¿Surgirá estabilidad da las escombros de Medio Oriente
¿ Surgirá estabilidad da las escombros de Medio Oriente MIEMBRO DEL WASHINGTON INSTITUTE FOR NEAR EAST POLICY, FUE DIRECTOR DE PLANIFICACIÓN DE POLÍTICAS EN EL DEPARTAMENTO DE ESTADO DURANTE LA PRESIDENCIA DE GEORGE BUSH (PADRE), COORDINADOR ESPECIAL PARA MEDIO ORIENTE DURANTE LA PRESIDENCIA DE BILL CLINTON, ASESOR ESPECIAL PARA EL GOLFO PÉRSICO Y EL SUDOESTE DE ASIA DE LA EXSECRETARIA DE ESTADO HILLARY CLINTON Y AUTOR DEL LIBRO DE PRÓXIMA PUBLICACIÓN STATECRAFT 2.0.
WHAT AMERICA NEEDS TO SURVIVE IN A MULTIPOLAR WORLD (OXFORD UNIVERSITY PRESS, 2025). ¿Surgirá ¿ Surgirá estabilidad on los conflictos en Gaza y el Líbano, y los intercambios militares directos entre Israel e Irán, cuesta imaginar un panorama prometedor para Medio Oriente el próximo año. Para muchos observadores, el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca solo agrava la incer tidumbre. Pero, aunque por lo general en Medio Oriente siempre cabe esperar lo peor, veo posibilidades de que surjan nuevos alineamientos positivos.
No significa esto desestimar o ignorar las pérdidas devastadoras que han sufrido los palestinos en Gaza; la destrucción en partes del Líbano, incluidos los barrios del sur de Beirut; o la determinación de los israelíes (y no solo los de derecha) de no volver jamás a ser tan vulnerables como el 7 de octubre de 2023. Quienes deben trabajar en la pacificación hoy no tienen fe, y es comprensible. Pero es probable que la pacificación no sea el objetivo adecuado para el año entrante.
En vez de eso, habría que centrar la aten ción en poner fin a los conflictos en curso y generar condiciones para la estabilidad y la seguridad; si se hace bien, eso reconstruirá una base para la pacificación. Conseguirlo será más probable si surgen nuevos alineamientos regionales. Aquí, aunque no parezca intuitivo, tengo ciertas esperanzas.
El ataque terrorista de Hamás en 2023 (seguido un día después por una andanada de cohetes disparados al norte de Israel por Hezbolá desde el sur del Líbano) Israel por Hezbolá desde el sur del Líbano) de los provocó una campaña militar israelí que ha causado mucho daño, pero que también ha debilitado profundamente a Hamás y Hezbolá. Sus respectivos líderes, Yahya Sinwar y Hassan Nasrallah, y la mayoría de sus cuadros dirigentes ya no están. La caída de los intermediarios Aunque Hamás todavía exista, ya no le queda un ejército. El 6 de octubre de 2023 tenía cinco brigadas compuestas por 24 batallones. Hoy ya no tiene unidades organizadas.
Habrá miles de personas que aún portan armas y pequeños grupos de dos o tres con capacidad para ofrecer resistencia local, pero el ejército y la mayor parte de la infraestructura militar (depósitos de armas, laboratorios, centros de producción) han desaparecido.
Más de la mitad de los túneles de Hamás están destruidos y el sentimien= to de la población en Gaza se le ha vuelto en contra; una encuesta reciente de Zogby muestra que solo un 7% de los gazatíes quiere que siga controlando el enclave. Además, el principal erudito islámico de Gaza, Salman Al Dayah, ha emitido una fatua (fallo legal islámico no vinculante) en la que critica a Hamás por provocar semejante guerra devastadora.
Dado que el resultado probable del ataque iba a ser muerte de civiles y destrucción de infraestructura civil generalizadas (algo que los líderes de Hamás bien sabían), Al Dayah escribe que Hamás es culpable de "violar los principios islámicos de la yihad". Es verdad que Hamás tal vez nunca haya sido muy popular en Gaza.
Pero el enojo contra el grupo y la fatua de Al Dayah en su contra indican que la población gazatí su contra indican que la población gazatí su contra indican que la población gazatí quiere que la guerra termine y seguramente aceptaría con agrado un Gobierno interino supervisado por una coalición internacional con participación árabe.
Emiratos Árabes Unidos ya se ha mostrado dispuesto a participar en un esquema de transición para administrar Gaza, presidir su reconstrucción, preservar la ley y el orden, prevenir el contrabando y allanar el camino hacia un eventual Gobierno palestino bajo una Autoridad Nacional Palestina (ANP) realmente reformista. Con Hamás militarmente destruido y cada vez más incapaz de reorganizarse, una alternativa a su Gobierno en Gaza es posible y alcanzable en el próximo año. Además, no solo Hamás está debilitado.
Hezbolá es, con diferencia, el principal representante de Irán en la región; ha entrenado a todas las demás milicias proiraníes, las ha ayudado a desarrollar capacidad para fabricar armas, ha actuado como unidad de choque de Irán en Siria y ha alardeado de un stock de 150 mil cohetes como disuasión contra ataques israelíes a la infraestructura nuclear iraní. Pero ese poder de disuasión ya no existe. Según Yoav Gallant (ministro de Defensa de Israel hasta principios de noviembre), Hezbolá ha perdido más o menos el 80% de Hezbolá ha perdido más o menos el 80% de sus cohetes. Israel ha diezmado su liderazgo y ha desmantelado su cadena de mando; ha trastocado sus comunicaciones y debilitado en general su posición en el Líbano.
A mediados de noviembre, ya había señales de que Hezbolá e Israel estaban buscando un alto el fuego (hecho que no sorprende, ya que Irán necesita conservar a Hezbolá y darle tiempo para recuperarse). Máxima tensión Lo menos que puede decirse es que el "eje de la resistencia" liderado por Irán ha recibido un golpe enorme, lo mismo que Trán cuando Israel destruyó sus defensas estratégicas aéreas y misilísticas (radares $300 que Rusia no podrá reponer o reparar en mucho tiempo). Por eso algunos importantes estrategas iraníes (como el ex ministro de asuntos exteriores Kamal Jarazi, que asesora al líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei) han comenzado a hablar de desarrollar un arma nuclear para reforzar el poder de disuasión de Irán. Pero con Trump reinstalado en la Casa Blanca, hacerlo sería muy peligroso.
El Presidente electo siempre ha tenido una línea dura en relación con Trán y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró que habló con Trump. ¿Surgirá estabilidad da las escombros de Medio Oriente y que están "en sintonía" en lo referido al programa nuclear iraní.
Trump se presenta como alguien dispuesto a terminar guerras, no iniciarlas, de modo que sospecho que en lugar de involucrar directamente a Estados Unidos, pre= ferirá dar luz verde a Netanyahu para que elimine la infraestructura nuclear de Irán, elimine la infraestructura nuclear de Irán, elimine la infraestructura nuclear de Irán, elimine la infraestructura nuclear de Irán, proveyendo a Israel los medios adicionales que pueda necesitar para hacerlo.
Dicho esto, no hay que olvidar que la política de Trump hacia Irán es de "máxima presión", y que su objetivo no es necesaria mente lograr un cambio de régimen sino lograr un cambio de conducta en el régimen. No es difícil imaginarlo usando la amenaza de la fuerza israelí y una ejecución más estricta de las sanciones petroleras para tratar de conseguir un nuevo acuerdo nuclear. Al fin y al cabo, ha dicho varias veces que lograr un acuerdo con los iraníes sería uno de los objetivos de su segundo mandato. Es verdad que los iraníes no se mostraron muy dispuestos a tratar con él la primera vez.
A su política de "máxima presión" respondieron con lo que llamaron "máxima resistencia", una estrategia que incluyó ataques a la refinería de petróleo saudita en Abqgaiq (la más importante del país); misiles hutíes contra Arabia Saudita; ataques con minas contra barcos petroleros; y hostigamiento de barcos en el golfo Pérsico. En respuesta, Trump terminó ordenando un ataque selectivo contra Qassem Suleimani, líder de la Fuerza Quds iraní y una de las personas más cercanas al líder supremo. Después de eso Irán se anduvo con más Después de eso Irán se anduvo con más Después de eso Irán se anduvo con más cuidado.
No empezó a acelerar su programa nuclear y a intensificar sus ataques por intermediarios contra las fuerzas estadounidenses en Irak y Siria sino después de la victoria electoral de Joe Biden en 2020; y ahora sus intermediarios son mucho más débiles que durante el primer mandato de Trump. ¿Buscarán los iraníes una salida con Trump? Jamenei siempre ha dicho que las "potencias arrogantes" (ante todo Estados Unidos) no se contentarán jamás con concesiones iraníes hasta que la República Islámica ya no exista, de modo que tal vez no esté dispuesto a ceder ahora. Pero su principal preocupación es la supervivencia del régimen, y en ocasiones ha hecho ajustes tácticos en presencia de costos o riesgos elevados. De modo que no me sorprendería ver a los iraníes recurriendo al Presidente ruso Vladímir Putin para que intermedie un acuerdo con Trump. Puesto que Trump tiene interés en Putin, y este desea darle a Trump una victoria para que limite el apoyo estadounidense a Ucrania, puede que a los rusos se les ocurra algo.
No estoy seguro de cuán real y significativo será, pero no se puede descartar. ¿Un nuevo amanecer? Incluso si un acuerdo entre la administración Trump e Irán resultara difícil, el debilitamiento del eje iraní y los cambios del equilibrio de poder en la región hacen posible un realineamiento. El Comando Central estadounidense ya ha logrado integrar las defensas aéreas y misilísticas de una coalición regional que incluye a todos los socios árabes de EEUU (en particular los sauditas) y a los israelíes.
La integración regional fue uno de los objetivos prin cipales del Gobierno de Biden, y no hay que olvidar que durante el primer mandato de Trump se habló de promover una alianza al estilo de la OTAN en Medio Oriente.
Es probable que la tendencia hacia la integración en materia de seguridad se mantenga, y el nuevo Gobierno también promoverá su visión (moldeada en gran medida por el yerno de Trump, Jared Kushner, durante su primer mandato) de ampliar la integración económica y el desarrollo. Además, Trump ha dicho que quiere ampliar los Acuerdos de Abraham; en concreto, incluir a Arabia Saudita entre los países que han normalizado relaciones diplomáticas con Israel.
Los sauditas han puesto en claro a la administración Biden que están dispuestos a firmar un acuerdo de paz con los israelíes, siempre que obtengan un tratado de defensa con los EEUU y una ruta tratado de defensa con los EEUU y una ruta creíble hacia un Estado palestino. ¿Podrá Trump cumplir estos requisitos? ¿ Podrá ofrecer un tratado de defensa con los 67 votos requeridos en el Senado (algo que probablemente le demandará al menos 14 0 15 senadores demócratas)? ¿ Está dispuesto a promover un acuerdo que incluya una oferta significativa para los palestinos, aunque el resultado casi seguro sea la ruptura del Gobierno actual de Netanyahu? En cualquier caso, los sauditas no nor= malizarán relaciones con Israel mientras continúe la guerra en Gaza. El ejército israelí parece dispuesto a terminar el con= flicto (ante todo como medio para lograr la liberación de los rehenes restantes), pero hay que ver si Netanyahu estará de acuer do.
Como sea, Trump le ha dicho a Netan= yahu que quiere ver la guerra terminada para cuando asuma el cargo, de modo que los incentivos que guían al primer ministro tal vez ya no sean los mismos. En síntesis, un acuerdo de normalización entre Arabia Saudita e Israel transformaría la región. Si no se logra en el corto tiempo que le queda a Biden en el cargo, segura= mente será un objetivo de Trump para el próximo año. E incluso si resulta imposible, los estragos que Israel ha causado a Hezbolá y Hamás, sumados al debilitamiento de Irán, pueden traer a la región, si no paz, al menos más estabilidad. Como mínimo, Irán tendrá menos interés en causar problemas, siempre que el régimen no perciba una amenaza existencial. De lograrse una mayor estabilidad en la región, es probable que la política de Israel hacia Cisjordania se convierta en un pro= blema.
Si la administración Trump quiere llegar a un acuerdo con los sauditas, tendrá que hacer algo en relación con los intentos de los ministros de derecha Itamar BenGvir y Bezalel Smotrich de imposibilitar un Estado palestino. Eso significa poner fin a la construcción de asentamientos y a los intentos de provocar la caída de la ANP. También significa presionar (por separado y en colaboración con socios árabes clave) en pos de reformas genuinas en la ANP, tal vez con un primer ministro palestino independiente y reempoderado. Esto fue un objetivo de la primera administración Trump, y sospecho que los sauditas, los emiratíes y otros actores ahora estarán más abiertos a promoverlo. Aunque pueda parecer contrario a la intuición, no es imposible que la región se vuelva más estable el año entrante. Por supuesto, hablamos de Medio Oriente, donde todo puede salir mal. La debilidad de Irán tal vez lo aliente a acelerar la búsqueda de un arma nuclear. Tal vez a los israelíes les cueste salir de Gaza. Tal vez la debilidad económica de Egipto se vuelva mucho más problemática. Y tal vez los hutíes sigan poniendo en riesgo la navegación en el mar Rojo o reinicien los ataques con misiles contra Arabia Saudita, si esta normaliza relaciones con Israel. Todo lo anterior es posible. Una de las primeras grandes pruebas para el Gobierno estadounidense entrante será ver si puede aprovechar el debilitamiento de Irán para conseguir más estabilidad en la región. Copyright: Project Syndicate, 2024. www.project-syndicate.org.