La “nueva cumbia” y su persistencia como patrimonio musical
La “nueva cumbia” y su persistencia como patrimonio musical "A lgún día te arrepentirás de todas las cumbias que no bailaste por andar haciéndote el rockerito". Con diversas variaciones, la frase se encuentra en redes sociales, en eslóganes mediáticos y hasta en grafitis callejeros. En particular, en Chile la cumbia ha sido mirada por encima del hombro, según expone el investigador Cristóbal González. "A los chilenos nos ha gustado sentirnos más cerca de Europa que de Latinoamérica. El origen y la esencia de la cumbia son mestizos y en la medida que fue viajando por América se fue mezclando más. En países como el nuestro la cumbia nos recuerda lo mestizo", dice.
Autor de libros sobre música chilena, González integra el grupo de cronistas de "Cumbia somos". Publicado en Chile por Ediciones UC, es un trabajo colaborativo entre varias editoriales latinoamericanas y reúne artículos acerca de la presencia múltiple de esta música: la cumbia chicha de Perú, la movida sonidera de México, cumbia villera de Argentina, el sonido ancestral de Colombia. González observa la persistencia de la llamada "nueva cumbia" en Chile. Se trata de una escena que surgió en 1999, impulsada por el grupo Chico Trujillo.
Tan importante es su rol en el desarrollo de una cumbia contemporánea, con impacto incluso en Europa, que en el libro Chico Trujillo cuenta con un artículo especial, escrito por la periodista Johanna Watson. "Esa escena arrastró a un público universitario en los años 2000. Estuvo mucho tiempo en el underground, le costó llegar a los medios y a las radios porque era considerada de nichos, pese a que movía a grandes cantidades de público en conciertos y fiestas. Todo comenzó a germinar en el Galpón Víctor Jara y luego se trasladó a escenarios como Las Tejas o la Fonda Permanente, un club itinerante de cumbia. Los conciertos con grupos de nueva cumbia llenaban el Teatro Caupolicán dos veces al mes", cuenta González.
Musicalmente, esas agrupaciones tomaron la esencia del ritmo y la danza y la hicieron aún más mestiza, mezclándola con rock, espíritu punk, ska, música de los carnavales pampinos como la Banda Conmoción e incluso folclor de los Balcanes, como La Mano Ajena.
En el artículo "Veinte años del nacimiento de la nueva cumbia" se mapea esa escena, con Chico Trujillo en la punta de la pirámide. "Sus canciones son parte de un repertorio chileno. `Loca' se canta en todas partes, hasta un orfeón de Carabineros la toca", dice González.
Y luego vienen conjuntos como Tomo como Rey, con "El niño maravilla", o Juana Fe, con "Callejero". También están Chorizo Salvaje, La Combo Tortuga, Villa Cariño o Santa Feria, que acaba de ganar el premio Pulsar a la canción más tocada en las radios chilenas: "Que te vaya bien". "Como movimiento, la nueva cumbia ha tenido altos y bajos. Se mantiene vigente, aunque no como en su gran momento", dice. La corriente se incorporó a ese paisaje musical sin sustituir a las sonoras de la cumbia chilena clásica, que han liderado la fiesta nacional desde los años 60. "Más bien la acompañó.
En los últimos tres años he estado en la organización musical de las fondas del Parque O'Higgins y ahí he visto ese diálogo: los clásicos La Sonora de Tommy Rey o Los Viking's 5 junto con Juana Fe o Natalia La Joya", cierra.
La "nueva cumbia" y su persistencia como patrimonio musical "Cumbia somos", un trabajo conjunto de editoriales de varios países, aborda el valor musical y el impacto social de este ritmo vibrante que se ha expandido por toda Latinoamérica hasta alcanzar a nuestro país. LIBRO REÚNE ARTÍCULOS Y CRÓNICAS: IÑIGO DÍAZ Chico Trujillo, con Macha Asenjo en el canto (abajo, a la izquierda), impulsó la nueva cumbia chilena.. - - -