Recuperación de los centros
Recuperación de los centros 0Editorial1 centro de varias ciudades del país, incluyendo Antofagasta y Calama, que tradicionalmente fueron el epicentro comercial de las comunas, está viviendo una crisis profunda.
Lo que alguna vez fueron un espacio vibrante, lleno de locales que se disputaban cada metro cuadrado, hoy exhibe una postal muy diferente: locales empobrecidos, sucios y rayados, oscuros, con alta presencia de vendedores ambulantes, entre otros. La pregunta inevitable es: ¿ qué pasó? El estallido social de 2019 y la pandemia de 2020 marcaron un antes y un después. Muchos negocios cerraron y, años después, la reactivación no ha llegado. Como lo señalan los comerciantes, los precios de los arriendos en el sector siguen siendo altos, pero lo más preocupante es la inseguridad que reina en sus calles. Comerciantes, profesionales y clientes han optado por migrar a otras zonas, dejando al centro en una lenta decadencia. Debeinsistirse quenose trata de una cuestión local. Santiago, Valparaíso, Concepción, entre otras comunas, sufren problemas similares. Lo grave es que se trata de espacios muy democráticos: todas las personas necesitan llegar allí, demodo quees urgente ponerlas en valor. La inseguridad ha con-vertido estos espacios en un lugares inhóspitos. El tipo de comercio es bastante revelador: se han multiplicado las barberías, juegos de azar, locales de venta de chucherías, lo que da cuenta de la pérdida de sofisticación. Hoy, la permanencia de las oficinas públicases lo que sostiene gran parte del atractivo para la visita. La clave para la reactivación de estos enclaves pasa poruna estrategia integral que aborde la seguridad, la recuperación de espacios públicos y un plan de incentivos para nuevos comercios. Mientras esto no ocurra, seguiremos observando un empeoramiento que ya es muy visible.
Esindudablequela competencia aparecida en otros ] espacios delas ciudades, los peores momentos del “estallido social” y la delini la, cucn cia e h an sido muy duroscon estos espacios.. Estos son los espacios más democráticos de nuestras ciudades, pero se han visto empeorados en su oferta y en su belleza. Es clave recuperarlos. Editorial