Autor: Giuliano Pastorelli
CARTAS
vicepresidente de la Federación Médica de Chile y presidente de la Agrupación Médica Santa María (AMSM)Tras el reciente anuncio del conglomerado United Health Group (UHG) de vender el total de sus compañías en Latinoamérica, entre ellas las isapres Banmédica y Vida Tres, sumado a la renuncia del gerente general de Clínica Santa María, buque insignia de la compañía, se observa un ambiente enrarecido que revive la incertidumbre en cuanto al modelo de salud privada en gestación, y los cambios que eventualmente afecten a pacientes y a médicos involucrados en dicho ecosistema. Este enorme conglomerado con presencia en varios países de la región, entre ellos Brasil, hoy analiza la venta de todas sus operaciones en Latinoamérica y Chile no representa más del 0.5% de sus activos. Lo importante no es la venta en sí. De llevarse a cabo, lo más probable es que no pase nada en el corto plazo. Lo que podría ocurrir en el tiempo es que algunos pacientes migren a otras ISAPRES nuevas que les ofrezcan un plan más atractivo y competitivo. Esto genera un problema para aquellos pacientes con enfermedades graves de alto costo, con patologías crónicas y el segmento más envejecido que no puede cambiarse y queda cautivo. Si el descreme de la cartera mantiene a los más riesgosos, se hace caro mantenerlos en el tiempo con la consecuente alza de precios y la eventual migración a Fonasa. No obstante, según palabras del mismo controlador, la calidad y la oportunidad en el acceso a prestaciones de salud, seguirán cumpliendo con el mismo estándar que hasta ahora. A mi parecer, lo más preocupante es entender este hito como una SEÑAL de las repercusiones de la Ley Corta de isapres que comienza su aplicación en septiembre de este año. Aún no sabemos qué sucederá con la salud privada en Chile y las derivadas que traerá el nuevo escenario, tanto para pacientes como para trabajadores de la salud. Los médicos de la salud privada venimos experimentando gran incertidumbre de hace varios años. Dos procesos constitucionales fallidos, una reforma tributaria a la salud privada, la pandemia con todas sus repercusiones y finalmente la ley corta de isapres.
Si analizamos en detalle el rubro de los médicos, encontramos que un 20% ejerce exclusivamente en el sector privado y más del 50% lo hace de forma mixta, atendiendo en hospitales, clínicas o centros médicos privados. Así, comprendemos el impacto de las políticas públicas en ambos sistemas. La señal de esta intención de venta desencadena cambios en otros actores del ecosistema, isapres sin las mismas espaldas que las que tiene Banmédica.
Ya sabemosde un par de isapres que preparan su lanzamiento y que no cargarán en sus espaldas con el peso de la deuda del proceso previo y puede que ello desestabilice al mercado de los cotizantes.
No se trata de que la salud privada no tenga futuro, creo que existe una población crítica que puede y desea acceder a una atención oportuna y de calidad, y no piensa migrar al sistema público, pero deberá esperar a ver qué cambios ocurren para tomar la decisión más favorable. Necesitamos un régimen de salud público y privado que le dé certezas a nuestros pacientes y médicos.
Actualmente, hay personas que piden a sus tratantes operarse pronto, ante la eventualidad de perder la cobertura por el quiebre de su Isapre, una sensación alarmante que desprotege a nuestra sociedad, especialmente a los más vulnerables en edad y salud. *Actualmente, la Federación Médica de Chile cuenta con más de 2200 médicos afiliados a través las asociaciones gremiales de médicos de las clínicas Alemana, Indisa, Santa María, Vespucio y Dávila. www.federeacionmedicadechile.clXimena Moreno GálvezAcadémica Facultad de Medicina, U. CentralEl Mes del Corazón es una iniciativa fundamental para aumentar la conciencia yeducación sobre la salud cardiovascular ya que estas patologías son la principal causa de muerte a nivel mundial. En Chile, desde 1980, las enfermedades cardiovasculares y los cánceres han liderado las causas de muerte, afectando especialmente a adultos y personas mayores. Las campañas de prevención y educación buscan reducir su incidencia a través de la promoción de estilos de vida saludables y aumentando el conocimiento sobre los factores de riesgo y las medidas preventivas. Numerosos estudios destacan lo fundamental que resulta prevenir en esta materia. Adoptar hábitos saludables como una dieta equilibrada, ejercitarse de manera regular y dejar de fumar puede marcar significativamente la diferencia. La American Heart Association (AHA) también resalta que la modificación de factores de riesgo como la hipertensión, el colesterol alto y la diabetes puede reducir notablemente la probabilidad de eventos cardiovasculares.
Para mantener un corazón saludable, es esencial seguir una dieta equilibrada que incluya 5 porciones de frutas y verduras al día, grasas saludables (como las del aceite de oliva y frutos secos), y proteínas de carnes blancas y legumbres, además de controlar el consumo de sal. Se recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad intensa semanalmente, y aprovechar cada oportunidad para mantenerse activo en la vida diaria. Controlar el estrés con técnicas de relajación como yoga y meditación, evitar el tabaco y moderar el consumo de alcohol también sonprácticas clave. Además, hay que realizar chequeos médicos regulares para monitorear la presión arterial, el colesterol y la glucosa, y mantenerse siempre informado sobre los factores de riesgo. Durante el Mes del Corazón, es crucial enfocar los esfuerzos en este tipo de estrategias efectivas de educación sanitaria.
Entregar información accesible y práctica empodera a las personas a tomar decisiones informadas sobre su salud, por lo que las campañas de salud pública deben ser inclusivas y culturalmente sensibles, y garantizar así que los mensajes lleguen de manera transversal a diversas comunidades y, sobre todo, a las poblaciones vulnerables.
CARTA AL DIRECTORLa reciente crisis generada por los prolongados cortes de luz en la Región Metropolitana y que ha dejado a miles de clientes sin suministro eléctrico, pone de manifiesto la importancia de alternativas reconsiderar para enfrentar este tipo de emergencias nuevas energéticas. En este contexto, las llamadas energías renovables, a menudo asociadas a una visión ecológica o al bajo consumo, podrían ser una vía perfectamente posible. Estas tecnologías tienen la capacidad de proporcionar independencia energética, lo cual es esencial en un la red centralizada se encuentra escenario donde comprometida.
Al invertir en sistemas de energía renovable, las viviendas u otras construcciones pueden alcanzar un nivel de autonomía que les permite operar de manera independiente de la red eléctrica convencional, mitigando el impacto de apagones prolongados. Los sistemas de energía renovable, como paneles fotovoltaicos y generadores eólicos, pueden actuar de manera similar a cómo actúan los generadores tradicionales, pero con beneficios adicionales. No solo ofrecen una alternativa a una fuente de energía única, sino que también aportan una solución limpia y segura.
Si usted no lo ha pensado, es hora de considerar las energías renovables como una inversión que no solo permitirá el ahorro en las cuentas de energía, sino que además como un sistema que le permitirá tener autonomía energética durante cortes o colapsos de gran escala. En relación con lo recientemente acontecido, sería interesante pensar en una política pública que premie o entregue incentivos para quienes se atrevan a dar el primer paso. Es conveniente para todas las partes, sobre todo si tenemos en cuenta que este tipo de crisis climáticas parecen ser cada vez más recurrentes. Director de Arquitectura Universidad Andrés Bello, ConcepciónUn buen momento para hablar de energíaCorazón Activo: Tu Ruta Hacia una Vida SaludablePor Dr. Sebastián Coda,.