Habla el psiquiatra de los excolonos de Villa Baviera: “LA EXPROPIACIÓN REVICTIMIZARÁ A GENTE QUE FUE ABUSADA”
Habla el psiquiatra de los excolonos de Villa Baviera: “LA EXPROPIACIÓN REVICTIMIZARÁ A GENTE QUE FUE ABUSADA” La creación del hotel del lugar fue pensada comouna forma de que los excolonos fueran permeados por la sociedad chilena, pero generó duras críticas de algunos sectores, que lo interpretaron como una invitación a hacer turismo a un lugar que funcionó como centro de tortura.
El psiquiatra Niels Biedermann trató la salud mental de los habitantes de Villa Baviera por más de 17 años, desde 2005, en los cuales supo de primera fuente los horrores de los abusos que sufrieron los colonos por parte de la jerarquía que dirigía Paul Schäfer.
En ese proceso de vinculación con los habitantes del exenclave alemán, Biedermann identificó cuatro formas distintas de aproximación de las personas con la Colonia Dignidad: una, como campesinos laboriosos que transformaron tierra árida en fértil; una segunda “absolutamente contradictoria con la anterior”, acota es la de los campos de concentración, tortura y desaparición de prisioneros políticos, como fue utilizada durante el régimen militar; la tercera, como la realidad de “secta” centralizada en la teoría teológica apocalíptica, y una última, la número cuatro, como un lugar de abusos infantiles sistemáticos.
“Esas realidades fueron vividas de forma muy distinta por los habitantes de la colonia, porque quienes vivieron la realidad número cuatro de los abusos infantiles no supieron de la realidad dos, del centro de detención y tortura”. Frente a esta conceptualización, dice que la expropiación anunciada por el Presidente Boric de los terrenos de la ex Colonia Dignidad es una respuesta dirigida a esta última identidad, dejando de lado los otros planos.
Esto, a su juicio, hace que los actuales habitantes del lugar sientan que es un anuncio que los revictimiza, debido a que “cualquier víctima de violaciones de los derechos humanos espera el reconocimiento social del daño sufrido, que se lo reconozca como víctima, que se acepte que han sufrido una injusticia y, de alguna manera, se le vuelva a valorar e integrar a la sociedad.
Eso es lo que con esta comunidad no ha pasado”. LA INCERTIDUMBRE FRENTE AL ANUNCIOHace apenas un par de semanas, el Gobierno dio a conocer detalles de lo que será la expropiación de 116,8 hectáreas, incluyendo 5 ha donde estaba la casa de Schäfer, el casino, el exhospital que hoy funciona como un hogar de ancianos abierto a la comunidad, pero también las viviendas donde hoy reside la gran mayoría de los poco más de cien habitantes de Villa Baviera. En definitiva, la expropiación incluiría todo el “centro” de la villa, donde están los edificios comunes y las casas. El resto del paño lo componen un camino que conecta la zona urbana del lugar con los lugares que fueron utilizados como centro de detención, así como unas 78 hectáreas de terreno agrícola.
Todo esto, con el objetivo de transformarlo en un lugar de memoria, para así dar cumplimiento al memorándum de entendimiento firmado entre Chile y Alemania en el año 2017, durante el segundo mandato de Michelle Bachelet.
Ello ha llevado a que la incertidumbre se apodere de los habitantes del lugar, los que tampoco tienen una sola voz que los represente, lo que Biedermann atribuye a las secuelas propias del control que ejercía Schäfer y la jerarquía de la Colonia Dignidad sobre sus habitantes. A su juicio, ¿en qué sentido se puede explicar la decisión de expropiación y qué efecto puede tener?De alguna manera, digamos, hay una cosa que es un sitio memorial. El sitio memorial es algo absolutamente justificado y que es necesario para recordar las violaciones de los derechos humanos, los prisioneros políticos, pero también los daños internos. Respecto del memorial, ellos mismos (los habitantes de Villa Baviera) han ido adquiriendo cada vez más conciencia. Nosotros también hemos apoyado desde el comienzo que se hiciera un memorial; a ellos les costó, pero fueron entendiendo en la medida que fueron aceptando lo que había pasado.
Pero otra cosa es que, al expropiar todo eso, ellos quedan en la condición de victimarios, no quedan con la condición de víctimas. ¿De alguna manera se invisibiliza la condición de abusados y se superpone una ajena, la de abusadores?OMORSOLRACNAUJNIELS BIEDERMANN LIDERÓ INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL EN EL LUGAR POR 17 AÑOS:Frente al anuncio de la compra por parte del Gobierno del polígono que incluye la zona más urbana del predio, donde se encuentran las casas de los habitantes del lugar, el médico advierte que los deja “en la condición de victimarios, no quedan con la condición de víctimas”. RENÉ OLIVARESde detención, y eso fue real. Como igualmente fue real que los que estuvieron dentro de la colonia en ese momento fueron víctimas abusadas y con secuelas traumáticas, prácticamente todos. Y esa realidad desaparece y más se confunde como una comunidad que fue cerrada mucho tiempo. Con la interacción entre víctimas y victimarios se arma una confusión y resulta entonces difícil distinguir quiénes son las víctimas y quiénes son los victimarios.
Ahora, mientras más“El sitio memorial es una cosa absolutamente justificada y que es necesaria para recordar las violaciones de los derechos humanos, los prisioneros políticos, pero también los daños internos”. ZERÉPANERACAM“Cualquier víctima de violaciones de los derechos humanos espera el reconocimiento social del daño sufrido, que se lo reconozca como víctima, que se acepte de que han sufrido una injusticia y, de alguna manera, se le vuelva a valorar e integrar a la sociedad. Eso es lo que con esta comunidad no ha pasado”. cerca uno está y más escucha la historia de las víctimas, más clara resalta la diferencia. Y más clara resulta de que los que están ahí son víctimas. LA POLÉMICA DEL RESTAURANTE Y EL HOTELBiedermann cuenta que, como parte de la intervención psicosocial que se debió hacer con los habitantes del lugar, el desafío fue que lograran integrarse como una comunidad. “La gente no tenía vínculos personales reales; por lo tanto, no había reuniones informales, salvo en la familia, en las vivien-das. Pero después del trabajo, cada uno se iba a su casa. Entonces, yo les dije: Ustedes necesitan una especie de pub, cantina, fuente de soda, lo que fuese. Y eso lo armó finalmente una persona de la colonia, que fue un restaurante externo (ubicado en Bulnes), donde la gente empezó a ir y tenía por fin un lugar informal donde reunirse. Y después yo decidí que nosotros apoyaríamos que se formara un hotel, porque eso significaba una apertura hacia afuera. Y en eso descuidamos totalmente lo que eso significaba para la identidad relativa a las violaciones de derechos humanos, porque estábamos profundamente sumidos en trabajar el tema de los abusos.
Y de repente, con sorpresa, vimos acusaciones de que el turismo en ese lugar no se podía hacer, incluso de parte de la prensa alemana, que plantearon que era como instalar un estante de salchichas en Auschwitz. Y era porque se estaba focalizando en dos aspectos distintos. Nosotros estábamos en la reparación, y los otros estaban en las violaciones cometidas y lo que significaba eso simbólicamente.
Entonces, ahí es donde chocaron las distintas realidades del lugar”. Finalmente, el psiquiatra cuenta que estos hechos ayudaron a “normalizar” las relaciones al interior de la comunidad, y se produjo una integración progresiva con el resto de la sociedad chilena. “Por esa situación, decidimos que nuestra intervención terminara y que desde entonces debía hacerse cargo el sistema público de salud”, explica.
Todo ello ocurrió recién en 2018, hasta cuando trabajó como parte de un programa financiado por el gobierno alemán. ¿Ud. cree que al tratarse de un exenclave alemán ha predominado la idea de que el problema no es del Estado de Chile?Mirando lo que aparece comunicacionalmente, yo creo que es algo que ha sido un problema absolutamente nacional, que trata de que un predio se haya puesto a disposición para que se hayan producido graves violaciones a los derechos humanos, por una connivencia de la Dina con elementos de la jerarquía de la colonia y la aceptación de Paul Schäfer, del jefe de la colonia. Por lo tanto, no es un asunto exclusivo de la colonia. Los que hicieron ejecuciones o torturas fueron agentes del Estado, miembros de la Dina. Y es como si eso se hubiera ido difuminando. ¿En la opinión pública?En la opinión pública, claro, tiene razón. Y esto entonces queda como un enclave alemán, que ya no lo es. Pregúnteles a los niños, que hablan castellano y juegan con sus amigos de familias chilenas. ncasi dos décadas los problemas de salud mental en Villa Baviera. Claro, significa que su propia condición de víctima desaparece y solo queda la identidad victimaria. No les reconocen todos los daños sufridos, las injusticias sufridas. Y eso es traumatizante. La expropiación revictimizará a gente que fue abusada.
Eso aumenta la desconfianza frente a la sociedad, aumenta los conflictos, el nivel de angustia y, sobre todo, que en vez de una invitación a formar parte de la sociedad chilena, que al comienzo la sintieron así, se interrumpe, y esto es más como un rechazo.
Y en ese sentido, a mí, desde el punto de vista terapéutico, desde el punto de vista psiquiátrico, porque no me corresponde ponerme en un plano político, solamente desde el punto de vista terapéutico, habría que hacer una buena diferencia entre el memorial, que es necesario, y su condición de víctimas.
Y reconocerles la condición de víctimas y sus derechos como tales, que tienen que ver con las viviendas, con poder hacerse cargo de aquello por locual trabajaron desde niños en forma absolutamente abusiva. ¿Cree que hay un problema en la aproximación del Gobierno al tema?Lo que nosotros vemos es que mientras más alejado de la comunidad se toma la decisión, más se refieren a la identidad de centro de detención y tortura, y más se toman los abusos de la identidad cuatro solo como un argumento para perseguir a los victimarios, y más desaparecen las víctimas. Y mientras más cerca uno está de la colonia, mientras más uno los conoce, uno más percibe el daño y todo lo sufrido, la historia, y más seentiende que en realidad son víctimas. Entonces, me imagino que este tipo de decisiones se toma desde la distancia. En esa distancia, se produce que la identidad cuatro opaca a la identidad dos, opaca la realidad, porque, más que identidades, son realidades, porque fue centro de tortura, fue centroEl psiquiatra Niels Biedermann trató por. NIELS BIEDERMANN LIDERÓ INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL EN EL LUGAR POR 17 AÑOS: