Autor: Sebastián Claro
El embrollo del CAE
El embrollo del CAE COLUMNA DE OPINIÓN¿ Quién preferiría pagar sila alternativa de hacerse elleso es factible, no tienecostos y, para algunos, digna de orgullo?el famoso CAE(Crédito con Avaldel Estado) estáen la puerta delhorno. Sin entraren ninguna consi-deración de índo-le normativa, lapropuesta que “seestá socializando”sugiere que el riesgo de quemarnoses alto. El asunto tiene muchas aris-tas económicas, y todas apuntan enla dirección equivocada. Veamos. La mitad de la deuda estudian-til está en manos de los bancos y laotra mitad, en manos del Estado. Siestos fueran cré-ditos normales, sacar a los bancoscomo es la pro-mesa requierecomprar esa deu-da, por lo que elfisco debería de-sembolsar cercade 6 mil millonesde dólares para, simplemente, pasar a ser el únicoacreedor. El problema es que esta deudaes especial. Y no porque sea estu-diantil, sino porque está avalada porel Estado y porque está llena de mo-rosos, que aumentan todos los días, como consecuencia del irresponsa-ble discurso de condonación masi-va. La famosa ley del “Chao Dicom”aprobada en 2020 para no infor-mar deudas estudiantiles validóla idea de que pagar es para losers, yla promesa de perdonazo universalfue el broche de oro. Así, aunque ladeuda en manos de los bancos nun-ca se pague, el fisco deberá com-prarla igual. La otra mitad, en ma-nos del Estado, no hay que recom-prarla, sino solo esperar que se ex-tinga. En suma, una pérdidapotencial para el fisco de casi 12 milmillones de dólares. Este hoyo no es fácil de llenar. Para incentivar el pago de los que yatienen deuda, se tendría que ofreceruna súper oferta, casi tan buena co-mo no pagar.
A estas alturas, esmuy difícil generar tal mecanismode manera creíble. ¿Quién preferiríapagar si la alternativa de hacerse elleso es factible, no tiene costos y, pa-ra algunos, digna de orgullo?Además, el golpe en la línea deflotación a la deuda estudiantil tieneconsecuencias significativas sobre elsistema que reemplace al CAE.
Paraque no sea gratuidad de facto, el nue-vo sistema apunta a que las transfe-rencias fiscales a las universidadespara pagar losaranceles sean fi-nanciadas con unimpuesto al tra-bajo, donde aque-llos a los que lesva bien deberánpagar los présta-mos de quienesles va mal o sim-plemente deserta-ron. Sin la figura del impuesto, es di-fícil que voluntariamente los gra-duados paguen después de que seha validado el default. Y peor aún, para que las transferencias no crez-can mucho, se limitaría el arancelque las universidades pueden co-brar a los alumnos con crédito. Así, las universidades no serán libres defijar sus precios ni tampoco de defi-nir libremente sus cupos. Al parecer, para cumplir con lapromesa de campaña hay que acep-tar un cuantioso hoyo fiscal, distor-sionar el mercado del trabajo conmás impuestos y afectar gravemen-te el funcionamiento del sistema deeducación superior. Demasiado da-ño para ser cierto. Si desea comentar esta columna, hágalo en el blogLa propuesta. COLUMNA DE OPINIÓN