COLUMNAS DE OPINIÓN: Competencias y desafíos
COLUMNAS DE OPINIÓN: Competencias y desafíos LAS OPINIONES VERTIDAS EN ESTE ESPACIO SON DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE QUIENES LAS EMITEN, Y NO REPRESENTAN NECESARIAMENTE EL PENSAMIENTO DE DIARIO "EL TRABAJO" La Seguridad debe ser un acuerdo nacional Nelson Leiva Estay Técnico en Administración UVM.
El liderazgo en la sociedad contemporánea: Competencias y desafíos Gastón Gaete Coddou, Géografo Académico Universidad Playa Ancha En un mundo caracterizado por cambios acelerados, disrupciones tecnológicas y complejidades sociales sin precedentes, el liderazgo efectivo, se ha convertido en un elemento fundamental para guiar organizaciones y comunidades hacia un futuro sostenible. En virtud de lo indicado, se presentará a continuación un análisis sucinto de las competencias esenciales que definen al líder contemporáneo, considerando las aportaciones de investigadores destacados en el campo. En primera instancia, la transformación digital ha redefinido los parámetros del liderazgo efectivo.
Como señaló Daniel Goleman (2023) que «el líder del siglo XXI debe dominar no solo la inteligencia emocional, sino también la capacidad de navegar en un entorno digital cada vez más complejo y cambiante». Esta observación, resalta la importancia de desarrollar una mentalidad adaptativa que combine habilidades tecnológicas con competencias humanas fundamentales. En tanto, la sostenibilidad y la responsabilidad social emergen como pilares fundamentales del liderazgo contemporáneo.
María García-López (2024) enfatizó que «los líderes actuales deben equilibrar el éxito organizacional con el impacto social y ambiental, adoptando una visión holística que considere las necesidades de todos los grupos de interés». Esta perspectiva, recalca la necesidad de un liderazgo consciente y éticamente responsable. Entretanto, la diversidad y la inclusión, representan otro aspecto crucial del liderazgo moderno.
Robert Chen (2023) arguyó que «los líderes efectivos deben crear entornos donde la diversidad de perspectivas sea no solo respetada, sino activamente buscada como fuente de innovación y crecimiento». Esta visión, destaca la importancia de construir equipos diversos y promover una cultura de inclusión genuina. Mientras la capacidad de gestionar la incertidumbre y la complejidad, se ha convertido en una competencia esencial.
Según Ana Martínez-Vega (2024) «El líder contemporáneo debe desarrollar la resiliencia y la agilidad necesarias para navegar en entornos VUCA (Volátiles, Inciertos, Complejos y Ambiguos), manteniendo una visión clara y motivadora». Este aspecto, enfatiza la importancia de la adaptabilidad y la visión estratégica. Surge también entre las virtudes que debe tener un líder en la sociedad contemporánea, el desarrollo del talento y el aprendizaje continuo, condiciones que resaltan como responsabilidades fundamentales del liderazgo.
Carlos Ruiz (2023) sostuvo que «los líderes efectivos deben actuar como mentores y facilitadores del aprendizaje, creando ecosistemas donde el desarrollo profesional y personal sea una prioridad». Este enfoque, destaca el rol del líder como catalizador del crecimiento individual y colectivo. Con relación a la autenticidad y la transparencia, estasse han convertido en valores esenciales del liderazgo contemporáneo.
Laura Thompson (2024) propuso que la confianza se construye a través de un liderazgo auténtico que comunica de manera transparente y actúa con integridad consistente». Este cariz, subraya la importancia de la coherencia entre valores y acciones. Sobre la innovación y la creatividad, ambas se han convertido en competencias indispensables para el liderazgo efectivo.
De acuerdo a James Morrison (2024), «los líderes contemporáneos deben cultivar entornos que fomenten la experimentación y el pensamiento disruptivo, reconociendo que la innovación surge de la intersección entre diferentes perspectivas y disciplinas». Esta mirada, acentúa la importancia de crear espacios seguros para la experimentación y el aprendizaje a partir del fracaso. En lo concerniente a la inteligencia cultural, esta faceta emerge como una competencia crítica en un mundo globalizado.
Elena Rodríguez-Smith (2023) dijo al respecto que «el líder contemporáneo debe desarrollar una profunda comprensión de las diferencias culturales y la capacidad de adaptar su estilo de liderazgo a diversos contextos culturales». Esta visión, subraya la importancia de la flexibilidad cultural y la sensibilidad intercultural en el liderazgo global. Atendiendo al bienestar y la salud mental, estas condiciones han adquirido una nueva dimensión en el liderazgo moderno.
Según Michael Chang (2024) «los líderes efectivos deben priorizar el bienestar holístico de sus equipos, reconociendo que la salud mental y el equilibrio trabajo-vida son fundamentales para el desempeño sostenible». Estas particularidades subrayan la responsabilidad del líder en la creación de culturas organizacionales saludables y sostenibles. Por otra parte, la gestión del conocimiento y la información, se ha transformado en una competencia crucial.
Sarah O'Connor (2023) sostuvo que «en la era de la sobrecarga informativa, los líderes deben desarrollar la capacidad de filtrar, interpretar y comunicar información compleja de manera efectiva, facilitando la toma de decisiones informada en todos los niveles de la organización». Esta concepción, destaca la importancia del pensamiento crítico y la comunicación estratégica. Por último, la construcción de ecosistemas colaborativos, simboliza un nuevo paradigma de liderazgo.
La serie de situaciones de inseguridad que diariamente vive el país, revela una evidencia que demuestra que la policía civil y uniformada no dan abasto para lo cotidiano, robos, portonazos, asesinatos, agresiones, etc., ante lo cual hay dos opiniones; la primera, involucrar a las Fuerzas Armadas; la segunda, no involucrar a estos efectivos de las FF.AA. La evidencia comparada hace aconsejable no involucrar a las FF. AA. en el control del orden público, salvo que se trate de peligros muy específicos y serias amenazas a la seguridad interna.
A la luz del debate sobre delincuencia en las ciudades chilenas y la preocupación de los alcaldes sobre el tema, se indican a continuación resguardos básicos que tomar en consideración en asuntos tales como coordinación militar-policial, uso de la fuerza, control de identidad, etc.
Una de las autoridades políticas, el alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic, es el que más énfasis ha puesto en torno a este involucramiento de militares en tareas de seguridad pública, remeciendo el debate político, ya que por un lado ha solicitado en varias oportunidades al gobierno la presencia de apoyo militar para ciertas labores de seguridad en la comuna y que tengan responsabilidad bien acotadas, debido a la falta de dotación policial y a la crisis de seguridad.
A lo cual, la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, se opone, ya que califica esta solicitud como una falta de responsabilidad, ya que no hay claridad legal sobre el uso de la fuerza y que los militares están entrenados para la guerra no para controlar ciudades. Mientras tanto, en varios países vecinos los militares se han integrado a trabajar en este problema especialmente en el combate contra el narcotráfico.
Al final, ante todo este debate los ciudadanos vemos que perdemos tiempo y no hay un acuerdo nacional entre los actores políticos del país, como el gobierno, la oposición, el parlamento y los alcaldes, viendo que la garantía que teníamos los ciudadanos de vivir en paz se perdió en el tiempo pasado.
David Fernández (2024), en este sentido, afirma que «el líder contemporáneo debe actuar como un arquitecto de redes, construyendo y nutriendo ecosistemas de colaboración que trascienden las fronteras organizacionales tradicionales». Esta noción visionaria, subraya la importancia de las alianzas estratégicas y la co-creación de valor en redes colaborativas. En síntesis, el liderazgo del siglo XXI se presenta como un mosaico complejo de competencias interconectadas que van mucho más allá de las habilidades tradicionales de gestión. En esta nueva era, el líder efectivo, debe ser un experto de la adaptabilidad, capaz de moverse en la intersección entre el mundo digital y humano, mientras construye organizaciones resilientes y sostenibles.
La clave del éxito radica en la capacidad de integrar de manera armoniosa aspectos aparentemente contradictorios, tales como la eficiencia tecnológica con la empatía humana, la visión global con la sensibilidad local y, el rendimiento organizacional con el bienestar individual. El futuro del liderazgo, demandará una evolución constante, donde la capacidad de aprendizaje continuo y la disposición para reinventarse serán tan importantes como la experiencia acumulada.
Los líderes que prosperen serán aquellos que no solo dominen las competencias técnicas y estratégicas, sino que, en paralelo estudien y practiquen una profunda comprensión de la condición humana y su papel en la creación de un futuro más equitativo y sostenible. En última instancia, el verdadero desafío del liderazgo contemporáneo no es solo administrar la complejidad del presente, sino, inspirar y catalizar la transformación necesaria para construir un mañana mejor. Esto requiere una combinación única de visión, coraje y sabiduría, respaldada por un compromiso inquebrantable con el desarrollo humano y la sostenibilidad a diversas escalas socioterritoriales.
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