Autor: GUSTAVO LAGOS Profesor UC
El cobre en la mira arancelaria de EE.UU.
Señor Director: Tras los anuncios de aplicar nuevos aranceles al cobre por parte del Presidente de EE. UU, la idea básica es que ello incentive la inversión en nuevas minas de cobre, en fundiciones, refinerías electrolíticas y en empresas semimanufactureras de este metal. Estados Unidos fue reemplazado por Chile en el liderazgo mundial en producción de cobre mina en 1982, cuando cerró muchas de sus minas debido a los cambios ambientales. En 2024 EE.UU. Era también superado en producción de mina por la República Democrática del Congo, Perú y China. En 2005, EE.UU.
Lideraba la producción de semimanufacturados de cobre, con 3,9 millones de toneladas, pero perdió sus empresas a manos de China, teniendo una producción de 18 millones de toneladas en 2024, y requiriendo importar 500 mil toneladas anuales de estos productos, Finalmente, EE.UU.
Lideraba el mercado de las fundiciones de cobre, con 1,7 millones de toneladas en 1997, mientras que en 2024 producía cerca de 500 mil toneladas y requería exportar sus concentrados para que estos fuesen fundidos en México y Canadá fundamentalmente. Y debe importar cerca de 800 mil toneladas de cobre refinado, más del 50% de Chile. Es muy difícil que EE.UU. Recupere su producción minera, dados los inmensos plazos de aprobaciones ambientales y de construcción, que son incluso más largos que los chilenos. Cualquier esfuerzo de esta naturaleza tendría fruto muchos años después de terminado el gobierno actual de Estados Unidos. Por otra parte, EE.UU. Podría construir fundiciones primarias (cobre de mina), pero sus dos fundiciones actuales, de alta tecnología, tienen costos tres veces superiores a las fundiciones chinas más competitivas. También EE.UU.
Podría ampliar su base de semimanufactura, pero la pregunta es si va a poder competir alguna vez con China y otros países asiáticos, que no solo tienen los menores costos de producción del mundo, sino que comandaban el 83% de la producción en 2023.
De introducirse aranceles al cobre refinado y a los productos semimanutacturados por parte de Estados Unidos, subiría el costo de los productos que contienen cobre en dicho país, y posiblemente ello significaría reducir la demanda, con un deterioro del precio del metal. Esto último con un daño a las exportaciones de Chile.