Una vida dedicada a la música tradicional
El 26 de junio Germán Concha Pardo habría cumplido 66 años. No alcanzó a celebrarlos. Falleció el 7 de junio de 2020 debido a una complicación del cáncer de páncreas que le detectaron en diciembre de 2019 y que lo obligó a estar hospitalizado y someterse a quimioterapias. Fue músico, director y creador de la Orquesta Folclórica de Chile; integrante y director musical del Ballet Folclórico Nacional (Bafona); director de la Academia del Bafona, destinada a formar profesores y encargados de grupos folclóricos. Fue también profesor de Orquestación en la Universidad Arcis y dictó charlas en diferentes ¿ asas de estudios superiores. Con la Orquesta Folclórica buscó apoyar con sustento técnico y profesional la interpretación de música chilena, principalmente con instrumentos tradicionales. Con ella participó en numerosos festivales, incluyendo el del Huaso de Olmué, por 17 años.
Desde esa búsqueda profesional asesoró a canales de televisión en la difusión de contenidos relacionados con la tradición musical nacional y latinoamericana, participando como apoyo en programas como Teleduc, estelares dedicados al folclore y también en la competencia folclórica del Festival Internacional de Viña del Mar.
Además colaboró con municipios y organizaciones en la realización de festivales dedicados a potenciar, difundir y apoyar la creación de obras de música popular de raíz folclóric En el Bafona trabajó más de 40 años y viajó con ese elenco difundiendo el patrimonio nacional en el extranjero. Esa compañía tiene en su repertorio innumerables obras con sus arreglos y dirección, entre ellas, el homenaje por los 100 años del natalicio de Violeta Parra.
Como director de la Acadomia del Bafona, ayudó a formar a directores de grupos y a docentes en el ámbito del para entregarles herramientas técnicas y académicas para la formación de nuevas generaciones, pero también para ayudar a que la comunidad pudiera apreciar mejor la riqueza cultural que OBITUARIO Germán Concha Da sustento a la identidad patrimonial de nuestro país. Mantener y proyectar ese trabajo fue su preocupación y afán en los últimos años. Le apasionó una enormidad de temas. En lo musical, los instrumentos de viento de la tradición altiplánica, como también la historia, estructura y sustento cultural de la cueca. Sobre este tema dictó charlas en diversas entidades, incluida la Universidad Santo Tomás de Valdivia. Fue hijo de Sergio Eduardo Concha y Elena Minerva Pardo, quien aún vive, a los 103 años. Estudió en el Liceo de Aplicación, en la Universidad de Chile y en la Arcis. Fue sobrino de Luga, hermano de Lalo y Mónica, tío de Sergio Meza, Paulina, Mónica, Cecilia y Lalito. Muy joven se casó con Carmen Rojas Aguirre, con quien tuvo a sus hijos Alejandra y Claudio, quienes le dieron sus nietos Ema, Azucena, Martina, Luciano y Facundo, además de sus bisnietos Agustín e Inti. Fue un hombre profundo.
Amó y fue amado, sembrando siempre bellos ejemplos y dejando huellas significativas en las personas que se vincularon a su círculo cercano como parejas, colegas, compañeros de labores, amigos del alma como Víctor, Dante, Pedro, Conejo, Claudio, Jaime y en sus hijos del corazón como Daniel Román y también Marcela, Darío, Rafael y Oscar. Desde 2003 y luego de un largo camino, compartió. La vida con Verónica Moreno Aguilera, altemando su cotidianidad de familia, trabajo y amor entre Valdivia y Santiago, durante 17 años. Sus restos fueron cremados y serán llevados a un lugar familiar en Rengo. En Los Ríos se queda su recuerdo.