La posibilidad de un nuevo éxodo venezolano pone el foco en las porosas fronteras de Bolivia
La posibilidad de un nuevo éxodo venezolano pone el foco en las porosas fronteras de Bolivia L a crisis en Venezuela por la cuestionada reelección de Nicolás Maduro desató una ola de preocupación en América Latina por un posible nuevo éxodo de migrantes, con varios países que reforzaron sus fronteras, como Brasil, Perú y Chile. En la lista no está Bolivia, cuyo historial de poco control en los casi 7 mil km de fronteras que comparte con sus vecinos preocupa en la región.
Poco después de que las autoridades electorales le dieran la victoria a Maduro e ignoraran las pruebas de los opositores y las críticas de la comunidad internacional, Perú anunció más controles migratorios en la frontera con apoyo de la policía y los militares; mientras que Panamá dijo estar vigilando la situación en la región del Darién, fronteriza con C o l o m b i a, y s u s p e n d i ó l o s vuelos con Venezuela. Brasil reforzó la zona de Roraima --que limita con Venezuela y por donde ya han ingresado más de 500 ciudadanos de ese país desde el lunes pasado-y Chile también adoptó medidas de control.
La posible nueva ola de inmigración venezolana no ha sido tema en los medios bolivianos, y el Presidente Luis Arce se refirió a la situación en Venezuela solo para respaldar férreamente a Maduro --a diferencia de la mayoría de sus vecinos-y criticar los cuestionamientos al resultado de las elecciones como "intentos de golpe de Estado" impulsados por la oposición. Un país "de tránsito" con poco control El silencio de las autoridades de Bolivia no es nuevo.
La inmigración irregular es uno de los principales temas en las fronteras bolivianas, especialmente en la chilena, donde el gobierno de Arce rechaza la mayoría de los migrantes venezolanos indocumentados que son reconducidos luego de ingresar por Bolivia.
Según la Policía de Investigaciones de Chile, entre enero y abril de este año las reconducciones que pudieron concretarse (2.007) fueron menos de la mitad que las que fueron rechazadas (4.956). Para Glaeldys González, del Crisis Group, esta situación se debe en gran medida a que la situación migratoria "no es una prioridad" para Arce, pues Bolivia "es un país importante de tránsito para el flujo masivo de migrantes venezolanos que cruzan su territorio, principalmente hacia Chile, pero alberga a menos de 20 mil en su territorio". La experta también plantea que la "porosidad de las fronteras bolivianas" es parte de un problema mayor en el país: la falta de controles fronterizos y las débiles capacidades institucionales.
El analista político Carlos Cordero también enfatiza en que Bolivia no es un "país de destino" de los migrantes y destaca que "el no tener políticas migratorias claras es también una forma de política a la cual recurren los gobiernos en Bolivia, debido a sus precarias condiciones como Estado y sociedad". En el marco de esas deficiencias, Perú inauguró ayer un puesto de verificación migratorio en la localidad de Ichu, cercana a Bolivia, para reforzar el control de personas y mercancías en la frontera. Contrabando y criminales: el otro problema fronterizo Precisamente, el tráfico de mercancías es la otra arista del problema de las porosas fronteras bolivianas. El contrabando en los límites bolivianos, especialmente con Perú, Chile y Paraguay, se ha consolidado en los últimos años, y genera pérdidas millonarias para los países involucrados.
En Perú, por ejemplo, casi el 60% de las mercancías y productos ilícitos que ingresan al país lo hacen por la frontera boliviana, según cifras de la policía de Lima, mientras que los datos del gobierno boliviano plantean que el 65% del contrabando entra al país por el límite con Chile.
Los tres países se han comprometido a reforzar las medidas de control en la frontera, y en julio Bolivia aumentó el número de policías y militares para potenciarlas --debido al alza del contrabando de productos de primera necesidad y combustible--, pero la situación no ha cambiado.
El crecimiento del tráfico de mercancías se ve potenciado por la existencia de miembros de grupos del crimen organizado transnacional en Bolivia, que tiene presencia del Tren de Aragua venezolano y del Primer Comando de la Capital brasileño, según InsightCrime. Esto también repercute en los vecinos, con un aumento en la violencia en las zonas fronterizas, del tráfico de drogas y del transporte ilegal de personas.
Temor ante una eventual crisis migratoria tras cuestionadas elecciones presidenciales: La posibilidad de un nuevo éxodo venezolano pone el foco en las porosas fronteras de Bolivia NICOLÁS GARCÍA DE VAL El aumento de controles en la región no se ha replicado en ese país, que se ha vuelto un lugar de paso para migrantes y contrabando. MIGRANTES cruzan una zanja que divide Bolivia (arriba) de Chile, cerca de Colchane. THE ASSOCIATED PRESS INMIGRANTES Las cifras oficiales de Bolivia aseguran que hay alrededor de 20.000 inmigrantes venezolanos en el país, un número mucho más bajo que otros países de la región..