilia. Desafía la cultura de la autosuficiencia y abre un camino de comunión en la diferencia. Enunaño marcado por elecciones presidenciales y parlamentarias, este gesto cobra especial sentido. Lavar los pies es símbolode una escucha humilde y activa, de unanueva conciencia que se expresa en el diálogo fraterno, en el servicio a los demás y en la búsqueda del bien común. En este sentido, la fe no puede recluirse en lo privado: debe animar con esperanza la vida pública.
Enel marco del Jubileo de la Esperanza convocado por el Papa Francisco, la Última Cena nos ofrece una pedagogía para el presente: una forma de enfrentar el egoísmo, la desconfianza yla crispación que tantas veces marcan nuestra política y sociedad. "Todos estamos llamados a construir estecamino. Quienes aspirana ejercer cargos públicos deben recordar queel diálogo persistente, aunque no haga titulares, transforma más que los conflictos. Y los creyentes, desde nuestra fe, no buscamos imponer, sino ofrecer caminos dejusticia, paz y fraternidad. Lalglesia, por su parte, debe mantener encendida la llamade la esperanza. No como evasión ingenua, sino como fuerza real queanima a mirar al futuro con confianza, mente abierta y corazón dispuesto. Vivir la Semana Santa es abrazar la certeza de que Jesús sigue presente enla historia por medio del Espíritu Santo. Como recordó Benedicto XVI, "si los desiertos exteriores se multiplican en el mundo, es porque los desiertos interiores se han extendido". es porque los desiertos interiores se han extendido"..