Autor: Alicia Stipicic
Columnas de Opinión: La promesa de una educación pública de calidad
Columnas de Opinión: La promesa de una educación pública de calidad Recientemente, en su visita a Punta Arenas, fuimos testigos de un momento que simboliza la desconexión entre el gobierno y quienes lo apoyaron fervientemente. Los mismos profesores que, con esperanza, marcharon a favor de su candidatura, se encontraron con un presidente que, en lugar de dialogar, eligió alejarse de ellos. Aquellos que una vez lo alentaron a convertirse en el líder de nuestro país, ahora se sienten ignorados y decepcionados. La promesa de una educación pública de calidad quedó solo en eso. Lo que vemos hoy son docentes que, a pesar de su dedicación y esfuerzo, no ven mejoras en sus condiciones laborales ni en el sistema educativo que tanto aman. Esta situación es inaceptable y refleja una falta de capacidad del gobierno para gestionar soluciones efectivas. La misma tierra que vio nacer a Gabriel Boric clama por atención y acción. No podemos permitir que las promesas se conviertan en solo palabras vacías. Es fundamental que el presidente escuche a sus votantes, que se acerque a quienes lo apoyaron y que trabaje de la mano con ellos para construir el futuro que todos deseamos. Hoy, más que nunca, necesitamos un diálogo abierto y sincero. Necesitamos que el gobierno reconozca las inquietudes de los educadores, de los estudiantes y de toda la comunidad. Juntos, podemos construir un sistema educativo que no solo cumpla con las promesas, sino que también inspire a las futuras generaciones. El reciente fallecimiento de una conocida dirigente social en la sala de espera del hospital es un trágico recordatorio de lo frágil y deficiente que es nuestro sistema de salud. Este doloroso suceso no solo nos conmueve, sino que también nos obliga a cuestionar las estructuras que deberían proteger y cuidar a nuestra población. La pérdida de una persona tan comprometida con su comunidad no puede ser un hecho aislado. Es una señal clara de que necesitamos urgentemente reformar un sistema que, en lugar de brindar atención oportuna y digna, se convierte en un lugar de desesperanza. No podemos permitir que más vidas se pierdan por la ineficacia de un sistema que no responde a las necesidades de quienes más lo requieren. El compromiso del gobierno de Gabriel Boric, que prometió mejorar la salud pública, se ve empañado por realidades dolorosas como esta. Las listas de espera interminables y la falta de recursos son problemas que afectan a miles de chilenos y chilenas a diario. No podemos seguir aceptando que la salud sea un privilegio para unos pocos, mientras que muchos deben enfrentar largas esperas y condiciones indignas. Es momento de alzar nuestra voz. Debemos exigir cambios concretos que aseguren un acceso rápido y eficiente a la atención médica. Cada vida cuenta y cada minuto es crucial. La historia de nuestra querida dirigente debe ser un llamado a la acción, un recordatorio de que el bienestar de nuestra comunidad debe ser la prioridad. Hoy, más que nunca, necesitamos unirnos para exigir un sistema de salud que sea verdaderamente justo y accesible para todos. No podemos descansar hasta que cada ciudadano tenga garantizada la atención que merece, sin importar su situación económica o social. Hagamos de este dolor un impulso hacia la transformación. No más muertes evitables. No más promesas vacías. Es hora de que nuestras autoridades asuman la responsabilidad y trabajen para construir un sistema de salud que realmente funcione. Hoy día somos los ciudadanos y especialmente los niños que llevan varios días sin.
Clases quienes asumirán las consecuencias de un gobierno que hasta ahora ha sido el más inoperante desde el retorno a la democracia Hoy lamentablemente a menos de un año del Gobierno solo cabe presentar una demanda al Sernac por publicidad engañosa, por todas las promesas que hizo y que no cumplió este Gobierno.