Maltrato a las personas mayores
Maltrato a las personas mayores La agresión a un conserje de Vitacura es el reflejo de muchos otros casos de violencia que ocurren en nuestro país. 1caso de agresión a un conserje de 70 años en Vitacura no es un hechoaislado ni una excepción desafortunada: es un reflejo preocupante de una sociedad que envejece, pero que no está preparada socioculturalmente para este cambio.
Chile, con más de 2.5 millones de personas mayores de 65 años lo que representa el 14% dela población según el Censo 2024 enfrenta una transformación demográfica de granescala, sin embargo; aún carece de herramientas suficientes para garantizar el respeto, la inclusión y la protección efectiva de sus personas mayores. El maltrato hacia esta población no solo se manifiesta enactos físicos como el que se ha instalado en los medios de comunicación en estos días. La Organización Mundial de la Salud estima que uno de cada seis adultos mayores sufre algún tipo de maltrato. Este fenómeno no es casual.
Tal como lo explicó Roxana Zuleta, académica de Educación y Ciencias ONU: 1 de cada 6 Sociales, de la Universidul dad Andrés Bello, a la bae llos mayoreses se subyacen factores esvíctima de maltrato. tructurales: la soledad, la pobreza, la dependencia funcional, la invisibilización social y una cultura que tiende a percibir a las personas mayores como una carga antes que como sujetos plenos de derechos. La violencia simbólica y cotidiana se traduce en omisiones, en miradas indiferentes, en tratos condescendientes y, en los casos más extremos, en agresiones fisicas y psicológicas. Sibien la legislación ha avanzado -con leyes como la 21.013 que tipifica el maltrato hacia personas mayores y sanciona con penas de cárcel e inhabilitación profesional-, el problema trasciende el plano legal. Lo urgente hoy es, además de sancionar penalmente alos agresores, prevenir que hechos como estos ocurran. El caso de Vitacura es el reflejo de muchos otros casos de violencia qué dtúrten enel país. Debe dolernos, indignarnos, pero más que eso, movilizarnos. Porque en cada acto de maltrato se quiebra no solo la dignidad de una persona, sino también el espejo en el que como sociedad deberíamos todos mirarnos..