ESG: LA BRECHA ENTRE DECLARACIONES Y ACCIONES CONCRETAS
ESG: LA BRECHA ENTRE DECLARACIONES Y ACCIONES CONCRETAS Por Salvador Bustamante, socio de Auditoría EY Chile El 2024 ha sido un periodo crucial en el que los temas de sustentabilidad y cambio climático han po od un lugar destacado en las agendas de directorios de empresas, universidades, gremios, industrias, empresas de consultoría, centros de estu dios y el gobierno. La creciente conciencia sobre la necesidad de abordar estos desafios ha llevado a importantes avances regulatorios y y a un mayor escrutinio de las prácticas empresariales.
El pasado 29 de octubre, la Comisión del Mercado Financiero emitió una normativa que establece la obligatoriedad de la Memoria Integrada que deberán presentar las empresas a partir del ejercicio anual 2026, reportado en 2027, Esta memoria debe considerar los estándares internacionales de reportabilidad IFRS 51 de Sostenibilidad y 52 de Clima. Esta medida representa un paso significativo hacia la transparencia y la responsabilidad corporativa en materia de sostenibilidad.
A, nivel global, ya existen análisis que señalan la existencia de riesgos y acciones en el mercado y las empresas, tendientes a buscar un rendimiento a corto plazo en lugar de realizar inversiones a largo plazo en el medio ambiente, social y gobernanza (ESO), como lo revela nuestra última encuesta Institutional Investor Survey de EY.
Este enfoque cortoplacista es preocupante, ya que pone en riesgo la viabilidad a largo plazo de las empresas y del planeta, Las críticas a nivel mundial sobre la posibilidad de que la sostenibilidad y el cambio climático se conviertan en un conjunto creciente de normas de reportabilidad de información financiera y no financiera, sin traducirse en un cambio real hacia inversiones sostenibles a largo plazo y procesos productivos no contaminantes o sustentables, son válidas. La verdadera transformación requiere más que simples informes; necesita un compromiso genuino y acciones concretas. Otros hallazgos del Institutional Investor Survey revelaron una brecha entre las declaraciones de los inversionistas y las empresas sobre la importancia de ESG y las acciones concretas que están tomando. Un 88% de los inversionistas afirma haber aumentado el uso de información ESG en el último año, y más de la mitad considera que el impacto del cambio climático afectará sus estrategias de inversión. Sin embargo, un preocupante 92% de los inversionistas está de acuerdo en que el riesgo para beneficios a corto plazo supera a los beneficios a largo plazo de muchas inversiones e iniciativas relacionadas con ESG. Asimismo, dos tercios de los inversionistas encuestados cree que es probable que su institución disminuya la consideración de los factores ESG en la toma de decisiones de inversión a futuro.
Otro dato preocupante es que un 85% de los inversionistas señala que el greenwashing es un problema mucho más grande hoy que hace cinco años, pero a pesar de esto, casi la totalidad de los encuestados confía en que las empresas cumplirán sus metas de sostenibilidad y descarbonización. Esta paradoja refleja la complejidad del desafio: la confianza en las metas de sostenibilidad coexiste con el escepticismo sobre la autenticidad de los esfuerzos.
En este caluroso diciembre de 2024, tenemos la oportunidad de seguir avanzando como país en la implementación de las mejores prácticas de sostenibilidad y ESG, y en la reportabilidad al mercado de la efectividad de estos planes, pensando en el país que queremos tener a largo plazo. Vemos con optimismo que las nuevas generaciones manifiestan un compromiso activo hacia la protección del medio ambiente y la promoción de prácticas sostenibles. Creemos que, como parte de las generaciones actuales, a cargo de las decisiones, podemos avanzar más rápido, ya que el objetivo lo merece. La sostenibilidad no es solo una tendencia pasajera; es una necesidad imperativa para asegurar un futuro viable para todos. Las empresas, los inversionistas y los reguladores deben trabajar juntos para superar las barreras y transformar las buenas intenciones en acciones concretas y efectivas. Solo asi podremos construir un mundo más justo, equitativo y sostenible para las generaciones venideras.