Autor: MOISÉS VALDERRAMA
Joven pierde la visión de un ojo tras ataque en micro: “Me dejaron muerta en vida”
Joven pierde la visión de un ojo tras ataque en micro: “Me dejaron muerta en vida” ANICHARD ULLOA Incidente ocurrió durante "arengazo" de Colo Colo Joven pierde la visión de un ojo tras ataque en micro: "Me dejaron muerta en vida" Yomara tiene 21 años y es madre de un niño de dos. niño de dos. niño de dos. niño de dos. El 8 de agosto, Yomara Segovia vastador.
Yomara sufrió el impacto de una piedra mientras viajaba a hacer un trámite al Moisés VALDERRAMA pasado 8 de agosto, Yomara EF Segovia, de 21 años y madre de un pequeño de dos, tenía planeado realizar un trámite en el banco.
Cuenta que como cualquier otro día iba escuchando música con sus audífonos al interior de la micro, y agrega que "no sabía que ese día se realizaría el arengazo", que es cuando los hinchas de Colo Colo alientan a su equipo antes de un duelo importante. Sin embargo, lo que comenzó como un día más se convirtió en una tragedia que marcaría su vida para siempre.
A bordo de la micro El7, llegando a la intersección entre las avenidas Departamental y Macul de la comuna de La Florida, Yomara percibió que algo no estaba bien: "La gente estaba muy dispersa, como si algo hubiese pasado", recuerda.
Apenas intentó preguntar a los pasajeros qué estaba ocurriendo, una piedra impactó directamente en su ojo izquierdo. "Yo lo único que le gritaba a la gente era que me pegaron, me pegaron, ayuda, ayúdenme, mi ojo", relata.
El impacto fue inmediato y deinmediato y decomenzó a sangrar de manera profusa, su ojo se hinchó rápidamente y la visión en ese lado desapareció por completo, el chofer al percatarse de esto les gritó a los pabanco. El pronóstico médico sajeros que "yo es poco alentador. voy a llevar a la niña al hospital, el que se quiera bajar que se baje", describe Yomara, partiendo así hacia el Hospital de La Florida. Durante el trayecto, un pasajero permaneció junto a Yomara, brindándole apoyo en medio de su desesperación.
Al llegar al hospital, los médicos centraron sus esfuerzos en salvar su vida antes de ocuparse de su ojo, dada la gravedad del golpe. "El doctor me dijo que lo primero que les preocupaba era mi vida, porque la roca había comprometido la zona de la sien", cuenta Yomara.
Después de varios escáneres, los médicos descartaron lesiones cerebrales graves, para de una vez enfocarse en su ojo. "Tenía el ojo hinchado como una pelota de ping-pong", explica la joven, tras ser trasladada al Hospital Salvador y luego al Instituto de Neurocirugía para recibir atención especializada en oftalmología. Los días siguientes no fueron mejores para Yomara y su familia. "Estuve yendo al hospital todos los días. Pero el viernes me dieron el ultimátum, me vieron tres doctores especialistas y lo que me dijeron era que yo no ¡ ba a volver a ver", relata con tristeza. Las secuelas El incidente ha cambiado por completo la vida de Yomara, quien estaba en su segunda semana de clases para ser estilista, además de estar trabajando.
Cuenta que "ahora no puedo ni siquiera ver a mi hijo porque tengo que estar en reposo constante". Para Yomara, el golpe no solo afectó su cuerpo, sino también su espíritu. "Me dejaron muerta en vida", expresa. Además del dolor físico, la joven ha tenido que enfrentar las secuelas psicológicas del ataque. Sufre crisis nerviosas recurrentes, dolores de cabeza intensos, y debió solicitar atención psicológica para sobrellevar el trauma. "Es muy difícil. No puedo dejar de pensar en lo que pasó, en mi ojo", expresa con angustia. Asimismo, cuenta que al día de hoy ya no puede subirse en un transporte publico debido al trauma.
El club Colo Colo no ha hecho un comentario oficial sobre lo ocurrido, pero Yomara cuenta que un representante del club se contactó con ella para ofrecerle costear sus traslados hacia los controles en el hospital. Para la familia Segovia, el costo económico del tratamiento ha sido una carga adicional.
Hasta ahora, han gastado más de 200.000 pesos en consultas, transporte y medicinas. "Piense que de mi casa al hospital Salvador ya son 14.000 pesos en un Uber", dice Yomara. "Nos destrozaron como familia", comenta la madre de Yomara, quien llena de rabia e impotencia, pide justicia: "Mi hija iba a llegar bien a la casa, pido justicia, porque esto tiene que parar.
Y que se hagan presentes los responsables, presentes para ver qué es lo que necesita mi hija, porque a ella la mataron en vida". El llamado de Yomara es desgarrador: "Que tomen consciencia del daño que están causando. El jueves fui yo, pero después podría ser cualquier otra persona, tiene que mejorar la sociedad, porque cada vez está peor".. - -