¿Basta una ley para regular el confort térmico?
¿ Basta una ley para regular el confort térmico? MIRADA urbana ¿ Basta una ley para regular el confort térmico? Leíque parlamentarios impulsan un proyecto de ley para regular las temperaturasenespacios de trabajo. Segúnla noticia, suintención esasegurar que los trabajadores no experimenten sensaciones de calor o frío excesivo.
Propo. nen que, en los puestos de trabajo sedentarios, como las oficinas, la temperaturase mantenga entre 16 y 25C, y la humedad relativa entre el 30 y 70%. Esimportante recordar que, según la American Society of Heating, Refrigerating and Air-Conditioning Engineers (ASHRAE), el confort térmicoes la condiciónmental en laque una personaexpresasatisfacción con su entorno. En este sentido, que la temperaturase mantenga entrelos 16y 259Cessólo unareferencia, peronogarantizanecesariamenteelconforttérmico. Loimportante para no sentircalornifríoesquelas personassesientansatisfechascon suambiente térmico, independientemente dela temperatura específica, siempre quese respeten ciertoscriterios de salubridad ambiental. Loanterior puede parecer una obviedad, peronoloes. En Chile, con una gran diversidad climática, desde zonas desérticas enel norte hasta climas polares en el sur, la percepción del confort térmico puedevariarconsiderablemente. Lo que esconfortable para una persona en el desierto de Atacama puede noserlo paraalguien que vive en la Patagonia. En este guien que vive en la Patagonia. En este contexto, es crucial que cualquier normativa contempleesta diversidad, adaptándosealascondicioneslocalesy, al mismotiempo, promoviendo un estándarde bienestar paratodas las personas, sin importarla región en la quese encuentren. Sin duda, es necesario regularlascondiciones ambientales de los espacios habitables. La exposición a temperaturas extremas no sólo ocurre en edificios donde los trabajadores realizan tareas sedentarias con un deficiente estándar energético y climatización inadecuada o inexistente.
También sucede en residencias deadultos mayores, colegios, viviendas sociales y otros edificios en los que, según proyectos de investigación recientes, se alcanzan temperaturas inferioresa 16% y niveles de humedadsuperiores al 70%. Estas condiciones no sólo son incómodas, sino que también representan riesgos para la salud. No obstante, la relación entre confort térmico y consumo energético no debe serignorada.
Regularlas temperaturas interiores podría mejorarlas condiciones ambientales en muchos espacios, pero también conllevaría unincrementoenel también conllevaría unincrementoenel Alexis Pérez Fargallo Investigador de Escuela de Arquitectura Universidad San Sebastián consumo de energía, lo que aumentaría las facturas de energía y tendría un mayorimpacto ambiental en muchos casos. Este aumento, combinado con elalzaen lastarifas, probablemente elevará los costos de operación de las empresas, lo que, en última instancia, se traduciría en un incremento en el costo desusservicios. Es fundamental considerar que la re. gulación de temperaturas interiores no esunasolución integral ni a largo pla20. A corto plazo, podría mejorarla satisfacción con las condiciones interiores, perosino se acompaña de otras medidas relacionadas con la eficiencia energética en edificios, equipos y sistemas, sólo aumentará la demanda energética. Una mejor solución sería aumentarlas exigencias en cuanto aaislamiento térmico, ventilación adecuada yel uso de energías renovablesen edificaciones nuevas y existentes. Esto no sólo sería una medida más eficaz y sustentablea largo plazo, sino que también tendría un menorimpacto ambiental. Paraqueun ambiente térmicoenoficinas, colegios, viviendas y otros espacios seaverdaderamentesatisfactorio, no bastaconestablecerlímites de temperatura. Esnecesario fomentar una cultura de eficiencia energética desde el diseño y la operación de estos edificios, para que se logren condiciones interiores confortablessinaumentarel consumo de energía..