El relato de uno de los pilotos que atacaron La Moneda el 11-S: "Esta orden era imprescindible"
pentidos ni mucho menos. Todos estábamos contentos", añade el piloto que sí atacó el palacio en su diálogo con este diario en 1973. Una decisión crucial fue qué armas usar.
López Tobar recuerda en su libro que uno de los pilotos asignados a La Moneda le planteó lanzar cohetes en vez de bombas, pues estas últimas generarían una mayor onda expansiva y más daño colateral. "Estuve de acuerdo (... ). Como la razón para tal ataque era la de convencer al Presidente (Allende) que toda resistencia era inútil y no la destrucción total de La Moneda, entonces los cohetes plantearían una solución menos complicada y destructiva, y sin arriesgar vidas", precisa.
El piloto que lanzó esos cohetes "F ue sobrecogedor". El que habla es uno de los dos pilotos que, al mando de aviones de combate Hawker Hunter de la Fuerza Aérea de Chile, atacaron La Moneda al 11 de septiembre de 1973. La misión pretendía demostrarle a la Unidad Popular que oponerse al despliegue de las Fuerzas Armadas era, a diferencia del "Tanquetazo" del 29 de junio, inútil.
La escena, con los gruesos muros del palacio saltando en pedazos y la bandera chilena envuelta en humo y llamas, se convertiría en un dramático símbolo del golpe de Estado. "Después de todo, uno debía atacar a su propio país", reconoce el mismo piloto. "Pero no hubo momentos de vacilación ni de temor. Estábamos preparados para cumplir cualquier orden, y esta era imprescindible", reafirma el aviador, quien habló con "El Mercurio" en noviembre de 1973. Bajo la condición del anonimato, relató la misión que había cumplido solo dos meses antes. Su nombre y el de su compañero son parte de los secretos del Golpe.
Aunque se ha especulado respecto de sus identidades durante décadas, oficialmente la FACh dice no conocerlas. "No existen registros o documentación relacionados con la identidad de los pilotos", le contestó en 2016 al Consejo Para la Transparencia, que fiscalizaba el cumplimiento de una solicitud del abogado Cristián Cruz, querellante por el caso de Jeannette Fuentealba, una niña de 9 años que según su familia murió por las heridas que le causó un proyectil de Hawker Hunter que cayó en la población San Gregorio.
En 1999, el retirado general de la FACh Mario López Tobar, comandante de las operaciones del 11-S, publicó el libro "El 11 en la mira de un Hawker Hunter". Allí asegura que disparó a las torres de transmisión de radios afines a la Unidad Popular, no contra La Moneda. Cruz ha pedido el procesamiento de López Tobar, caso que todavía se tramita en la Corte de Apelaciones de San Miguel. "Satisfecho por la misión cumplida.
Impresionado por lo que habíamos hecho, pero en ningún caso arrecomplementa que usaron rockets porque estos "tienen un mayor grado de precisión que las bombas". Como práctica, detalla, solían dispararlos contra blancos mucho más pequeños, como tambores de 200 litros. López Tobar los identifica como Sura P-3, un arma antiblindaje autopropulsada.
Los hay explosivos y penetrantes, detalla el piloto anónimo, y ese día lanzaron ambos. "Como las murallas de La Moneda son macizas, se eligió para la penetración de los rockets lugares más vulnerables, como ventanas y el techo", explica. "Fueron lanzados desde el Mapocho, a 800 metros del blanco, a una altura de 500 metros y a una velocidad de 250 metros por segundo", continúa.
La misión cumplió su objetivo, inhibir la resistencia al Golpe y evitar más combates con múltiples bajas, pero la controversia sigue viva. "El 11-S se cometieron muchos errores, por ejemplo, el bombardeo de La Moneda", dijo el expresidente Sebastián Piñera. "No es legítimo seguir justificando el bombardeo de La Moneda" como "una manera de solucionar los problemas de la democracia", sostuvo su sucesor, Gabriel Boric. "¿Considera una proeza algo que para otros fue un acto de barbarie?", le preguntó la periodista Raquel Correa a López Tobar, en 1999, en este diario. --No fue ni una cosa ni la otra. Siempre uno tiene tendencia a ensalzar lo que hace y a ponerle todos los justificativos éticos posibles, y el contrario, a buscar el otro lado de la medalla. Atacar La Moneda no fue un agrado para ninguno de los pilotos.
Uno de ellos llegó muy emocionado porque se encontró con la bandera chilena en la mira... Para ningún miembro de las Fuerzas Armadas fue algo como para ir a tomarse fotografías al lado de los objetivos (... ). No creo que nadie pueda decir que sienta orgullo de haber atacado el palacio. n IVÁN MARTINIC El relato de uno de los pilotos que atacaron La Moneda el 11-S: "Esta orden era imprescindible" LA ESCENA MÁS DRAMÁTICA DEL GOLPE DE ESTADO DE 1973 Hace 50 años, uno de los dos oficiales que lanzaron los cohetes de sus Hawker Hunter contra el palacio presidencial habló con "El Mercurio" bajo condición de anonimato. Un funcionario realiza peritajes en el Hawker Hunter 731 que aún se exhibe frente al edificio de la Comandancia en Jefe de la FACh, en Cerrillos. Lo hizo en 2016, en la investigación que entonces lideraba la ministra en visita Marianela Cifuentes. PODER JUDICIAL Las declaraciones del piloto anónimo de la FACh fueron portada en este diario en noviembre de 1973.
Nosotros actuamos de acuerdo con la Constitución en defensa del pueblo". ALMIRANTE JOSÉ TORIBIO MERINO Miembro de la Junta Militar, entrevistado en noviembre de 1973 por el programa Panorama de la BBC, que rescató el reportaje y hace ocho días lo compartió en YouTube, donde ya bordea las 530 mil visualizaciones. SE DIJO EN 1973: Las noticias del 11 de septiembre de 1973 fueron las más impactantes del pasado reciente de Chile, pero muy pocos medios de comunicación pudieron publicarlas de inmediato. La Junta Militar dispuso un férreo control sobre la prensa y aquella afín a la Unidad Popular fue clausurada de inmediato. En Punta Arenas, el diario La Prensa Austral sí pudo circular el mismo miércoles 12, aunque uno de sus títulos ("Se desconoce la suerte corrida por Allende") revela las dificultades que había para obtener información. El diario que circuló el 12 de septiembre 13 pilotos murieron en Chile volando aviones Hawker Hunter. Según el libro "Mártires de la Fuerza Aérea de Chile", perecieron en 11 accidentes (dos de ellos involucraron a dos aeronaves) en Antofagasta, Tocopilla, Valparaíso, Colina y Puerto Montt. En total, Chile compró 53 de estos cazas británicos, que sirvieron durante 28 años (1967-1995), siendo fundamentales en la disuasión durante las tensiones limítrofes de los 70 con Perú y Argentina. El relato de uno de los pilotos que atacaron La Moneda el 11-S: "Esta orden era imprescindible".